Entraba y salía de cada habitación en la casa -excepto el sótano, me causa escalofríos- pero no encontraba pistas. Entré por un par de puertas de madera y vi una biblioteca con un piano en medio.
Me senté frente a este y pude recordar alguna melodía que me habrán enseñado en el instituto. Toqué un poco pero ya no recordaba el nombre, ya no me salía tan bien como antes. Comencé a tocar otra que se llama Nocturne no. 9 de John field pero la puerta se azotó provocándome un susto horrible. Volteé y vi que era Mangel.
-No eres tan mala -me alagó-
-Gracias
-Pero deberías dejar eso en paz, no me gusta que entres sin permiso a esta habitación
-¿Porque no?
-Solo no y ya -dijo molesto-
-Vale... ¿Que te ocurre, acaso te caigo mal?
-Un poco, si
-¿Porque?
-Rubén no para de hablar de ti y ya me tiene hasta los cojones y ya no lo siento como mi mejor amigo de antes
-Lamento eso
-No es tu culpa
-Puedo tratar de enmendarlo, yo...
-No te preocupes -me interrumpió- No es necesario
-Un mejor amigo siempre es importante
-Gracias -esbozó una media sonrisa-
-Por nada... ¿Donde estamos?
-En la casa, obvio
-No tonto, ¿En que país?
-No puedo decírtelo
-¿Porque nadie puede decirme?
-Por que podrías decirle a alguien
-No lo haré
-De todas maneras no
Bufé rendida. Esto no podía ser mejor -noten mi sarcasmo-. Miré Mi reloj de la mano y apenas daban las 11:00 am o eso creo.
-¿Al menos es el mismo horario de Madrid?
-Si, eso si
-Bien
Caminé hacia la salida de aquella mini biblioteca pero Mangel me detuvo.
-Te ves aburrida, ¿Quieres hacer algo?
-¿Algo como qué?
-Tenemos juegos de mesa
-Ah, vale
Salimos de ahí y fuimos hacia las habitaciones, abrió una puerta y dentro estaba lleno de cosas con diferentes usos. De una repisa de al fondo tomo un Twistter y salimos de ahí. Fuimos al salón -que era bastante grande también- Y quitamos la mesa de centro. Extendidos el tapete y sacamos las cosas.
-Si sabes como se juego ¿o no? -me preguntó él-
-Si
-Vale, vamos a jugar
Comenzamos a jugar muy bien ya que ninguno de los dos caía, todo iba bastante bien
-Pie derecho color verde -dijo-
Y así lo hicimos pero poco a poco se complicaba más hasta que al final caímos. Mangel quedó debajo de mí y no parábamos de reír a carcajadas.
-Mangel, te estaba buscando para...
Rubén llegó y no completó la frase ya que se quedó mirándonos, se veía molesto y rápidamente nos paramos.
-No es lo que crees, estábamos jugando y...
-¿Estáis tratando de tomarme el pelo? -gritó interrumpiéndonos totalmente-
-No, Mangel y yo sólo jugábamos
-Después hablo contigo -apuntó a Mangel- Y tú -me apuntó a mí- Vienes conmigo
Me tomó bruscamente del brazo y me llevó con él hasta su oficina en la que anteriormente lo había oído hablando con Mangel. Cerró con llave la puerta y me miró furioso