¿Te llevo?

[20]

—Estás despedido. Ahora fuera de mi oficina.

No me sorprendía, me había dormido tarde viendo la nueva entrega de Star Wars y no había despertado a la hora.
Manejé por la carretera y para mi sorpresa me encontré a Catalina. Si no me equivocaba debería estar en clases, aunque tal vez el hecho de que no estuviera sola era la explicación de su huida de la escuela.
Cuando estuve unos metros más cerca me di cuenta que no era precisamente una huida romántica.

—Necesito el dinero.

—Dame un poco más de tiempo, no lo he conseguido.

—Mira perra, sabes muy bien que yo no soy quién maneja esto y si mi hermano se llega a enterar te hará pedazos y a mi también.

—Pues que no se entere.

El chico la agarró del pelo y aunque Catalina intentó defenderse no era lo suficiente fuerte.
Detuve el auto a su lado.

—Suéltala.

—¿Oh qué? No me puedes golpear, si lo haces te llevaran detenido, soy menor de edad y tu claramente ya estas viejo. Creo que sería un poco ilegal.

Me bajé del auto y lo agarré por el cuello de la camisa.

— Solo para que sepas, tengo 20 años, en este país uno es mayor de edad a los 21.

Probablemente eso fue lo último que escuchó antes de quedar inconsciente.

— ¿Qué esta pasando?

Cata me lanzó una mirada de odio.

—Nada y no necesito que me protejas. Puedo cuidarme sola.

—Y se nota que lo estas haciendo muy bien. Ahora sube al auto nos vamos.

—No me voy a ir contigo.

— Creo que ya tuvimos esta discusión.

—Voy a gritar y decir que me quieres violar.

—Nadie te va a escuchar. Por favor Catalina, sube al auto.

Luego de una larga mirada de odio, Catalina se subió al auto a regañadientes. Apenas se sentó a mi lado un fuerte olor a basura me invadió.

— ¿Hace cuánto no te bañas?

— No te interesa.

Puse los ojos en blanco y encendí el motor.

— ¿No deberíamos llamar a una ambulancia? Ky quedó ahí tirado.

— ¿Ky? Me alegra ver que aún tienes algo de remordimiento, pero es mejor dejarlo ahí. Tal vez aprenda a no molestar a las chicas bonitas.

—No tengo ganas de tus cumplidos. Llévame a casa, necesito meterme algo.

Mis ojos se abrieron de golpe pero Catalina no pareció notarlo.
Manejé hasta llegar a mi casa. Catalina se había dormido en el auto pero comenzó a despertarse cuando el sol le pegó en la cara.

— ¿Dónde estoy?

—En mi casa.

— ¿Por qué estoy en tu ...? ¡¿Eras un violador después de todo?! Querías ganarte mi confianza y ahora me violaras. ¡¿Cómo fui tan idiota?!

—Cálmate. Nadie te va a tocar. Solo pensé que no sería muy bueno para tu mamá que te viera en estas condiciones.

— Mi mamá... ¡Oh! ¿Cómo fui tan egoísta?

—Mira, claramente no estas pasando por el mejor momento y quiero que me cuentes todo para intentar ayudarte, pero primero necesito que te bañes.

Me miró y me preparé para otra mirada de odio pero en su lugar hubo una sonrisa. Una sonrisa que encendió algo en mi interior.

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Parece que alguien se esta enamoraaaando 💖💖😍