Llegué a mi departamento, dejé la maleta y comencé a lavar la ropa. No podía sacar de mi mente lo que sucedió aquel día, no al que haya entrado Eve, si no, lo que me dijo Sebastian. De alguna manera u otra, me hizo caer y me dejé llevar. Después de eso, fui a la habitación a guardar la ropa y las cosas que había comprado. En eso, sonó el celular, lo agarré y era una llamada de él.
-Hola?- dije mientras guardaba la ropa. -Hola James, te molesto? Estás haciendo algo?- -No, sólo guardaba mi ropa. Porqué?- -Quería saber si te gustaría salir a comer algo- -amm... Claro- -Genial, entonces te espero en mi departamento- -Sii, iré- dije. Terminé de guardar la ropa, tomé las llaves, mi cartera y el celular, salí de mi departamento.
Llegué, y toqué. -Entra- dijeron desde adentro, entré y estaba él y Eve. -Listos?- dijo Sebastian muy entusiasmado. -Sii- dijo Eve frunciendo el ceño. -Qué les parece si, vamos caminando?- propuse. -mmm- -Qué?- -Me parece bien, porqué no?- dijo Sebastian. Salimos y caminábamos directo a un restaurante de estofado, de repente un hombre, como de 40 años, con rostro de detestar la vida, pasó a lado de nosotros, Sebastian se detuvo y lo siguió. -Oye Vitus, espera- dijo Sebastian jalándolo del saco, como un niño pidiendo algo a su mamá. -Vitus, vayamos a comer estofado, vamos, porque me ignoras?- -Sebastian, me enfermo cuando no te veo trabajar. Aceptaré tu invitación cuando tengas el libro listo- dijo él, Sebastian no dijo nada. -Vitus no está interesado, vámonos chicos- dijo regresando a nosotros. Seguimos caminando. -Él quien era?- pregunté. -Es mi editor, siempre quiere que tenga los libros listos a la fecha que pide- contestó. -Y lo haces?- -Si lo hiciera, no sería divertido- contestó muy sonriente.
Llegamos a un restaurante chino, entramos y nos sentamos en el suelo, junto a nuestra mesa, como la costumbre del lugar, Sebastian pidió la comida, sólo comida cruda. -Vamos James, porqué no comes?- preguntó sirviéndose en su plato, al igual que Eve. -No me gusta mucho la comida cruda, gracias- dije. -Que mal. Eve, sabe bien?- -Algo- respondió, Sebastian probó la comida y sonrió. -¡¡Vkusno!!- exclamó muy sonriente. -Si sabe bien?- pregunté. -Delicioso- respondió, y tomó una foto donde estábamos los tres. Al ver el cangrejo crudo, los peces, la sangre de postre, ya no quería comer nada. -Sebastian, ya comenzaste el nuevo libro?- pregunté. -No, iniciaré el lunes- -Y de qué tratará?- preguntó Eve. -Es un secreto- dijo y guiñó el ojo. -Entonces esperaré hasta que lo publiques- dije y bebí de mi té.
Ambos terminaron con toda la comida. -Estoy lleno- dijo Eve. -Yo aún tengo espacio- dijo Sebastian limpiando sus labios con una servilleta. -Eeh?- dije sorprendido. -Yo soy de esas personas que comen mucho y no engordan, así como tú Eve- dijo. -Eso es un don- dijo y rió al igual que Sebastian. -Yo pagaré mi té- dije sacando mi cartera. -Qué? Oh no, yo pagaré todo, hoy invito- dijo Sebastian. -Pero...- -Ya me levanté y voy camino a la caja- dijo haciéndolo, caminó a la caja para pagar. -Bueno... Hay algo que quería preguntarte, pero me incomoda decirlo- me dijo Eve. -Qué es?- pregunté. -Este... Entonces... Ustedes están saliendo?- -Saliendo? A dónde?- -Me refiero a salir, como pareja- dijo. Es cierto, ni yo sé que tipo de relación mantengo con Sebastian. -Tienes razón, si incomoda algo- dije sonriendo. -Buenos, entonces se lo preguntaré a él- -Qué? Noo. Yo creo que con el tiempo se sabrá que somos, por ahora, porqué no lo dejas así?- dije y frunció el ceño, como siempre. -...Bueno- dijo, en eso llegó Sebastian. -Que les parece si vamos a otra parte?- dijo. -A dónde?- -Quieres seguir comiendo?- pregunté. -Eh? Noo, salgamos a seguir caminando- -Está helado afuera- dijo Eve. -Que tal si vamos a mi departamento?- -Me parece buena idea- -Yo no sé donde vives- -Ahora lo sabrás, tengo películas y palomitas- -Será una cita- dijo Sebastian tomando las manos de ambos. -¡Eeeh?! No me metas en tus cosas- dijo Eve soltando su mano. -Bueno, cómo amigos?- -Sería mejor- dije
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Mientras Inglaterra duerme.
Подростковая литератураÉl era una persona increíble, en toda la extensión de la palabra. Y pensé : Todos desean un amor para vivir, yo deseo que esta vida me alcance para amarlo.