Llegamos a mi departamento, estaba él sentado en el sofá, bebiendo café. Al encontrarse con el profesor Victor fue algo inesperado, inesperado para mi también, Sebastian no se miraba bien del todo. Dio un gran suspiro. -Creo que ya es tarde- dijo. -Sii, pero no tiene nada de malo- dije y se levantó del sofá. -Te parece si mañana hablamos?- dijo caminando hasta la puerta. Qué debería hacer? Qué debería contestarle? Corrí hasta donde estaba y lo abracé por la espalda. -James- dijo sorprendido. -No te vayas- murmuré con los ojos cerrados, de repente sentí los labios de él en los míos, y abrí los ojos, él se separó para mirarme. -No me iré- dijo en mi oído, y me volvió a besar.
Nos fuimos besando hasta mi habitación, nos recostamos en la cama, su cuerpo estaba sobre el mío, pasó sus besos por mi cuello. -Sebastian- gemí. Me quitó la ropa al igual que él se deshizo de la suya, besaba por mi pecho hasta llegar a mi polla que estaba erecta y la chupó. Tapé con mi mano mis ojos mientras que con la otra mano la tenía sobre su cabeza, volvió ese sentimiento satisfactorio y placentero. Volvió a subir sus besos y me volteó a boca bajo, levantó mi culo y comenzó a penetrarme con su polla. Hacia unos movimientos suaves y firmes. -James- gimió. Siguió con lo que hacía, nuestros cuerpos estaban sudorosos, se vino en mi, y yo me vine al mismo tiempo que él. -James, te quiero- murmuró en mi oído.
Luego de un largo rato, yo estaba acostado boca bajo, desnudo, la colcha blanca tapaba mi cuerpo dejando en descubierta mi cabeza, y Sebastian estaba sentado a lado mío, se había puesto los calzoncillos y el pantalón, quedándose sin camisa. La luz de la luna entraba por la ventana, una pequeña lámpara iluminaba una pequeña cuarta parte de la recamara, Sebastian me miraba y yo a él. -Si no me hubieras dicho eso, quizás en este momento estuviera en un bar, y Vitus me habría regañado por embriagarme- dijo sonriendo. -Lo sé, pero aparte de eso, realmente no quería que te fueras- dije y él parecía impresionado. -Sabes que me acabas de decir que me quieres, pero con otras palabras?- dijo y me sonrojé, voltee mi mirada hacia el lado de la ventana. -Es que... realmente... Te quiero- dije nervioso. -James- dijo, regresé mi mirada a él, y me besó por sorpresa. -No dejaré que nadie más te tenga, porqué yo te quiero como a ningún otro. Porqué te quiero más que a nadie- dijo mientras nuestras narices rosaban, y lo besé. Sebastian siempre piensa en mi, de alguna manera me hace sentir nervioso e incómodo, pero también feliz. Separamos nuestros labios y se recargó en el respaldo de la cama otra vez. -Tengo una duda- dije mirándolo. -Cuál es?- preguntó. -Con lo de ahora, y de que nos confesamos... Tu y yo... estamos... Digo... Ya somos, como... Pareja?- dije sonrojado y nervioso. -Claro que somos pareja- dijo sonriendo y guiñó el ojo, sonreí también. -Me alegra saber eso- dije.
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Mientras Inglaterra duerme.
Teen FictionÉl era una persona increíble, en toda la extensión de la palabra. Y pensé : Todos desean un amor para vivir, yo deseo que esta vida me alcance para amarlo.