¿Te llevo?

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Rubén me esperaba en la esquina de siempre, había llegado antes que yo.
Me apresuré a subirme en el asiento a su lado y lo miré a los ojos.

— ¿Qué pasa?

—Acepto.

Se giró para mirarme mejor.

—¿Qué cosa?

—Acepto tener una cita contigo.

Su mirada volvió a la carretera pero en sus labios se había dibujado una amplia sonrisa.

—¿Qué te convenció? ¿Fue mi encanto personal?

Lo miré y le sonreí.

—Fueron tus ojos.

Él me miró y nuestros ojos se conectaron. ¿Cómo no había notado antes las mariposas que se formaban en mi interior cuando él me sonreía?
De pronto todo ese momento mágico se arruinó con el sonido de un auto que frenaba con desesperación.

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ANTES QUE ME MATEN.
El accidente lo va a narrar mejor Rubén.
No quiero que piensen que fue por irresponsables, recuerden que estaban en un momento de máximo cariño hacia el otro.
Y un adelanto del siguiente capitulo.... Recuerden que el asiento de Cata no tenía cinturón de seguridad.
AHORA SI, MATENME.