Capítulo 6: Una fiesta, una amiga menos y un corazón roto.

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Al fin ha llegado el gran día, hoy es el cumpleaños de Anabel. No disponía de mucho tiempo y aun no sabía que ponerme. Me encontraba delante del armario probándome varias cosas pero no era capaz de decidirme. Por más combinaciones que probé ninguna me terminaba de convencer. Al final me decidí por unos leggins negros, una blusa y una chaqueta negra.

Una vez que estuve lista me mire en el espejo y me gusto lo que vi. No estaba mal, tenía el pelo completamente liso y me gustaba como me quedaba.

Estaba terminando de comprobar que llevaba todo, cuando oí el timbre de mi casa. Fui abrir la puerta y ahí estaba Belinda que venía a buscarme.

Mientras íbamos de camino a encontrarnos con las demás, hablábamos de lo que pensábamos que podíamos encontrarnos en la fiesta. Al llegar al punto de encuentro vimos que Tania y Nina ya estaban allí y a Cecilia venir acercándose.

A medida que estábamos más cerca del lugar de la fiesta, se podía oír la música. Tenía que reconocer que estaba un poco nerviosa. Nunca había estado en una fiesta de estas dimensiones. Ya dentro pudimos comprobar que aun faltaba mucha gente por llegar. Nos fijamos en que habían puesto una zona dedicada para las bebidas donde había una gran mesa y dos tanques llenos de botellas y hielo. En el fondo se encontraba el dj, rodeado de un gran número de nuestros compañeros de clase.

En la fiesta también había personas que eran más mayores. Empezamos a movernos saludando a los compañeros que nos íbamos encontrando. Mirando por todos lados encontré a Anabel hablando con dos chicas que al parecer eran de la pandilla de su novio Álvaro. Al girarse me fije en cómo iba vestida y me sorprendió bastante. Llevaba un vestido negro que para mi gusto era muy corto y ajustado, tacones altos y llevaba un maquillaje que la hacía parecer mayor.

Nos acercamos a ella para saludarla y felicitarle. Hubiésemos querido estar un rato más con ella, pero enseguida nos despacho excusando que tenía que saludar a unos amigos.

Al cabo de una hora, el lugar estaba a reventar. En el centro se formo una pista improvisada en la que adolescentes con un vaso en la mano bailaban al ritmo de la música tecno.

Estaba empezando a tener mucho calor, lo que hacía que comenzara a agobiarme por lo que decidí salir fuera un momento para calmarme.

Tania y Cecilia prefirieron quedarse dentro. Nosotras nos dirigimos a la puerta para salir y nos apoyamos en una pared cerca de la entrada. Estaba empezando a calmarme, mientras Belinda y Nina hablaban animadamente. No le estaba prestando mucha atención a lo que decían, por lo que me aburrí y comencé a mirar alrededor para ver quienes se encontraban en la fiesta.

Estaba abarrotado, pero a lo lejos encontré a David, estaba dando saltos al mismo tiempo que agarraba un vaso en su mano derecha, si no tenia cuidado podría verter su bebida encima de alguien o incluso encima suya. Negué con la cabeza, este chico nunca cambia.

Entre la multitud pude distinguir a Jaime. Estaba mirándolo cuando al volverse el también me vio. Me dedico una sonrisa y levanto la cabeza en forma de saludo. Deje a mis amigas allí y me acerque a saludarlo.

Tras aquel día en el que tras hacer el trabajo me confesó que era gay, nos hemos hecho muy buenos amigos.

- No sabía que tu también estabas invitado, aunque bueno se ve que ha invitado a todo el mundo- indique señalando a la multitud que había allí.

- Sí, la verdad es que sí.

- Aquí es imposible hablar, ¿Por qué no te vienes un rato a fuera? Así podremos hablar más tranquilamente sin tanto jaleo- sugerí.

Desapercibida... !Y una mierda¡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora