Al borde del precipicio

Cap.- 11

  Todo esta listo, el espectáculo está por iniciar, con Celestino de presentador, la subasta de los Pet's como los hizo llamar, dio inicio.

   Diez jóvenes y diez feminas, todo transcurrió más rápido de lo esperado y katsuki, con copa en mano, miraba todo tras bambalinas.

   Cuando el último chico fue vendido, salió un joven con considerablemente mas ropa que el resto.

-Y ahora, terminando con esta sección, con ustedes Samael, el Pet más reciente y como es costumbre, virgen.

   El joven temblaba demasiado, estaba nervioso; era evidente. Empezaron la puja con bastante dinero.

   El pobre chiquillo se encogía incómodo en su lugar ante esas miradas que lo desvestían sin pudor alguno.

   Se escuchó una suma con demasiados ceros en ella, todo se quedo en silencio mientras en conteo regresivo avanzaba.

-¡Vendido!.- Sin mas se lo llevaron dando inicio a la segunda subasta -. ¡Ahora! Con ustedes, lo que estaban esperando.

   Sin mas el grupo de hombres con cuerpos marcados, hicieron acto de presencia en el escenario.

   Si entes el público parecía extasiado, ahora eran auténticas bestias en celo, las feromonas inundaban el lugar.

  Eso los alocaba aun mas.

   El ruso rubio se le acercó al ruso peliplata con una copa entre las manos que le ofreció poco antes de que se acabaran los subastados

-Bebelo, te lo manda el señor katsuki.

   Después de un poco de insistencia el mayor acepto y bebió el contenido algo desconfiando. Al acabar la subasta, su momento había llegado.

-Y para finalizar... - El Ruso no escucho lo que dijo.

   El piso se movía, la cabeza le daba vueltas, aunque continuaba con su semblante serio. Volteo a ver al Japonés, este le sonrió de lado alzando su copa hacia el.

   Algo en el Ruso hizo click, de repente el lugar no se le hacía tan repulsivo como minutos antes.

   Lo que había tomado, más las hormonas en el ambiente le estaba haciendo efecto. Al escuchar un nombre al alzar hizo su aparición en el escenario.

   Con la adrenalina a tope, los ojos se le oscurecieron, los colmillos sobresalían, su instinto salio a flote, ¿Y en que resultó eso?

   La subasta inicio y con ello, las exorbitantes cantidades de dinero. Con una sola mirada, puso inquietas a decenas de personas, una tras otra, las apuestas subían y subían.

   De un momento a otro le regreso la tranquilidad "Vendido" escucho a lo lejos decir al castaño. Todo se calmo, lo sacaron del escenario, el espectáculo había acabado.

   El ruso, a la lejanía pudo divisar a Yuuri. Por un momento vio, entre las personas a Yuuri, pero no a cualquier Yuuri, SU Yuuri, ahí, parado, sonriendole, después se dio media vuelta y se fue, saliendo del campo de visión del Ruso.

   Solo en ese momento se dio cuenta de que ya no caminaba.

   El peliplata estaba de pie en frente de una mujer beta por lo que se podía ver, le sonreia coqueta y lujuriosamente, todo indicaba que esa mujer era la que había pagado por el.

  Los habían dejado conversando. El peliplata no le prestaba atención, pero actuaba como Yuuri en sus clases le indico:

Coqueto, adulador. Como si la persona frente a el fuera la mas maravillosa cosa del mundo. Su más preciada posesión.