Friction

891 71 4
                                    

Iason Mink había decidido, contra todo pronóstico, liberar a la mascota que llevaba tres años domesticando, y los demás élites habían recibido la noticia con júbilo. ¡Por fin se había dado cuenta de lo inadecuado de tener a ese sucio mestizo rondando por Eos y provocando inestabilidad en el resto de las Pets!

Júpiter también estaba contenta, ahora tenía el campo libre para poner a prueba sus teorías. Mientras observaba las interacciones de su Blondie favorito con el mestizo, había descubierto algoritmos nuevos y alucinantes. Si sólo mirando obtuvo todo eso, ¿hasta dónde podía llegar ahora que contaba con un cuerpo físico?. La computadora había cortado la conexión sensorial con Raoul y Iason volvía a ser su único interlocutor, por lo que nadie salvo su "hijo predilecto" podría llegar a darse cuenta de que la nueva Blondie, favorita de la Alta Sociedad de Eos, carecía de personalidad propia. Y Júpiter procuró escenificar muy bien la personalidad que había creado para Zeus Kerin delante de un Iason que, por otro lado, andaba bastante distraído.

Zeus acompañaba al líder del Sindicato a innumerables eventos, viajaba a su lado durante las visitas a las colonias planetarias y desempeñaba a la perfección su papel de Embajadora de Amoi en los Congresos Mercantiles. Los clases altas de las colonias, desconocedoras de las costumbres de los Blondies de Tanagura, comentaban excitadas que el impertérrito Iason Mink había escogido una pareja a su altura; e incluso en Midas se rumoreaba que la nueva Blondie era un experimento social, la primera de muchas cuyo objeto sería cambiar el concepto que se tenía de que los gobernantes de Eos eran unos asexuados androides sin corazón.

Lo cierto es que los planes de Júpiter para la Blondie eran mucho más simples e individualistas. Perdida en su obsesión, los posibles cambios en la mentalidad de su sociedad se la traían floja. Utilizando su cuerpo, la computadora deseaba experimentar esos sentimientos que podía vislumbrar compilando los logs generados por Iason durante los momentos de intimidad con su mascota.. Deseaba comprender, desentrañar el origen de las misteriosas variables en los comandos de su favorito, y comprobar si los mismos se producirían en sus propios parámetros al someter su cuerpo al toque del Blondie. Y no en último lugar, deseaba al propio Iason, que siempre la hubo fascinado con su curiosidad y deseos constantes de probarse a si mismo.

Pero Iason permanecía imperturbable a los encantos de Zeus y al cabo de innumerables intentos de acercamiento por el método tradicional, Júpiter debía reconocer que no caería tan fácilmente en sus redes. Si deseaba tener sexo con él, tendría que obligarle, ya que por si mismo no respondía a ninguna provocación directa o indirecta de la Blondie.

A los seis meses de la marcha de la mascota, el computador decidió que ya había dejado pasar suficiente tiempo y le convocó a su presencia. Introdujo un script automatizado en Zeus para que funcionase independientemente durante el tiempo que le tomase informar de sus deseos al Blondie y la vistió del modo más elegante y provocativo que pudo idear. Al llegar Iason a los aposentos de Zeus, era recibido por una dulce sonrisa y una copa de vino aderezada con los más costosos afrodisíacos. El Blondie aceptó la bebida sin poner pegas a las drogas y bebió un sorbo con el rostro inescrutable, mientras que en la holopantalla entre ambos se materializaba la silueta en forma de estatua de Júpiter.

Te preguntarás por qué he mandado llamaros...

Iason bebió otro trago, ignorando la pregunta retórica.

Hace ya varios meses que Zeus está entre nosotros y creo que eres consciente de lo adecuado de su desempeño, Iason.

— Puedo ver con claridad lo productiva y eficiente que es. ¿Y bien? ¿Cuándo la piensas nombrar tu Representante oficial? No me importaría verme liberado de tal honor, teniendo en cuenta la cantidad de obligaciones que tengo últimamente...

La Cuña de JúpiterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora