Al borde del precipicio

Final Feliz

Se fueron separando lentamente, mirándose a los ojos. Yuuri con temor, temor de que sea solo una broma y Viktor con inseguridad, no sabia lo que hacia, o porque lo hacia; solo sabia que así tenia que ser.

Pero aun tenia una duda.

-Yuuri,¿Por que hiciste esto? Se nota que no lo querías hacer, que te duele. Entonces ¿Por que?.- Yuuri agacho la mirada y suspiro.

-E-el padre de Mariana, mi ex prometida, descubrió que tu fuiste quien asesino a su hija. Te juro que hice lo posible por no involucrarte, jamas pensé que la matarías, la culpa al final hubiera sido de Giagometti, pero tu... dejaste tus huellas, hasta tu firma, estabas implicado, no había nada que hacer.

El te hubiera matado, hice lo que pude, trate de convencerlo de que matarte no resolvería nada, ni su hija o su dinero regresarían, entonces lo decidió. ¡Perdón! te juro que yo no quería que esto pasara, lo que menos quería era hacerte daño, pero fuiste demasiado obvio.- Eso ultimo lo dijo a modo de reprimenda.

Yo me ofrecí a venderte, ellos te hubieran tratado como prisionero de guerra... lo lamento.- Viktor lo tomo del mentor y deposito pequeños besos por toda su cara, haciéndole cosquillas al pelinegro.- Y ahora ¿que vamos a hacer? - Pregunto el azabache afligido. Seguía temiendo quedarse solo, más sabia que se lo merecía. Espero una respuesta expectante, hasta que el peliplata lo beso en la frente.

-Por ahora, volvamos a casa...- El pelinegro asintió sin terminar de creérselo, se levantaron y caminaron hacia la mansión juntos, Viktor abrazando la cintura de Yuuri desde su espalda, siendo iluminados por la luz de la luna.

5 meses después.

   En una mansión en algún lado de Venecia, Italia, en una hacienda, se encontraba un hombre viendo por la ventana de su oficina la cosecha de uvas para vino, ignorando el hecho de que estaba viviendo los últimos minutos de su vida.

   A tan solo unos metros, en el tejado de un edificio cercano se encontraba un peliplata apuntándole directamente al cráneo, dejo que se diera media vuelta dándole la espalda a la ventana para pegarle un tiro en la nuca, rompiéndole las vertebras y matándolo al instante.

   El peliplata limpio el lugar sin dejar rastro y se fue de ahí.

   Caminando por las estrechas calles de Venecia, Viktor sintió su teléfono vibrar, ni siquiera se detuvo a ver el contacto, a esta hora solo podía ser una persona.

-Buonanotte* Yuuri~

-Viktor, allá deben ser alrededor de las diez de la noche, pero aquí en Japón son las tres de la tarde.

-¿Buon pomeriggio*...? - Se escucho una risa al otro lado de la linea.

-Bien, ¿Ya terminaste?

-Así es, Cara, mañana estaré con ustedes.

-Que bueno, te extrañamos, por favor apúrate.- El peliplata soltó una risilla.

-Esta bien mi vida~ Te llevare chocolates italianos.

-De acuerdo, me tengo que ir.

-Te veo mañana, un beso a ambos.- Se escucho una leve carcajada al otro lado de la linea antes de cortar la llamada; Viktor guardo su teléfono y miro al cielo.

Pensando el las dos personas que más amaba en este mundo.

.

.

.

Si dos.

.

.

.

Su amado ESPOSO

Y su futuro hijo.

--------------------------------

Okay, se que me desaparecí un tiempecito...poquito, chiquito, casi nada.

Bueno, en la parte anterior se me olvido mencionar que en la siguiente parte iniciaban los finales así que, con ustedes; redoblen tambores por favor.....

¡EL FINAL FELIZ! YEIIIIIIIIII!!...

Si, el feliz, porque no es oficial... y no es relevante en la historia... solo es un extra... y... *Huye*

Okya, no me harían nada...

¿Oh si? o.O

Nah ya en serio, también les quería mencionar que el final verdadero tiene un epilogo, entonces ¿Lo quieren? 

También les preguntaba por si querían curiosidades y eso, si es así, ¿Lo quieren en el final verdadero? o ¿En el epilogo? o de plano no lo pongo :v Díganme plox.

Bien, eso es todo, creo... espero.

Voten, si quieren, comenten por faaaaa y adiossssssss.

Chingao, se me olvidan las notitas del averno.

Buonanotte = Buenas noches

Buon pomeriggio = Buenas tardes.

Cara = No es cara del verbo cara... :v, No es cara de la que vemos todos los días al espejo cuando recién nos despertamos y parecemos zombies, NO, es Cara del verbo querida/o en italiano.

Eso dice San Google traductor.

Bye Bv