Calum, ya ahora en sus dieciséis años, decidió escapar de su casa por unos breves momentos. Era muy pesado el ambiente que vivía. El constante maltrato por parte de su madre y su padre, la ignorancia de su hermana, más los negativos pensamientos y auto-lesiones que se hacía, lo estaban ahogando.
Él quería estar bien, tener una familia como cualquier otra, alguien a quien amar sin que lo destruya... Todo el tiempo Calum pensaba en la felicidad, y ansiaba tenerla un día. Quiere creer que no es infeliz. Está completamente negado a eso. Él esta agradecido con su familia, en la forma de que cuidaron de él durante años, desde su nacimiento hasta hoy y ahora él tiene que respetarla y seguir a lo que ellos digan.
Él no puede ser gay por decisión propia porque para sus padres estaba mal. Ellos le recordaban millones y millones de veces lo enfermo que se vería frente a la sociedad. Tanto, que llegaban al punto de que el joven tomara medidas drásticas para calmar la rabia y frustración que cargaba dentro.
Este día, Calum decidió ir al centro comercial y despejarse. Ya le parecía demasiado ir a lugares que nadie va, sí, esos lugares eran tranquilos y serenos, los adoraba a veces cuando lo necesitaba. Pero hoy tenía ganas de estar rodeado de personas porque quería ver si era posible disfrutar más la vida de lo que lo disfrutaba él. Quería ver si existía la felicidad en dentro de otras personas. Y vaya que lo vio.
En el shopping se podía observar grupos de jóvenes yendo a tiendas, comprando ropa, o a los juegos mecánicos que había en un sector particular. Estaba inundado de adolescentes, y Calum no podía creer lo alegre y emocionados que se veían.
Su mano tembló de repente y la llevó al corazón quedándose paralizado. Sintió demasiada furia y tristeza que lo único que pensaba era en correr, huir, o solo ir y golpear a alguien para que le dijera la razón de por que es feliz en este mundo de mierda.
El pecho de Calum empezó a palpitar y ahí supo lo que estaba teniendo. Los ataques de ansiedad habían aparecido cuando Joe abandonó. El derrumbe mental que tuvo Calum ese día, fue tan enorme que aunque sus padres hayan notado el cambio, nadie intentó a ayudarlo.
Intentando no correr pero si con mucha prisa, Calum se dirigió hacia el primer piso de la estructura. Esta perdiendo el control de lo que hacía. Tenía impulsos de querer tirarse en el suelo y llorar, o cosas peores que ni siquiera quería pensar. Logró sostenerse en el barandal del piso, donde podía ver las tiendas de la planta baja. Trató de respirar hondo para calmarse, pero lo único que lograba era llorar más y más fuerte. Sensación de miedo vino de repente, que lo hizo ahogar con sus propias lágrimas, y como reflejo intentó secárselas con el largo de sus brazos.
No paraba de pensar en que fue lo que hizo mal en esta vida, en que es lo erróneo de estar gustando de alguien del mismo genero, en porqué su mama y su papa ya no lo querían de la forma como lo querían de pequeño, en porqué desde que se enteraron de lo de Joe comenzaron a golpearle. ¿Es que acaso quieren que su propio hijo no existiera mas?
Y antes de que pudiera continuar, una especie de calor aparece en su espalda que bajaba y subía. Y de lo aturdido que se encontraba, empezó de a poco escuchar una voz. No podía entender lo que decía la voz, pero de a poco los espasmos iban desapareciendo logrando respirar mejor. El calor seguía subiendo y bajando mientras que sus lágrimas se iban deteniendo.
Calum pudo ya visualizar lo que tenia en frente. Había estado cayendo internamente y había perdido la habilidad de identificar en donde estaba. Calum regresó en sí. Sus manos estaban agarrando mechones de su cabello, como si quisiera arrancárselos, y sus lágrimas dejaron de salir.
"¡¿Te encuentras bien?! ¡¿Quieres que llame a alguien?!" Una voz gruesa provenía de su lado que lo hizo reaccionar al instante y mirarlo.
Tenía ojos azules. Es lo único en lo que Calum se podía fijar, sus ojos. Eran brillantes y resaltaban demasiado. Luego notó un piercing en su labio y su cabello rubio estaba parado, haciéndolo ver más alto de lo que ya era. Era lindo, su subconsciente no pudo evitar pensar.
Con todos sus sentidos despiertos, Calum articuló palabra que logró salir con un poco de timidez.
"Ya.. Ya estoy bien.."
"Eso me alegra... ¿Necesitas ayuda?" Los ojos de Calum se abrieron como platos, mostrándose sorprendido. "Te he visto- Yo creo que la necesitas, estas muy pálido" siguió hablando el chico mientras su mano estaba sobre su espalda, siguiendo frotando de arriba y abajo por todo el torso para tranquilizarlo. Pero un ligero estremecimiento le llegó a Calum, y el chico al darse cuenta separó su mano de él un poco incomodo.
Al ver que Calum seguía en las nubes y sin responder, el chico se dio cuenta que no era cualquier tipo de llanto el que tuvo. Se mostró preocupado también al no ver a nadie que se le acercara, como algún familiar o amigo, ni hasta los de seguridad aparecieron.
"Estoy esperando a alguien hace horas. ¿Quieres acompañarme?" preguntó el chico de ojos azulados por sensación de miedo.
Calum siguió sin responder. Podía sentir un poco de vergüenza por el hecho de que este chico lo hubiera visto todo. No tenía problema en acompañarlo, pero no lo conocía. No sabía quien era y eso le dio un poco de precaución. La rara forma en que se estaba comportando preocupado el chico frente suyo, era extraño.
El rubio parecía no estar soportando el silencio de Calum, y por sorpresa del más joven, el de ojos azules tomó su muñeca y lo llevó a unos de los bancos que había en el primer piso. Hizo que Calum se sentara y el rubio se dedicó a mirarlo. El joven se estaba incomodando por la forma en que el rubio no dejaba de verlo. Parecía como si lo estuvieran escaneando, y tenía miedo que él este tratando de leer sus pensamientos. Es lo que menos quería.
La observación por parte del rubio pareció completa y dijo: "¿Quieres contarme que te sucedió?" con una voz profunda y suave, de lo cual siente por su cercanía.
Calum no le respondió, no deseaba contar nada a nadie porque sentía miedo. Así que solo se limitó a negar con la cabeza y evitarlo, mirando hacia sus manos.
Como el rubio no parecía moverse ni contestar, Calum dudaba de si se iba a ir o no. Sabía que en cualquier momento entendería que ya estaba bien y lo dejaría solo en el banco, aunque por dentro el joven no quería que se fuera. Disfrutaba la compañía de alguien que no lo tratase mal.
Unos pocos minutos pasaron para que el rubio volviera hablar "Me llamo Luke" susurró. Y ese susurro llamó la atención de Calum, incitándolo a que lo mirase.
"S-Soy Calum..." respondió por inercia, y el chico enfrente suyo sonrió. A Luke le había encantado la voz grave y dulce que tenía el moreno.
Calum, por más sorprendido que se sintiese, por dentro aquella brillante sonrisa le causó una sensación linda y extraña. Le sonrió tímidamente de regreso.
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//Un encuentro inoportuno.
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Wonderwall || Cake Hoodings
RastgeleLa relación que tiene Luke con Michael se estaba decayendo. Las constantes discusiones que tenían lo volvió infeliz... Es por eso que Calum debía estar en su vida, él era la vía de escape a sus problemas. · Angst Cake · Top!Luke · Psicológico