Rubén Pov's
Desperté de la mejor manera posible, ______ estaba a mí lado. Miré mi reloj de mesa de noche y daban las ocho con veinte minutos. Mi móvil comenzó a sonar por lo cual lo tomé y contesté.
~Inicio de llamada~
-Rubén, te llamo para recordarte que tienes junta a las diez de la mañana –dijo Daniel al otro lado de la línea-
-Sí, entiendo pero le prometí a ______ pasar el día con ella
-Tu trabajo es más importante, tráela y de aquí te la llevas a donde quieras, la junta dura a lo mucho 3 horas
-Bueno, está bien
-Te veo acá, adiós
-Adiós
~Fin de llamada~
Dejé de nuevo mi móvil en la mesa de noche y me volví hacia ______, ella dormía siempre tan hermosa. Besé ligeramente su mejilla y acaricié su rostro para despertarla.
-_______, es hora de despertar princesa
-¿Qué hora es? –abrió poco a poco los ojos-
-Las ocho veinticinco, me llamaron del trabajo
-Prometiste pasar el día conmigo –se quejó-
-Sí, lo sé princesa pero es una junta urgente, ven conmigo y de ahí nos vamos a algún lado
-Bueno, está bien
_______ Pov's
Me levanté con mucha flojera y caminé hacia mi habitación. Abrí la ducha y me metí a bañar, al salir me vestí con unos jeans ajustados –no tanto- color azul claro, una playera blanca holgada, mis converse blancos y mi sudadera de Totoro.
Peiné mi cabello de lado y lo dejé secar al natural, me maquillé muy poco y me puse labial y perfume.
Salí de mi habitación y fui hacia la recámara de Rubén, luego de tocar la puerta y recibir permiso para entrar eso hice.
Él vestía muy casual, unos pantalones de mezclilla azules, una remera verde de estampado de gato, una sudadera y gorra. Se veía muy guapo.
-¿Ya lista?
-Sí –sonreí-
-¿Me veo bien?
-Siempre –sonrió-
-Pero para la junta
-Te ves muy casual
-La verdad es que no me importa porque solo es una junta y nos vamos de ahí así que bue...
-Vale, vamos o se te hará tarde –asintió-
Salimos de casa luego de que Rubén les dejara una nota a los chicos de que salíamos, nos subimos a su auto y comenzó a manejar hacia su trabajo.
-¿Quieres regresar a España? –me preguntó-
-¿Por qué la pregunta?
-Pues... No lo sé, sólo quiero lo que te haga feliz
-Lo que me hace feliz es estar contigo donde sea
-Vale, ya pensaré en algo –acarició mis nudillos con su pulgar-
Luego de un rato llegamos a un gran edificio. Metió su auto al estacionamiento, bajamos y subimos al elevador. Presionó el botón del piso 6 y comenzó a subir.
-¿Cómo entenderé lo que digan?
-Tranquila, les he ordenado a todos que hablen español, la mayoría lo hacen
-Ok... -dije tímida-
Llegamos al piso indicado y bajamos del ascensor. Caminamos entre varios cubículos y la mayoría lo miraban serios. He de su poner que no era de lo más amable.
Un chico –bastante apuesto- se paró frente a nosotros, era alto –casi como Rubén aunque más alto que yo-, de cabello negro, ojos marrón, pestañas largas y labios gruesos, además de barba y bigote. –No era guapo para mí pero sí para muchas por cómo lo miraban-.
-¡Hey Rubén! ¿Cómo estás? Escucha... Ya están esperándote adentro, entra ya
-Vale, gracias Daniel. ______, ¿Podrías esperarme con él? Espero no tardar adentro
-Sí, claro –sonreí-
-Vale, te veo pronto hermosa
-Está bien
Entró casi corriendo a lo que supongo era la sala de conferencias. El chico llamado Daniel se veía amable y me sonrió por lo cual le devolví el gesto más por educación que nada.
-¿Y tú eres...?
-Soy ______, novia de Rubén
-Oh un gusto, soy Daniel, su asistente –estrechamos nuestras manos- En lo que esperas a que salga Rubén ¿Por qué no vamos a la cafetería?
-Amm... Sí, supongo
-Vale, vamos –asentí-
Caminamos hacia la cafetería, fuimos a la caja y pidió dos cafés –en noruego, obvio- y una vez que nos los entregaron nos fuimos a sentar a una mesa.
-Y dime, ¿Desde cuándo sales con Rubén?
-Hace unas semanas, tres de hecho
-Hace poco –aseguró- ¿Y lo quieres?
Lo amo, nos conocíamos de más antes
-Oh ya veo, déjame decirte que se consiguió una chica muy guapa –me halagó-
-Gracias –dije un tanto incómoda por cómo me miraba-
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