ADVERTENCIA: La historia que se narra a continuación está basada en hechos verídicos, el contenido de este artículo puede herir susceptibilidades. Se agradece la discreción del lector.
El 25 de mayo de 1928, el joven Edward Budd colocó un anuncio clasificado en la edición dominical del diario New York World que decía: "Hombre joven, 18 años, desea posicionarse en el país. Edward Budd, 406 West 15th Street".
El 28 de mayo de 1928 un hombre mayor y bien vestido que se presentó a sí mismo como Frank Howard, visitó a la familia Budd en Manhattan bajo pretexto de contratar a Edward. El hombre le ofreció al joven Budd 15 $ semanales a cambio de ayudarlo en su granja en Farmingdale.
Esta oferta fue aceptada con jubilo por toda la familia Budd que pasaba un momento económico difícil, el señor Howard quedó en recoger a Edward el sábado 2 de junio. Llegado este día la familia Budd recibió un telegrama de parte del Sr. Howard en el cual se disculpaba por no poder recoger a Edward ese día.
En cambio el Lunes 4 de Junio Frank Howard apareció en la puerta de la familia Budd, encantados de verlo lo invitaron a almorzar, durante el almuerzo Howard se comportó de manera encantadora, en especial con la hermana de Edward, Grace de 10 años de edad, antes de terminar la velada, el Sr. Howard invitó a Grace a una fiesta de cumpleaños en casa de su hermana casada, la madre de Grace, Delia, maravillada con el carácter bonachón del Sr. Howard, le dio permiso a su hija de acompañarlo a la fiesta.
No volvieron a verla nunca más.
La búsqueda de Grace duró 6 años, en los cuales se realizaron varios arrestos, aunque ninguno resultó ser el verdadero culpable, entonce el 11 de noviembre de 1934 la Sra. Budd recibió una carta anónima que decía lo siguiente: "Estimada Señora Budd. En 1894 un amigo mío fue enviado como asistente de plataforma en el barco de vapor Tacoma, el Capitán John Davis. Viajaron de San Francisco a Hong Kong, China. Al llegar ahí él y otros dos fueron a tierra y se embriagaron. Cuando regresaron el barco se había marchado. En aquel tiempo había hambruna en China. La carne de cualquier tipo costaba de 1-3 dólares por libra. Así tan grande era el sufrimiento entre lo más pobres que todos los niños menores de 12 años eran vendidos como alimentos en orden de mantener a los demás libres de morir de hambre. Un chico o chica menores de catorce años no estaban seguros en las calles. Usted podía entrar a cualquier tienda y pedir corte en filete o carne de estofado. La parte del cuerpo desnudo de un chico o chica sería sacada y lo que usted quisiera sería cortado de él. El trasero de un chico o chica la cual es la parte mas dulce del cuerpo era vendida como chuleta de ternera a un precio muy alto. John permaneció ahí durante mucho tiempo adquiriendo gusto por la carne humana. A su regreso a N.Y. robó a dos chicos uno de 7 y uno de 11 años de edad. Los llevó a su casa los despojó y desnudó y los ató a un armario. Entonces quemó todo lo que ellos portaban. Varias veces cada día y cada noche los azotó -los torturó – para hacer su carne buena y tierna. Primero mató al chico de 11 años de edad porque tenía el trasero más gordo y por supuesto una mayor cantidad de carne en él. Cada parte de su cuerpo fue cocinado y comido excepto la cabeza, huesos e intestinos. Fue asado en el horno (todo su trasero), hervido, asado, frito y estofado. El chico pequeño fue el siguiente, fue de la misma manera. En aquel tiempo, yo vivía en la calle 409 E 100 cercana a la derecha. Él me decía frecuentemente cuan buena era la carne humana, que decidí probarla.El domingo 3 de junio de 1928, yo le visité en el 406 W calle 15. Le llevé un pote de queso y fresas. Almorzamos, Grace se sentó en mi regazo y me besó. Decidí comerla. Con el pretexto de llevarla a una fiesta. Usted dijo que sí, que ella podría ir. La llevé a una casa vacía en Westchester que yo ya había escogido. Cuando llegamos, le dije que se quedara afuera. Ella recogió flores, subí y me quite mis ropas. Yo sabía que si no lo hacía las habría de manchar con su sangre. Cuando todo estuvo listo, me asomé a la ventana y la llamé. Entonces me oculté en un armario hasta que ella estuvo en la habitación. Cuando ella me vio completamente desnudo comenzó a llorar y a tratar de correr escaleras abajo. La atrapé y me dijo que se lo diría a su mamá. La desnudé. Pateó y me rasguñó. La estrangulé y entonces la corté en pequeños pedazos para poder llevarme la carne a mis habitaciones. La cociné y comí. Cuan dulce y tierno fue su trasero asado en el horno. Me llevó nueve días comer su cuerpo entero. No la violé aunque podría haberlo hecho si lo hubiera deseado. Murió virgen."
Investigaciones posteriores dieron con el paradero del autor de la carta el Sr. Albert Hamilton Fish, alias "Frank Howard".
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Tienes miedo ? ...
HororEste libro se trata de historias de terror REALES , no reales, leyendas urbanas, arruinainfancias y rituales.