No hay bruja más bella que tú (#1) (Sin Editar)

Capítulo 52

Último Embrujo.

***Un año después***

Pov. Anastasia Grey

Christian tuvo que viajar a New York por una semana por negocios. Me insistió para que fuera con él pero me negué ya que Teddy esta muy pequeño y esos viajes lo pone incómodo. Cómo no quise quedarme en la Escala y hable con mis padres para quedarme con ellos. Estuvieron felices por tenernos a Teddy y a mí en casa. 

Estoy en mi antigua habitación jugando con Teddy y su tierna sonrisa me llena de emoción. El toque tímido de la puerta hace levantar la mirada y veo a mi madre muy elegante. 

-Princesa, vine por el pequeño príncipe para dar un paseo. -Dice acercándose a la cama. -Ray, quiere llevarnos de tienda y después al parque y eso no lo podemos desaprovechar. 

-Madre, quieres hacer que Theodore siempre quiera más de lo que tiene y lo importante que debe aprender es que todo se gana y no con llorar le complazcan sus gustos.

-Vivo para consentir a mis príncipes y a mis pequeñas princesas. - Sonríe como niña con Teddy en sus brazos.

-De eso soy consciente, mamá. -Respondo levantándome de la cama para buscar la pañalera y unos biberones para su paseo. 

A veces pienso que se comporta peor que los niños. 

-Me olvidaba. - Se gira hacia mi. - Edward, Mia y la pequeña Alice regresan en dos días de París y esta casa se llenará de risas. Y sobretodo con... Se interrumpe por la hermosa carcajada de mi niño al ver entrar a mi padre.

-Pensé que habías olvidado nuestro paseo. - Dice tomándolo en brazos. 

Empieza a hacerle caras y la sonrisa tan genuina de mi pequeño lo derrite. No quiero imaginar cuando se enteren que estoy embarazada.

Los veo salir olvidándose de que existo entre mimos y risas con Ted. 

Edward dice que los padres nos dedicamos a darle la mejor crianza a los hijos y los abuelos malcrían a los nietos. Teniendo en casa el mejor el ejemplo. 

Su princesa es idéntica a su madre, pero así como con su madre él sabe sobrellevarla, pero cuando viene a casa es alguien totalmente diferente. Porque siempre que Alice está con esos abuelos y regresa a casa con ellos, llora por no conseguir lo que desea y solo dice:

"Me quiero ir con mi mami Carla. "

Christian y Elliot solo ponen cara de horror al verlo bufar exasperado escuchando sus constantes peleas con la pequeña Alice. Ahora le doy la razón y sé que Christian y yo tendremos problemas porque los niños suelen ser muy manipuladores a la hora de querer conseguir lo que desean. 

Corro al cuarto de baño porque las nauseas no me han permitido sostener alimentos y me siento algo agotada. Sabía que algo sucedía conmigo porque no resistía ver a Christian comer Muffins de arándanos y solo me pasó cuando estaba embarazada de Ted. Hace unos días me sentía extraña y sospechaba que podría ser, pero no quise apresurarme hasta confirmarlo con una cita medica. 

Me enteré de mi embarazo dos días después que Christian se fuera de viaje, por lo que he decidido no contarle a nadie hasta hablar con él . Tengo pensado dejar a Teddy con mis padres y preparar una cena para los dos ya tiene pautado regresar mañana en la tarde. 

Bajo las escaleras y veo a Minerva quien me sonríe con ternura. Sigo mi camino y llego a la piscina y me acomodo en una silla y cierro los ojos para descansar. 

-Qué buena vida se da, señora Grey. -Dice una voz ronca que tanto conozco, abro los ojos de golpe y su hermosa sonrisa hacen que mis mejillas toman ese color rosa que le fascina.