2 Personas, con diferentes orígenes, de diferente cultura, gustos totalmente diferentes y una visión totalmente diferente del mundo.
Pero con algo en común.
2 Maestros Asesinos ¿Podrán llevarse bien? ¿Dejarán a un lado sus diferencias por el bien de...
Desperté con un horrible dolor de cabeza. Di media vuelta en la cama y me encontré con alguien. Era Altaïr, no pude evitar apreciar las cicatrices de su espalda y lo marcada que estaba.
Comencé a recordar todo lo que paso anoche, me había embrigado y casi me había acostado con él, bueno,no se aprovecho de mí, supongo que es algo bueno. Aunque siendo sincera creo que esperaba que realmente pasara algo anoche.
Me levanté y me vestí tratando de hacer el menor ruido posible, no quería despertarlo y que me pidiera explicaciones sobre lo que paso.
Al salir me encontré con Malik quien llevaba unos planos.
-Hola Malik ¿Necesitas ayuda?- -¡______! Veo que sigues viva después de lo de anoche, si ,estoy ordenando unos planos en la biblioteca me vendría bien tu ayuda-
Luego de terminar de acomodar todos los planos Malik se despidió ya que debía volver a Jerusalén.
Oí música que venía del patio del castillo, al salir vi que estaban las mujeres bailando y pude ver que estaban enseñándole a Lucy como hacerlo.
Me acerqué y me ofrecieron enseñarme así que acepte y estuve todo lo que resta del día bailando.
Terminando de bailar, me volteo y me doy cuenta que Altaïr estaba mirándome y parecía llevar mucho rato allí.
Me sonrió, automáticamente sentí como mis mejillas ardían. Tratando de ignorarlo, pase por su lado dirigiéndome a la habitación para dormir.
A los pocos minutos llego él a la habitación.
-Bailas bien- -No te metas, es un tema mio- -Si me meto, te guste o no soy tu esposo y aquí las mujeres hacen lo que los hombres dicen-
Ese comentario me saco de mis casillas, nadie me habla así.
-Mira idiota, yo no dejo que nadie me diga lo que debo hacer y lo que no. Si a mi se me da la gana bailar lo hago, si a mi se me da la gana salir desnuda, lo hago y tú no eres mi superior como para detenerme. ¿Comprendes?- -Aquí no harás lo que quieras, tú me obedeceras a mi, corazón- -Pues fíjate que no, corazón- -Bien, sí asi lo quieres- Cerró la puerta con llave y se acercó a mi, uniendo nuestros labios en un largo y apasionado beso.
Se posicionó arriba de mi e inmovilizo mis manos encima de mi cabeza, luego las ató al cabezal de la cama. -Hagamos un trato, tú me bailas y yo te suelto, de lo contrario te dejare atada a la cama por el resto de tu vida- -Eres un imbecil, puedo romper la cama y escaparme ¿Lo sabias?- -Lo se pero yo te atrapare antes de que puedas correr a esconderte con tus amiguitas y te traere de vuelta aquí las veces que haga falta, te vuelvo a repetir cielo, bailame como lo hiciste esta tarde con esas mujeres y te dejaré ir- -No lo haré- -Supongo que tendrá que ser por las malas-
Al decir eso, ataco mi cuello besandolo y dejando múltiples marcas en él. Yo mordía mi labio para tratar de reprimir los gemidos que salían involuntariamente de mi boca. -P-Paraya- -Seguiré hasta que bailes para mí- Una de sus manos de introdujo dentro de mi ropa, acariciando mi seno y apretandolo, mientras que la otra invadía mi pantalón y acariciaba mi feminidad por encima de mi ropa interior. -Bailare para ti, solo para ya- -Buena decisión pequeña-
Solto mis manos, y salio de la habitación mientras yo acomodaba mi ropa. Volvió con un traje de bailarina y me dijo que me lo pusiera y empezara. Era demasiado revelador a mi gusto pero me lo puse igual y comencé.
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Altaïr miraba atento mi baile, hasta que se puso de pie, camino hacia mi y me beso nuevamente. Para luego susurrar a mi oído. -No era tan difícil ¿verdad?- Lamio el lóbulo de mi oreja y solté un pequeño jadeo.
Atacó nuevamente mi cuello, me tomó por la cintura y yo coloqué mis piernas alrededor de él, me soltó violentamente hacia la cama y en pocos minutos ambos estábamos completamente desnudos.
Tomó mis senos y comenzó a besarlos, con su mano libre introdujo primero un dedo en mi, dolía aunque no demasiado. -Tienes que relajarte- Esperó a que me acostumbrara a aquella sensación y empezó un lento vaivén. Luego introdujo un segundo dedo, haciendo un movimiento de tijera. Saco sus dedos, tomo su miembro y comenzó a introducirlo lentamente. -Ahg... duele- -Lo se, solo relajate y respira- Primero empezó con embestidas lentas, luego aumentó su ritmo y la profundidad de las embestidas. Dejé de sentir dolor, ahora solo era placer. - Ah~A-Altaïr, más fuerte- Obedeció y de pronto comenzaron embestidas totalmente frenéticas, sentía un cosquilleo en todo mi cuerpo, estaba por correrme y se notaba que el también. -_______, ya no aguanto, voy a correrme- -Solo hazlo- Terminamos al mismo tiempo, salio lentamente de mi y se recosto a mi lado. Me abrazo e hizo que me acostara en su pecho. -Altaïr...- -¿Que sucede?- -Creo que me estoy... mmh nada, déjalo no importa- -¿Estas segura?- -Si, no es nada importante- Me acomode y él se durmió al poco tiempo, yo quedé despierta pensando. ¿Realmente estaba apunto de decirle que me estaba enamorando? O mejor dicho ¿Realmente me estaba enamorando? Pasé al menos una hora pensando en todo esto, hasta que caí completamente dormida por el cansancio.