Un café y mil estrofas

Cambiemos perspectivas

Me cambio contigo, con tu forma de ver el mundo, a tu manera, sin culpas.

Hagamos un trato y metete en mi carne cambiemos perspectivas.

Seré más libre, torceré el tiempo, agarraré las horas y aprenderé a vivirlas.

Tú en cambio, enciérrate en ti misma, deja pasar los días, que todos decidan tu andar.

Seamos sensatas tu y yo caminemos en reversa, decoremos el pasado.

Recordemos los dolores, revivamos lo que era, lo que pudo ser.

Entra en mí, en todos mis errores míralos de adentro, vívelos sin miedo.

Cambiemos perspectivas, camina mis senderos, respira mis momentos.

Me cambio contigo, con tu forma de ver el mundo, plácido y sereno.

Penetro mi alma a tu alma y me vuelvo una contigo.

Tal vez de ese modo, sea capaz de volver a tu encuentro,

sin culpas, sin dolores, sin reproches ni rencores añejos.

Atrévete, se valiente, cambiemos perspectivas.

Pero no congelemos el tiempo, dejémoslo libre, que se manifieste.

No busquemos razones, ni excusas para ganar batallas milenarias.

Al ser una, la otra comprenderá, que ninguna gana.

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Este y varios de los siguientes poemas los publiqué en una serie de libros que realicé con dos grandes escritoras. También quise tenerlos acá y asi también recordarlas.