Un café y mil estrofas

Entre tu y yo

Te escribo versos, me desgarro en prosas perdidas que se esparcen en la nada.

Te ato al recuerdo de un pasado que ya queda demasiado lejos.

Siempre provocas la misma sensación en mi cuerpo; agridulce, triste, desolada.

Siento que cada hora deseo arrancarte de mi, despellejarme la carne para no sentirte.

Noches como esta solo deseo que no hubieras existido, que la vida no cruzara nuestros caminos.

Me desangras lentamente y no encuentro la forma de arrancarte, de sacarte de aquí.

Pero en esta historia no hay culpables, solo la inocencia de mis faltas.

Porque este cuento solo lo he inventado yo y esta maldita mala costumbre de pensarte.

Deseo tan solo que la vida se encargue de borrarte, de tratar de sacarte de cada poro de mi piel.

Me juro que esta noche, entre copas y recuerdos te entierro, te saco de mi.

Juro que será la última gota de alcohol que brindo a tu salud, la última lágrima, el último suspiro.

Porque entre confesiones nefastas y realidades abstractas he logrado descubrirme.

Te juro que te arranco de mi, como se arranca la mala hierba.

Y esta noche será la última noche que te pienso, que me desarmo en cuerpo y alma por tu nombre.

Porque mañana, serás solo el recuerdo de mi propia estupidez.