VIII. Children of the wild

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We're children of the wild
We take a chance to face the fall
Go on and on and on
to chase the shadows of the wall
Our path is full of fear but
we make the choices on our own

Steve Angelo ft. Mako

VIII

Esta vez sí es una profecía, confirmado por Ella

Nico se había excusado con Will para ir con Blake, apartándolo del resto. Lo llevó hasta la cocina y ambos permanecieron de pie, el uno al lado del otro, apoyados de espaldas en la barra, cuya superficie de mármol estaba atiborrada de fundas y cajas vacías de Dunkin Donuts. Desde la sala se oían las bromas y contadurías de los otros semidioses como la corriente lejana de un arroyo. La risa de Lis resaltó entre ellas como un chapoteo en el agua.

—Entonces... estás despierto. —Blake carraspeó sobre su puño—. Yay.

Nico resopló con diversión, aunque sus hombros seguían tensos.

—Me encanta cuando bromeas.

—Bueno, no soy tan bueno en ello, pero creo que es una manera infalible de atenuar momentos incómodos.

—Siempre y cuando no comuniques que ese es tu objetivo, porque lo tornarás más incómodo.

Blake miró sus zapatos y asintió como si hubiera recibido una repelida de su padre.

—Pero tú eres especial, así que no lo haces incómodo. —Nico lo empujó con el hombro y Blake vio una de esas insólitas y honestas sonrisas que tanto amaba asomando en sus labios cuando levantó la mirada nuevamente. Lo iluminaba incluso estando tan débil.

Nico siempre le decía que era especial, y aunque Blake no entendía de qué manera podía serlo, ya que se sentía muy normal en su «anormalidad», le halagaba enormemente que lo hiciera. Le devolvió la sonrisa, no sabiendo qué más hacer o decir.

Cuánto no daría de sí mismo para mantener viva esa sonrisa. Sentía que le otorgaban a su alma el privilegio de probar una cucharada del cielo cuando esa sonrisa tenía la dedicatoria de su persona. Pero no podía regodearse. Todavía estaba lleno de terror porque Nico estuvo a punto de morir, y, aunque supiera que no había podido ser de otra manera, estaba dolido por su elección de Will sobre su persona. Lo curioso de ello era que no les deseaba ningún mal a ninguno, al contrario, sentía un alto grado de respeto por Will, su amor por Nico seguía intacto, y, de alguna manera, siempre supo que ellos dos estaban hechos el uno para el otro.

Nico lo observaba, expectante. Los pedazos del corazón quebrado de Blake se agrietaban más ante la penetrante exposición a ese par de ojos negros. Esos pedazos agrietados se agitaban y se ensamblaban con otros pedazos, solo para terminar nuevamente separados por otra reciente grieta.

—Luces muy mal —observó finalmente—. Deberías ir a dormir. Will te está esperando.

—¿Qué piensas? —Nico no le prestó atención o decidió ignorar su recomendación—. De... todo.

Blake se encogió de hombros tímidamente.

—Tus amigos son sensacionales, y tú lo sabes bien. —Nico asintió, otorgándole el beneficio de presenciar una segunda sonrisa—. Percy y Jason se portaron muy entusiastas y amables conmigo todo el tiempo. Lou me pidió una selfie. Reyna palmeó mi espalda con mucha fuerza y me dijo algo en latín que no comprendí. Piper me dio un abrazo de oso. Annabeth me habló sobre el campamento. La verdad es que todos, así de juntos, parecen...

Trace your song  [Rebellious gods' rise #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora