Jhonn (el muchacho del sombrero) nos miro, tratando de entender que estaba sucediendo.
-¿que vas a hacer chica del bosque?- pregunto el.
Miriam no le hizo caso, desfundo su katana.Frank entendió lo que pasó, comenzó a sudar y se puso nervioso. Comenzó a caminar lentamente hacia atrás.
Miriam salto sobre el y lo tiró al piso. Puso la punta de la katana en su cuello y pregunto:
-¿quien eres y porque estas aqui?.
Frank comenzó a llorar, no conocía a la chica ni sus capacidades, podría morir.
-no lo hagas, por favor, tengo familia, no puedo dejar solos otra vez...Por otro lado Miriam no sabía qué hacer, si bien su semblante en ese momento daba a entender que era fuerte, la realidad era que ella no era mas que una típica chica de ciudad.
-no me hagas hacer esto- le contesto Miriam. - solo contesta a mis preguntas.
Algo se movió detrás de ella, no se había dado cuenta, al saltar había terminar en el extremo del claro, su espalda estaba desprotegida.
Los otros tres muchachos, al ver que sucedía, habían sacado sus armas, la joven de cabello oscuro (Julia) tenía una revolver. El de el sombrero (Jhonn) solamente había sacado su cuchillo y el otro de cabello negro (Mark) sostenía una hacha.
De repente algo frío toco la cabeza de miriam, ella supuso que debía ser una pistola. no sabía de pistolas pero estaba segura que en esa posición, su cerebro terminaría bañando la cara de Frank.
-Alto hermosa- dijo una voz grave detrás de ella.-¿que pensabas hacerle al pobre Frank?
El mismo hombre musculoso de la persecución de antes, lo acompañaba también el hombre de los lentes que parecían googles y uno nuevo, era delgado y no muy alto, su cabello negro caía sobre su cara demacrada y sucia, en sus cachetes tenía líneas negras mal hechas. Ese hombre era salvaje.
Todo se quedó en silencio. ¿quien sería el primero en atacar?
!BLAM!
Una pistola se disparo.
Continuará.
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TIERRA MUERTA (BOCETO)
AdventureUn juego, 5 personas, un plan malvado y un mundo lleno de secretos. La búsqueda de la libertad, llevará a Miriam y su grupo a tener las experiencias más grandes de su vida; aunque mayormente malas, siempre hay lugar para un poco de esperanza.