Capítulo 14: Nuevo comienzo.

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Molly tocó a la puerta.

- Te dije que quiero estar solo Alicia.

Y abrió la puerta con suavidad. Estaba todo oscuro, solo iluminado con la lámpara que estaba alado de su cama.

El se levantó de golpe.

- Molly...

- Lamento ser tan inoportuna y venir cuando quieres estar solo y más aún siendo yo... Pero tenía que hacerlo por qué no estaba segura si acaso habías escuchado lo que te mande.

Se acercó a ella y le tomó el rostro.

- Momo... Mírate.

Tenía el maquillaje corrido, estaba despeinada y se veían los golpes que Evan le había dado. Pero no lo había notado antes por qué estaba aturdido y furioso.

- Te golpeo, ese maldito te golpeo.

Ella sonrió con lágrimas en sus ojos.

- ¿Te importa?

El sonrió y le secó las lágrimas con sus pequeños pulgares.

- Claro que si... Todo lo que dije es mentira, no sé cómo pude atreverme a pensar que pudiste haberme traicionado... Si yo sé que me amas y yo te amo.

Y ambos se dieron un fuerte y cálido abrazo.

- Perdóname Momo, no te merezco, no merezco a alguien tan maravillosa como tú.

Se sonrojó y no respondió, solo le brindó una sonrisa.

- Ya es tarde. -se le acercó - hay que prepararnos para dormir.

Y comenzó a desabotonarle la camisa.
El abrió los ojos muy grande.

- Momo...

Le saco la camiseta exponiendo su suave torso, el cual miro con una sonrisa.

- Tu cuerpo ha cambiado... Te has ensanchado, me gusta.

- ¿Me estás seduciendo cariño?

Dio una risita avergonzada.

- Quizás, ya sabes, ha pasado mucho tiempo desde que te vi así.

El la agarró de la cintura y la pego a su cuerpo para besar sus labios.

Le tomó la mano y caminó hacia el baño.

- Anda amor.

~

El estaba sentado en la bañera, llena de espuma, al igual que su cabellera, la cual tallaba Molly.

- ¿Encontraste a Bubble Gum?

- Si, al principio me preocupe, pero algo me decía que él estaría por ahí. El y yo tenemos una conexión muy fuerte, si estoy con el siento que tengo una parte de mi mamá conmigo, por eso es tan especial e importante para mí. -abrió la regadera para enjuagarle el cabello.

El cerró los ojos e inclinó la cabeza. Al observar el como el agua se deslizaba por su cuello y esa manzana sobresaltada, se estremeció por un momento pero regresó.

El pequeño murió. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora