El resto de la tarde la pasamos jugando con Mangel y Cheeto. Eran muy divertidos.
-¿Y piensan casarse? –preguntó Cheeto-
-No lo hemos hablado –dijo Rubén sin despegar la mirada del televisor-
-¿Tú quieres, ______? –me preguntó Mangel-
-No lo sé
¿Casarme? Bueno, supuse que algún día pasaría pero no creo que tan pronto, sobre todo si es Rubén. No digo que no quiera, sólo que creo que aún no es adecuado.
-______, ¿Te quieres casar conmigo? –me preguntó él-
-No lo sé –reímos- No me presiones
-Vale, vale –reímos de nuevo-
-Y tú, Mangel –dirigí mi mirada al chico- ¿Hay alguna afortunada?
-Bueno... En realidad sí pero no me atrevo a hablarle aún
-¿Por qué no?
-Me pone nervioso, además no sé si habla español
-Te ayudaremos
-¿Ah sí? –Rubén me miró-
-Sí –lo golpeé levemente en el brazo- Te ayudaremos con ella
-No tenías que golpearme –se quejó-
-Lo tenías ganado –reímos todos- ¿Y de dónde es?
-Trabaja en una tienda de ropa del centro
-¿Podemos ir? –le pregunté a Rubén-
-No, hoy no tengo ganas
-Por favor –rogué-
-No
-Entonces hoy no te hablaré y estré sólo con Mangel ¿Verdad? –abracé a Mahe del brazo-
-¿Ah sí? –Rubén me miró retador-
-Sí...
-Bueno, creo que...
-Mangel, vámonos –ignoré a Rubén-
-¿A dónde?
-Afuera –le saqué la lengua a Rubén-
-Que infantil –dijo él-
-Salgamos de fiesta, Mangel –dije provocando a Rubén un poco- Y Cheeto también está invitado –los tres reímos-
-¿Y yo no? –Rubén fingió estar triste-
-No por malo
-Al fin que ni quería
-Y hoy no te voy a besar ni abrazar
-Bueno ya –dijo rendido- Te voy a ayudar Mahe
-Gracias –sonrió Mangel feliz-
(···)
Llegamos a la tienda de ropa donde se encontraba la chica de Mangel. La tienda era muy grande y muy bonita.
-¿Y si mejor volvemos luego? –dijo nervioso-
-De ninguna manera –dije yo- Vamos ya
Lo jalé hacia adentro y para disimular un poco comenzamos a ver la ropa.
-¿Quién es? –pregunté-
-La castaña de la caja
-Vale
Tomé una gorra para Rubén y tomé de la mano al susodicho para llevarlo a la caja, Mangel venía junto a nosotros.
-Rubén, ¿Podrías traducir todo lo que te digamos?
-Sí, pero...
-¿Pero?
-Hoy tienes que dormir conmigo, usarás un pijama que yo te daré y me llamarás amor frente a cualquier chico que se te insinúe y todo para ayudarlo
-¿Qué? No seas inmaduro por favor
-Ya te dije, eso o nada –rodé los ojos-
-Vale, trato hecho pero vamos ya allá
-De acuerdo
Nos acercamos a ella, pagamos la gorra y le presentamos a Mangel, ella lo miraba con una sonrisa muy agradable.
-¿Acaso hablan español? Porque yo sí –dijo ella sonriendo-
¡¿Really Nigga?! *Facepalm*
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