Cap.- 17

254 30 17
                                    

En la mansion Katsuki, caminando por los pasillos con un rumbo fijo, se encontraba en rubio. El semblante serio, pero mil dudas lo carcomían por dentro. Sin mas llego a su destino, toco la puerta un par de veces, escucho un "Adelante" y paso al interior de la habitación. 

   ¿Su destino? La oficina de Yuuri Katsuki.

Este estaba sentado en la silla del escritorio. Después de cerra la puerta el mayor le indicó sentarse en una de las dos sillas frente al escritorio, el rubio obedeció la orden y un vez que tomo asiento pregunto.

-¿Por que me mando a llamar, señor?.- El pelinegro estudio con la mirada al rubio, lo que puso aun mas nervioso al menor, Yuuri suspiro con pesadez y se acomodo en la silla recargando los codos en el escritorio.

-Yuri.- El meno soltó un jadeo, hacia años que el mayor no lo llamaba así-. ¿Te has vuelto alguien cercano a Viktor, verdad?.- El rubio se tenso, Yuri negó con la cabeza, decepcionado-. Me lo temía. Dime ¿Te has encariñado con el?.- El menor bajo la cabeza, no quería verlo a los ojos, no podía.

-Y-yo, este... señor.- El menor no podía ni hablar, se sentía apenado.

-Me lo imagine... Yuri tengo miedo.- El rubio alzo rápidamente la cabeza, claramente sorprendido-. Tengo miedo de que te encariñes con el, que te enamores de el, que me dejes, pero sobre todo... tengo miedo de que te haga daño.- El tono del mayor era cálido, casi maternal, Yurio lo miro sin entender.

-¿A que se refiere, Katsuki-Sama?.- Yuuri suspiro.

-No te lo he contado ¿Verdad? La razón por a cual el esta aquí .- El rubio se sintió culpable, pero la curiosidad pudo mas, negó con la cabeza, el azabache lo medito unos segundos, acto seguido se levanto de su asiento y camino hacia el estante de libros.

-Hace meces, cuando mi prometida seguía viva, tropecé con Viktor cuando andaba por la calle, no le di mucha importancia y seguí con mi camino, "Cosas que pasan", me dije, pero tal parece que el no se lo había tomado así, me empezó a acosar, me quería hacer creer que nos encontrábamos por coincidencia, que era el destino, que debíamos estar juntos. Yo lo rechace, pero el insistía.

    Su presencia me empezaba a incomodar y comencé a ignorarlo... Eso no le gusto, oh no, no le gusto para nada, Yuri el...- El mayor tomo aire y desvió la mirada, tenia que calmarse... Si no soltaría una carcajada-.El mato a mi prometida .- El rubio se tenso, no lo creía, no podía-. ¿No me crees cierto?

   El azabache no espero respuesta, del estante en el que estaba recargado tomo una carpeta y se lo en frente al rubio. El menor, tembloroso la abrió y se encontró con el expediente de Viktor Nikiforov, el sicario a sueldo mejor entrenado de Rusia.

-Yuri, no se que te haya dicho, pero el es un asesino a sangre fría, aunque bueno, ¿hay alguno pacifico?.- El rubio no cabía en su asombro, su cara entera era un completo poema-. Wow, no creí que te afectaría tanto.- Comento el mayor con una triste sonrisa, el rubio se removió incomodo, la culpa lo carcomía, lentamente.

-¿No dirás nada?... Bueno no importa, eso era todo, lamento entretenerte, ya... ya te puedes retirar .- Con una sonrisa afligida se volteo temblando el azabache, le sorprendía cuanta hipocresía se tragaba el rubio, creía el asunto resuelto cuando...

-Yuu...yuuri .- El rubio hablo, con voz temblorosa-. Yo... yo tengo que decirte algo.- El azabache volteo a verlo, intrigado. El rubio al sentir la mirada clavada en su nuca, dejo el expediente en el escritorio, bajo la cabeza y junto sus manos en su regazo, tenia miedo, temblaba, el mayor al notar eso puso su mano en el hombro del rubio.

-Puedes decirme lo que sea Yuri, confía en mi.- El menor respiro hondo y hablo.

-Vik... Nikiforov va a escapar.- El mayor tuvo que contenerse de arrancarle el hombro al mas joven del espasmo que le recorrió entero de pies a cabeza.

-.¿Que dijiste?

-Nikiforov va a escapar hoy mismo, en este momento esta en camino.- El mayor no espero más, tomo su teléfono y marco un numero, al ser tomada la llamada, Yuuri exclamo.

-¡CIERRA LA MALDITA PUERTA!...¡NO ME INTERESA! El auto numero ciento veintitrés, ¡¿Ya salio?!... ¡Averígualo! para eso te pago...Oh ¿En serio?... Ya veo... de acuerdo, bien, pero aun así, cierra todo, nadie entra, nadie sale... no me interesa, eso es todo. - Colgó la llamada y sin mirar al rubio se sentó en el sofá doble, quitándose los lentes y desabrochándose su saco y camisa.

   Soltó un suspiro, después una leve risita, hasta convertirse en una estruendosa carcajada. El rubio sintió miedo.

-Yu-yuuri.- El rubio trato de levantarse pero al segundo tenia una pistola apuntándole a la cabeza. Miro al azabache con miedo, tragando en seco, el rostro del mayor era serio, y después volvió a reír.

-Yuri~ Yuri~ Yu~rii~ ¡Yurio! - dijo canturreando, tal parecía que le divertía la situación-. Eres un idiota, un estúpido, un completo imbécil, mira que pagarme así todo lo que he hecho por ti.- Su rostro volvió a tornarse serio-. Tal vez debí dejar que te prostituyeran como la puta que eres. Todo mi esfuerzo ¿Para que?.- Se levanto del sofá y empezó a caminar por el lugar, sin dejar de apuntarle al rubio, el menor trato de agarrar su arma-. Ni lo intentes. Te clavaría una bala entre ceja y ceja antes de que siquiera toques el arma.- Comento con simpleza y negó con la cabeza, rió irónico-. Ya te lo había dicho Yurio, lo dije, te lo dije. Una falta más... una sola falta más... y ya no podrida seguir pasándolas por alto.- El rubio gimoteo, las lágrimas amenazaban con salir.

-Yuuri... no... por favor, no lo hagas.- las lagrimas le caían por las mejillas, empapando le las mejillas.

-Llora lo que quieras, antes que nada, quiero decirte que tu plan fracaso, encontraron a tu "hombre de completa confianza" en el auto volcado al lado del camino, la causa de muerte... Asfixia, lo ahorcaron, le arrancaron el aire lentamente de los pulmones, y a que no adivinas quien lo hizo... Así es, fue tu querido Viktor~.- El menor lloraba amargamente en silencio, había sido engañado de la manera mas patética y estas eran las consecuencias-. ¿Ultimas palabras?

-Gracias... por todo Yuuri .-El pelinegro cargo el arma, Yurio cerro los ojos -. Adiós 

-Te veo en el infierno Yurio.

   El sonido de una bala resonó en toda la mansión katsuki.














----------------------------------------------------

----------------------------------------------------

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Al borde del precipicio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora