Capítulo 9/10

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5 semanas pasaron. 5 semanas intentando convencerme de que no quería a Mathias. Pero me fue imposible, lo necesitaba.

--- Agus..

--- ¿Qué pasa? --- Dijo sin levantar la mirada de un libro que estaba leyendo.

--- Me voy.--- Avisé decidido

--- ¿A dónde?

--- A Uruguay.--- Alzó la vista y me miró sorprendida.

--- ¿Cuándo?

--- Hoy a la tarde.

--- ¿Ya tenés los pasajes? ¿Les dijiste a Mathias y a Juan Pablo? Si querés les aviso yo.--- No sabía distinguir si su voz sonaba preocupada, sorprendida o una mezcla de ambas.

--- No les digas. No quiero que se enteren por ahora.--- Sinceramente no lo quería.

--- Okey...

--- Voy a armar las valijas.--- Dije y a continuación volví a mi cuarto.

Guardé todo lo que había llevado a Dubai y me puse a editar.

Fede: Ya está listo el video. Decile a Mathias y avisen por las redes.

Juan Pablo: ¿Seguís sin hablarte con Mathias?

Fede: Se

Juan Pablo: ¿Cuándo van a reconciliarse?

Fede: Juan Pablo, no tengo tiempo. Hacé lo que te dije y hablamos.

Visto.

Otro mensaje llegó.

Mathias: Federico, sé que estás en línea.

Mathias: Dale, por lo menos leé mis mensajes

Mathias: Federico estoy re mal, te necesito, necesito que vuelvas, necesito que todo vuelva a ser como antes.

Mathias: Mandame un mensaje cuando puedas.

Bloqueé el celular y me dispuse a
salir un rato para despejarme.

Fui a una plaza donde no había nadie. Me senté en una hamaca y me puse a pensar...¿En serio quería perdonar a Mathias?

Necesitaba hacer algo.

Federico: Mathias

Federico: ¿Vos me querés?

No tardó ni 5 segundos en
responder.

Mathias: No te quiero.

Mathias: Te amo

Mathias: Más que a nadie.

Dí un suspiro y me hamaqué con fuerza. ¿Qué debería hacer?

El resto de la tarde la pasé junto a Agus.

--- Creo que...Debo irme.

--- ¿Querés que te acompañe?

--- Nono, prefiero ir solo.

--- ¿Ya te vas? --- Preguntó mi cuñado, entrando a la sala.

Me limité a asentir y lo saludé.

--- Suerte.--- Fue lo único que dijo Agus y nos abrazamos.

--- Nos vemos.--- Agarré mi maleta y antes de salir les dediqué una sonrisa.

Me tomé un taxi hasta el aeropuerto y ahí me senté a esperar.

El avión venía en 2 horas así que fui a comer algo porque estaba muerto de hambre.
El resto de la espera la pasé sentado y aburrido
. Hasta que escuché la única voz que necesitaba escuchar.

¿Siempre juntos? Siempre. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora