X. Sun is shining

398 50 90
                                    




Faith is in our hands, castles made of sand
No more guessing, no regrets
Hard forgiving, hard forget
Dry your tears and hold tight
Sun is shining and so are you.

Axwell /\ Ingrosso.


X

La rara historia de los gemelos que en realidad no lo son

—Blake, tengo que decirte algo —musitó Will, apartándolo fuera de los ojos de los demás, que todavía esperaban en el auto.

No había quedado rastro del mensaje Iris y Will habría jurado que todo había sido mentira de no ser por las imágenes aún vívidas detrás de sus párpados. Extrañamente había memorizado las palabras de la profecía como si hubieran sido selladas con algún hechizo en su memoria.

Blake parecía reflexionar mientras lo miraba, sus ojos azules concentrados y severos a través de sus lentes. Will había notado que esa era su manera de usar su poder. Pero habría sido difícil notarlo para cualquiera, porque la evaluación que hacía Blake se procesaba en su cabeza en menos de cinco segundos. Luego volvía a su expresión amable y receptiva normal. Aunque de hecho, esa expresión natural no se desvanecía mientras usaba su poder, solo se adaptaba a la nueva.

Will tenía que admitir que, durante ese fugaz momento de inflexibilidad de Blake, le tenía miedo. Veía atisbos de su poder acorralando su alma, desnudándola sin que pudiera ofrecer resistencia. De haber sido otra persona, Will se habría alejado por cautela. Pero sabe que ese poder no podía estar en mejores manos que en las de Blake, el ser más abnegado y bondadoso, aquel cuya malicia está lejos de tener el poder de corromper su alma.

Blake asintió hacia Will, quien lo tomó de la mano y lo guió hacia el lateral de la tienda de la gasolinera. Una vez allí, ambos se quedaron en silencio un momento, solo mirándose. La tarde vencía, llenando el ambiente de una creciente oscuridad que se potenciaba con las sombras que proyectaba la pared. Pero Will veía a Blake con claridad, conocía tan bien cada detalle de su rostro que incluso sin verlo por completo lo tenía definido. Todo lo que antes había sido motivo de envidia para Will en Blake ahora era algo distinto. Algo más enraizado, que se sentía mucho mejor. A veces se encontraba dándole besos en la frente o en la mejilla, o simplemente rozando su rostro con sus nudillos. Blake respondía con lo mismo. Así descubrió cuánto agradecía tenerlo a su lado.

De modo que habló y Blake se enteró de que había alguien idéntico a él caminando por el mundo. Y no solo por el mundo, sino en el mismo país. Eso era algo difícil de creer, Will lo sabía, pero lo que más habían fortalecido en su relación desde lo ocurrido en el Palacio de Hades fue su confianza. Aunque Blake no tuviera sus poderes no habría dudado de la veracidad en las palabras de Will.

—¿Pero cómo?

Will negó con la cabeza.

—No tengo idea, pero estoy seguro de lo que vi. Él te estaba buscando.

—¿A mí? ¿Pero por qué? —Blake frunció el entrecejo, pensativo.

—¿No sabes si tuviste un gemelo cuando naciste?

Blake aseveró el fruncido de su entrecejo, sus labios crispándose a fin de formar una mueca. Resultaba extraño verlo con una expresión como esa. Tanto como lo sería ver a Lis embutida en un vestido de lentejuelas.

Trace your song  [Rebellious gods' rise #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora