Capítulo 6

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Hice lo que se me indicó, a través de los años me había hecho muy bueno en seguir órdenes, sobre todo aquellas que venían de alguien como Caín. Me tomé un tiempo, ya dentro de la ducha, para repasar sus ultimas palabras.

"Hay alguien que quiero que conozcas", había dicho. Eso no me decía gran cosa, podía ser un nuevo científico. Por como iban las cosas era probable también que, al fin, hubieran decidido pasar a la segunda fase del proyecto y tuviese la intención de presentarme algún tipo de militar o alguien acostumbrado al uso de armas, con la intención de convertirme en la adición mas reciente a su arsenal.

Me había sentido tentado a entrar en su mente, pero me quité la idea de la cabeza al recordar aquella mirada. En cualquier caso, solo tendría que esperar un poco, mis dudas se resolverían en la cena."Además no me vendrá nada mal cambiar los platos insípidos y apenas comestibles del laboratorio, por una comida decente", me dije. Mientras seguía intentando alejar un poco las preocupaciones mas inmediatas.

Cerca de la hora que se me había indicado, me dirigí con algo de temor hacia el comedor. Al llegar, me encontré con que Caín ya se encontraba allí, como cualquier anfitrión esperando educadamente a sus invitados. Me sentí algo decepcionado por no ver aún al misterioso invitado.

-Toma asiento por favor -dijo, señalando uno de los lugares desocupados- Nuestra invitada llegará en cualquier momento.

Nuevamente obedecí su orden, disfrazada de educada petición, y aproveche el silencio que siguió para obtener algo de su mente, apenas eché un vistazo a las capas más superficiales, pero no sirvió de mucho pues al parecer sus únicos sentimientos eran los que, con muchísima naturalidad, fingía poseer. Nunca antes vi algo así, no era precisamente ausencia sino algo más, una especie de control. Ningún sentimiento irrumpiría en su mente a menos que él así lo decidiese.

Dándome por vencido, y un tanto desorientado con mi experiencia más reciente, decidí concentrarme en lo que ocurría a mi alrededor, por lo que intenté fingir interés en la platica que Caín había iniciado sin que me percatase.

Contesté con monosílabos y sin prestar verdadera atención a mis palabras, pues ahora no podía apartar de mi mente el pequeño detalle que antes me había pasado desapercibido. Él dijo "invitada" al referirse a la persona que esperábamos, así que no estaba tan perdido como en un principio. Era un dato sin importancia pero era mejor que nada, esperábamos a una mujer y debía de ser alguien muy importante pues, por mucho que intentara olvidarlo, yo era un experimento de los laboratorios Psique, uno con el mas alto grado de confidencialidad. Para el mundo detrás de los muros, yo ni siquiera existía.

Seguía con mi mente perdida en mis cavilaciones, cuando al fin la tan esperada invitada se presentó. Recordé que Caín había dicho que me encantaría pero, honestamente, me esperaba algo diferente a ella.

Se trataba de una chica, por lo que podía ver deduje que tendría aproximadamente mi edad. Su cabello negro y su baja de estatura, le daban un encanto especial, era linda pero no parecía de ninguna forma alguien que pudiese ocupar un rango muy alto en las empresas de Psique. Su forma de vestir terminó por convencerme acerca de mis anteriores deducciones, por que ningún directivo que se precie de serlo, andaría por allí con unos jeans desgastados y una blusa rosa con un enorme dibujo de la cara de un gato sonriente.

-Al fin llega señorita. Estábamos apunto de iniciar la cena sin usted -sentenció Caín con un tono de reproche.

-Disculpen pero al parecer alguien creyó que aun tengo diez años -respondió la recién llegada -. Mi armario esta repleto de vestidos en tonos pasteles y faldas que parecen haber pertenecido a la abuela de alguien. Me costó mucho encontrar algo decente que ponerme, es cierto que el gato también es algo infantil, pero era esto o el unicornio -reflexionó con un tono algo sarcástico, cosa que en lo personal me pareció bastante divertido.

- Después me encargaré de que le proporcionen ropa que sea más de su agrado. Ahora considero que, antes de iniciar la cena, sería educado de mi parte presentarlos formalmente -declaró nuestro anfitrión con un falso tono de cordialidad- Charles, permite que te presente a la adorable señorita que nos acompaña esta noche, su nombre es Eva, llegó esta mañana desde uno de los laboratorios de la compañía -explicó, mientras la aludida hacía una exagerada reverencia-. Este joven se llama Charles y estoy seguro que habrá escuchado su nombre con anterioridad -continuo diciendo, ahora señalando en mi dirección-. Espero que puedan llevarse bien ya que a partir de ahora serán compañeros en el proyecto. Ya tendrán tiempo para conocerse mas adelante, ahora tomen asiento. Los alimentos deben estar por llegar.

Eva me observaba fijamente, su mirada parecía evaluarme. No estaba seguro de cual fue el resultado de dicha evaluación, ya que repentinamente retiró la mirada y pareció ignorarme el resto de la cena. Pude haber entrado a su mente, y de esa forma averiguar quien era realmente y que tanto sabía de mí, pero por alguna razón decidí no hacerlo, algo me lo impedía. Tardé un rato en comprender el verdadero motivo de mi resistencia a hacerlo, pero después lo entendí, era bastante simple: No parecía ser... Correcto.

Después de un momento de silencio, y viendo que los alimentos no llegaban aún, decidí obtener la información por los medios tradicionales.

-Disculpen pero, ¿alguien podría explicarme una cosa? -pregunté, rompiendo el silencio-. Eva parece conocerme, pero yo no tengo idea de quien sea y además tengo entendido que el proyecto es secreto, ¿como puede ser eso?.

-Deja que te explique en palabras sencillas Charles, esta señorita, al igual que tú, nació con otro nombre. En el laboratorio donde fue concebida la conocían como "prototipo once" -explicó, dándome tiempo para que mi cerebro pudiera procesar la información-. Nos basamos en el éxito de tu nacimiento para crearla, comparten las mismas modificaciones en sus genes y por alguna razón, que aún no hemos logrado entender, son los únicos de su tipo que sobrevivieron a los cambios y desarrollaron sus talentos tan peculiares.

-Yo, soy la versión mejorada de ti -agregó Eva.

-Por lo que entendí, tenemos las mismas modificaciones. Eso nos hace iguales -respondí siguiéndole el juego.

-Pero yo soy mujer -respondió sonriendo, dejando que esas simples palabras lo explicasen todo.

Sin poder evitarlo, y a pesar de sentirme tan confundido por lo que acababa de descubrir sobre ella, sonreí y asentí, dándole la razón.

- Bueno chicos, como dije ya tendrán mucho tiempo para conocerse después, tengo una junta importante en una hora creo que es momento de cenar -dijo Caín, molesto al notar el retraso de los alimentos.

Mientras transcurría la cena me dediqué a reflexionar, no estaba seguro de que pensar con respecto a Eva, por una parte era increíble tener a alguien igual a mí. Probablemente era la única que podría entender, por lo que estaba pasando. Por otro lado el hecho de que, yo solo, pudiese causar mucho daño me hacia pensar en lo que Caín haría con ambos a su disposición. Él nos había reunido por algo, su obsesión con el control y el poder no le dejaría hacer algo sin obtener algún tipo de beneficio personal, a corto o largo plazo.

Mi plan para escapar seguía en pié, aunque con los nuevos hechos, tendría que plantearme un par de cosas, entre ellas me quedaba la tarea de decidir si podía confiar en Eva, y obtener su apoyo, o tendría que intentarlo solo y dejarla en manos de Caín. Los próximos días serían muy importantes para mi futuro y, aunque podría sonar exagerado, el del resto del mundo.

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