Capítulo 14

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Entraba y salía de cada habitación en la casa -excepto el sótano, me causa escalofríos- pero no encontraba pistas. Entré por un par de puertas de madera y vi una biblioteca con un piano en medio.

Me senté frente a este y pude recordar alguna melodía que me habrán enseñado en el instituto. Toqué un poco pero ya no recordaba el nombre, ya no me salía tan bien como antes. Comencé a tocar otra que se llama Nocturne no. 9 de John field pero la puerta se azotó provocándome un susto horrible. Volteé y vi que era Mangel.

-No eres tan mala -me alagó-

-Gracias

-Pero deberías dejar eso en paz, no me gusta que entres sin permiso a esta habitación

-¿Porque no?

-Solo no y ya -dijo molesto-

-Vale... ¿Que te ocurre, acaso te caigo mal?

-Un poco, si

-¿Porque?

-Rubén no para de hablar de ti y ya me tiene hasta los cojones y ya no lo siento como mi mejor amigo de antes

-Lamento eso

-No es tu culpa

-Puedo tratar de enmendarlo, yo...

-No te preocupes -me interrumpió- No es necesario

-Un mejor amigo siempre es importante

-Gracias -esbozó una media sonrisa-

-Por nada... ¿Donde estamos?

-En la casa, obvio

-No tonto, ¿En que país?

-No puedo decírtelo

-¿Porque nadie puede decirme?

-Por que podrías decirle a alguien

-No lo haré

-De todas maneras no

Bufé rendida. Esto no podía ser mejor -noten mi sarcasmo-. Miré Mi reloj de la mano y apenas daban las 11:00 am o eso creo.

-¿Al menos es el mismo horario de Madrid?

-Si, eso si

-Bien

Caminé hacia la salida de aquella mini biblioteca pero Mangel me detuvo.

-Te ves aburrida, ¿Quieres hacer algo?

-¿Algo como qué?

-Tenemos juegos de mesa

-Ah, vale

Salimos de ahí y fuimos hacia las habitaciones, abrió una puerta y dentro estaba lleno de cosas con diferentes usos. De una repisa de al fondo tomo un Twistter y salimos de ahí. Fuimos al salón -que era bastante grande también- Y quitamos la mesa de centro. Extendidos el tapete y sacamos las cosas.

-Si sabes como se juego ¿o no? -me preguntó él-

-Si

-Vale, vamos a jugar

Comenzamos a jugar muy bien ya que ninguno de los dos caía, todo iba bastante bien

-Pie derecho color verde -dijo-

Y así lo hicimos pero poco a poco se complicaba más hasta que al final caímos. Mangel quedó debajo de mí y no parábamos de reír a carcajadas.

-Mangel, te estaba buscando para...

Rubén llegó y no completó la frase ya que se quedó mirándonos, se veía molesto y rápidamente nos paramos.

-No es lo que crees, estábamos jugando y...

-¿Estáis tratando de tomarme el pelo? -gritó interrumpiéndonos totalmente-

-No, Mangel y yo sólo jugábamos

-Después hablo contigo -apuntó a Mangel- Y tú -me apuntó a mí- Vienes conmigo

Me tomó bruscamente del brazo y me llevó con él hasta su oficina en la que anteriormente lo había oído hablando con Mangel. Cerró con llave la puerta y me miró furioso

Lo sé todo |Rubius y Tú|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora