"¡Le gustas!"
No, definitivamente Belinda estaba equivocada. Durante los años que hemos coincidido en el mismo grupo de clase, su actitud hacia mí siempre ha sido la misma, le resultaba indiferente. A veces sí que me prestaba atención, pero solo para fastidiarme.
Sin embargo, a partir de aquel día, ha cambiado, pero de ahí a que la razón sea que le guste... ¡No, de eso nada! Él y yo no teníamos nada que ver. Somos completamente distintos. Estoy segura de que cuando pasen unos días volveríamos a la misma rutina de antes.
A la mañana siguiente, de camino al instituto Belinda aprovechando que estábamos solas volvió a insistir en el mismo tema.
¡Por Dios!...que pesadita se pone a veces- pensé mientras rodaba los ojos.
Al ver que nos estábamos acercando a la esquina en la que quedamos con Nina para ir juntas a clase y ver que ya nos estaba esperando, trate de que Belinda dejara el asunto porque no quería que nadie más lo supiera.
Cuando por fin se digno a mirar al frente y vio que estábamos cerca de Nina se apiado de mí y cambió de tema. Pero con una última mirada me indico que las cosas no quedaban así.
- Buenas, chicas, ¿qué tal? ¿Preparadas para un nuevo día?- pregunto con entusiasmo Nina cuando llegamos a su lado.
Como respuesta nosotras lanzamos un bufido para demostrarle que nosotras no estábamos tan entusiasmadas como ella por tener que ir a clase.
Cerca de la entrada del "manicomio" nos encontramos con Cecilia que estaba llegando justo en ese momento y unos pasos por detrás venia Tania corriendo.
Todas nos dimos cuenta, que seguía mal por el asunto de su padre y la madrastra de blancanieves. Tendríamos que hacer algo para ayudarla, al menos para que se animara un poco. Entramos al centro porque ya se nos hacia tarde y cada una tenía que irse a su clase.
Por fin llego la hora del recreo, mis amigas y yo, salvo Anabel y Cecilia, nos dirigimos hacia el patio y nos sentamos en un banco que quedaba libre. A lo lejos vimos pasar a Eloy.
- ¿Os acordáis de ayer? ¡Es tremenda la abuela de Tony!- comentó Tania riéndose a carcajadas.
Todas la seguimos riendo al recordar el suceso del parque con la abuela de Tony.
- ¡Qué vergüenza habrán pasado! Tenían unas caras... que lastima que no se nos ocurrió grabarlos con el móvil- añadió Belinda.
- Es verdad- respondió.- que pena sería un buen recuerdo.
De pronto vimos a Tony, el cual se dirigía directamente hacia nosotras. En su camino hacia donde nos encontrábamos, pude darme cuenta como algunas chicas lo observaban embobadas. Al llegar, se paró frente a nosotros y carraspeó la garganta antes de hablar.
- Escuchadme con atención, porque no lo volveré a repetir- dijo en tono amenazante- Ayer en el parque, no visteis nada ¿queda claro? Si abrís la boca os hago la vida a cuadritos- nos miró a cada una demostrando que hablaba completamente enserio y luego se fue por donde vino como si tal cosa.
Todas nos quedamos quietas en silencio durante unos minutos, ya que no nos lo esperábamos.
- Hola chicas, ¿y esas caras de mustias?
Al volvernos, vimos a Anabel y Cecilia que venían con dos paquetes de patatas fritas.
- Nada- respondió Nina seguido de un suspiro.
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Desapercibida... !Y una mierda¡
Novela JuvenilDe por sí ya es complicado pasar por la etapa de la adolescencia, pero se hace más complicado cuando encima tienes que tratar de sobrevivir en un infierno como es el instituto. Para Nadia, que siempre ha intentado pasar desapercibida, verá como desd...