Quejidos de dolor se escuchaban a lo lejos en el pasillo. Se escuchaban cada vez más cerca y con claridad por que las clases habían terminado.
Molly Crafford caminó hasta donde provenían estos y lo hizo con temor que se veía reflejado en sus delgadas piernas.- ¿Hola? -cuestionó bajito.
Como pudo, el chico pelinegro y complexión delgada, salió detrás del basurero, arrastrándose con los brazos, con el rostro viendo hacia el suelo.
- ¡Dios mío! -se acercó a el. - ¿te encuentras bien?
Y el chico levantó el rostro, el cual estaba sucio, golpeado y con sangre, y le sostuvo la mirada con los ojos vidriosos por las lágrimas que brotaban de ellos.
Era Taemin Lee.- Ayudame. -suplicó.
- Claro que te ayudaré. -se puso de cunclillas tras el - Tienes que ponerte boca arriba.
El lo hizo y ella le dio su mano.
- Vamos, ahora tienes que levantarte.
Con dificultad se levantó, solamente quedando sentado.
- Tienes que ponerte de pie.
- Espera, no puedo tan rápido, me rompí un tobillo.
- ¿Quien te golpeó?
Taemin tragó saliva y la miró unos segundos, en silencio.
- Esta bien, dime luego. -miró alrededor. - Vamos, apoyate sobre el pie que no esta lastimado.
El lo hizo apoyandose de ella y quedó de pie.
Eran de la misma estatura.- ¡Ahhh! -se quejó - me duele todo.
- Espera, tengo una idea. -le quitó el brazo de encima.
El se sorprendió, no sabía que iba a hacer.
De pronto, ella le dio la espalda y se agachó un poco frente a el.- Sube. -ordenó.
El no dijo palabra y tampoco hizo nada.
- Anda, sube por favor, vamos a tardar siglos si te llevo cojeando de un pie.
- T-tu, ¿puedes?
Ella suspiró casi ofendida.
- Claro que puedo, si no no lo haría... Por favor no te dejes llevar por mi complexión delgada, soy una persona bastante fuerte.
A Taemin le impresionó escuchar esas palabras, pues el quería poder pronunciar las mismas. El era muy fuerte pese a ser delgado, pero aun no lo sabía.
Volvió a tragar saliva y lentamente le rodeó el cuello con los brazos.Ella se levantó y le agarró ambas piernas.
Caminó hacia la enfermería y al asomarse por la ventanilla, no pudo ver a nadie.
- ¿Hola?, ¿hay alguien ahí?
Nadie respondió.
- Rayos, parece que no hay nadie.
Taemin no dijo nada nuevamente, solo continuaba llorando y sollozando.
- Ok, agarrate fuerte, pequeño.
El se recargó en ella y se aferró mas fuerte.
Y comenzó a correr hacia la calle.
- Por aquí me pareció ver un hospital.
Dio la vuelta en la esquina y ahí estaba una clínica.
- ¡Gracias a Dios!, yo sabia que la había visto -dijo con alegría.
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El pequeño murió.
RandomParecía ser un niño tierno, dulce, un chico del que cualquiera se podría aprovechar, ingenuo, indefenso, delgado, pequeño, fácil de molestar y así lo hacían sus compañeros. Ella lo rescató y lo ayudó a crecer, a ser fuerte. Ambos se enamoraron, todo...