Empapado mirabas al olvido,
cada vez que llovía, el silencio;
hacía eco en la locura y cautivo,
que eras tú de todo aquello.Aquel banco vacío,
aún te espera en silencio.
Añorandote tanto mi amigo,
hoy la plaza te espera sin consuelo.Partiste hacia otros caminos,
danzando con alas de cielo.
Hoy puedes sentir abrigo,
hoy ya no existe el miedo.
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Un café y mil estrofas
PoesíaUn café, mil estrofas. Unas pocas cicatrices, algunos adioses. Plasmo historias entre verso y prosa. Es que cada verso, cada estrofa... Me sabe a ti...