Una vez cuando aun era una niña, antes de que mi madre enfermara y muriera, decidió mandarme con mi abuelo, un hombre viejo, testarudo y revoltoso campesino que vivía en el campo. Una casa pobre y llena de baratijas se convirtieron en mi verano, el mejor verano en mi vida. Al llegar al lugar, me sentí fuera de lugar y con desconfianza, pero al ver la cálida sonrisa de mi abuelo en la entrada de la casita todos esos sentimientos desaparecieron. Siempre pasábamos las tardes, observando el atardecer contando anécdotas e historias fantásticas. Siempre que le preguntaba algo, el me respondía sin siquiera dudar, claramente dándome una respuesta correcta. Luego de ver que tan sabio era, decidí jugarle una broma, para ver que tan inteligente era.
Una tarde, cuando mi abuelo posaba su mirada al sol escondiéndose una pequeña mariposa se poso en mis manos, podría ser una perfecta oportunidad, ya que le iba a preguntar si estaba viva o muerta, si el decía que estaba muerta, abriría mis manos y la dejaría volar, si decía que estaba viva, la apretaría y la mataría. Por que así, cualquier respuesta seria equivocada.
-Tengo aquí una mariposa azul, ¿está viva o muerta?-. Muy calmadamente el sonrió y respondió:
-Depende de ti…ella está en tus manos… Quede atónica a su respuesta, luego de comprender que así es nuestra vida, nuestro presente y nuestro futuro. No debemos culpar a nadie cuando algo falla, somos responsables por lo que juzgamos bueno o malo. Nuestra vida está en nuestras manos, como aquella mariposa.
Nos toca a nosotros escoger qué hacer con ella y hacernos cargo de las consecuencias.
(2014)
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En busca del último milagro. Louis Tomlinson (Proyecto)
Genç KurguKeith es una adolecente-fantasma con los pies en la tierra —por no decir que quedo varada en la tierra por no cumplir una de sus promesas—. Cansada de rondar como un espectro invisible decide buscar ayuda en alguien, alguien que pueda verla y es ahí...