Wonderwall || Cake Hoodings

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Era una tarde calurosa y Luke se encontraba esperando a Michael en las grandes puertas del shooping. Ya podía notar su sudor bajar por el contorno de su rostro y sus manos estaban tan pegajosas que lo odiaba.

Hoy se cumplían dos años de la relación, y llevaba en su mano una bolsita roja y brillante con un pequeño moño azulado, donde dentro contenía los chocolates suizos que Mike tanto amaba comer.

Sí, el regalo del segundo años juntos fueron unos inútiles chocolates, pero a Mike les encantaba, así que pensó que ya estarían bien.

Pero el problema era que no habia encontrado que regalarle. Todo lo hizo a último momento. Él como idiota termino acordándose pocos días atrás que hoy era la fecha importante, y le dio menos tiempo en preparar la cita perfecta.

Luke es muy olvidadizo cuando se trata de fechas. No recuerda la exactitud de cada una ni el porque, aun así, Mikey se lo recordaba sin parar por meses. Pero él solo asentía sin escuchar. Porque no le importaba, faltaban días y él podía organizar algo especial una semana antes, no iba a ser problema. Eso pensó pero aquí esta la consecuencia, el maldito shopping.

Además el teñido parloteaba demasiado y Luke llegaba al punto de buscar un alfiler e hilo para coser su boca.

Se colocó sus auriculares y reprodució en su móvil el album What's Story de Oasis. Eso lo iba a relajar. Escuchar unos de sus bandas favoritas podría hacer pasar el tiempo rápido.

Una ventaja que tenia Luke era que Michael no podía enojarse a tal grado con él, lo amaba demasiado. Cuando lo conoció puede ser que tuvieran una relación de amor/odio pero estaba destinado empezar así.

Se trataban con sarcasmo y maldad porque era la única manera en que ellos se prestarán atención, pero en realidad era una manera de ocultar sus sentimientos. A partir de ahí ellos nunca se separaron y siempre estaban uno por el otro.

La protector que era Luke en esos años digamos que podría compararse a la de una loba impidiendo que toquen a su cachorro. Michael lo sentía de esa forma pero lo encontraba tierno, excitante y sexy al mismo tiempo.

A Luke lo ponía feliz que un compañero siempre lo buscara y le hablara, solo a él. Solía pasarle que conocía personas y ni uno se quedaba como lo hacia Michael, y Luke termino apreciándolo más de lo debido.

Recuerda aquellas veces en que lo venían a buscar unos chicos de cursos mayores para golpear a Mike por lo "raro" que vestia, o llegaban hasta tironeaban tanto de sus cabellos que se ponía llorar, pero Luke siempre se metía en el medio instintivamente donde sacaba el pecho y se preparaba para saltar en cualquier momento contra los bravucones. Defenderlo no era la gran cosa para él, pero sí lo fue para Michael. Aun si la base de sus conversaciones eran siempre sobre quien es mejor que el otro, ellos terminaban el día riendo o jugando pequeñas apuestas juntos. Siempre juntos.

Luego, Michael no pudo apartarse de él. Finalmente reconoció que Luke tenía tanta belleza y masculinidad como para encantar y poner nervioso a cualquiera, y eso había logrado en el teñido.

Tuvo momentos donde se ponía muy incomodo, nervioso y lleno de sentimientos confusos al estar cerca de él. Momentos donde se alejaba por miedo a que Luke se diera cuenta, pero no resistía estar apartado por mucho tiempo. Michael a veces detestó a Luke porque le atraía, pero al final del día regresaba siempre tímido a su lado.

Los años habían pasado y habían sido algo difíciles para Luke. Michael siempre estaba muy inseguro y cambiante o enojado por pequeñas cosas insignificantes pero al rubio le seguía encantando. Le gustaba molestarlo y ver como se ponía colorado. Después, empezó robarles pequeños besos y ver vergüenza que provocaba en Michael, aunque a veces terminara en algunos golpes a juego, pero esa fue unas de las formas en que cambió la etiqueta de amigos.