Molly tocó a la puerta.
- Te dije que quiero estar solo Alicia.
Y abrió la puerta con suavidad. Estaba todo oscuro, solo iluminado con la lámpara que estaba alado de su cama.
El se levantó de golpe.
- Molly...
- Lamento ser tan inoportuna y venir cuando quieres estar solo y más aún siendo yo... Pero tenía que hacerlo por qué no estaba segura si acaso habías escuchado lo que te mande.
Se acercó a ella y le tomó el rostro.
- Momo... Mírate.
Tenía el maquillaje corrido, estaba despeinada y se veían los golpes que Evan le había dado. Pero no lo había notado antes por qué estaba aturdido y furioso.
- Te golpeo, ese maldito te golpeo.
Ella sonrió con lágrimas en sus ojos.
- ¿Te importa?
El sonrió y le secó las lágrimas con sus pequeños pulgares.
- Claro que si... Todo lo que dije es mentira, no sé cómo pude atreverme a pensar que pudiste haberme traicionado... Si yo sé que me amas y yo te amo.
Y ambos se dieron un fuerte y cálido abrazo.
- Perdóname Momo, no te merezco, no merezco a alguien tan maravillosa como tú.
Se sonrojó y no respondió, solo le brindó una sonrisa.
- Ya es tarde. -se le acercó - hay que prepararnos para dormir.
Y comenzó a desabotonarle la camisa.
El abrió los ojos muy grande.- Momo...
Le saco la camiseta exponiendo su suave torso, el cual miro con una sonrisa.
- Tu cuerpo ha cambiado... Te has ensanchado, me gusta.
- ¿Me estás seduciendo cariño?
Dio una risita avergonzada.
- Quizás, ya sabes, ha pasado mucho tiempo desde que te vi así.
El la agarró de la cintura y la pego a su cuerpo para besar sus labios.
Le tomó la mano y caminó hacia el baño.
- Anda amor.
~
El estaba sentado en la bañera, llena de espuma, al igual que su cabellera, la cual tallaba Molly.
- ¿Encontraste a Bubble Gum?
- Si, al principio me preocupe, pero algo me decía que él estaría por ahí. El y yo tenemos una conexión muy fuerte, si estoy con el siento que tengo una parte de mi mamá conmigo, por eso es tan especial e importante para mí. -abrió la regadera para enjuagarle el cabello.
El cerró los ojos e inclinó la cabeza. Al observar el como el agua se deslizaba por su cuello y esa manzana sobresaltada, se estremeció por un momento pero regresó.
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El pequeño murió.
RandomParecía ser un niño tierno, dulce, un chico del que cualquiera se podría aprovechar, ingenuo, indefenso, delgado, pequeño, fácil de molestar y así lo hacían sus compañeros. Ella lo rescató y lo ayudó a crecer, a ser fuerte. Ambos se enamoraron, todo...