Molly estuvo un buen rato pensando, quizás estaba exagerando con enojarse, sobre todo con sentir que Taemin estaba comportándose de aquella manera que la aterraba, quizás solo estaba molesto, o ya había cambiado su forma de ser, además estaba consciente de que podía haber sido coqueta sin intención, de que el no estaba acostumbrado a verla con algún otro que no fuera el y tampoco estaba acostumbrado a charlar con otras chicas. Había sido una tonta pelea por nada, solo era cuestión de hablar sin estar enojados y dejar las cosas en claro.
Tomó el celular con la intención de llamarle, pero de pronto alguien tocó a la puerta de su habitación.
- Voy.
Y al abrir ahí estaba Taemin.
- Taemin, ¿qué haces aquí?
Se asomó a los lados para ver si estaba Lexa y esta le sobresaltó.
- Yo lo deje entrar para que hablaran.
- Ah...
La miró raro, le extrañaba que lo hubiese dejado pasar.
- Pero voy a estar checandolos, ¿ok?
- Ok, ¿y Logan?
- No te preocupes, llega hasta mañana, sabes que si el estuviera no lo hubiera dejado pasara hasta acá.
- Ufff, lo sé.
- Bueno, los dejo niños, pórtense bien. -dijo con los ojos entreabiertos.
Ambos sonrieron.
- Gracias Lexa. -dijo el.
Cerraron la puerta y ella se sentó en la cama.
- Estaba por llamarte.
El se sorprendió.
- ¿No estas enojada?
Dio un gran suspiro.
- Lo estaba. -se cruzó de brazos. - Pero lo pensé muy seriamente y, no podemos estar peleándonos y enojándonos por tonterías o por celos, creo que debemos ser más maduros respecto a nosotros, ¿no lo crees?
El se sentó alado de ella.
- Si, tienes toda la razón, la verdad, quiero disculparme, esto es mi culpa, creo que exageré mucho, no quería hacerte enojar ni nada, pero es que... Tú eres una chica tan hermosa, buena, tierna y amorosa, que tenerte como novia es un tesoro y aún más siendo ya sabes, alguien poco agraciado y raro... Por eso te quiero solo para mí.
Le enterneció escucharle decir eso.
- Oww, Minie, no digas eso. -le dió un besito en la mejilla. - Tu eres mi pequeño hermoso, ¿lo sabías?
El sonrió.
- Lo sé.
La abrazó pegándola a su cuerpo y pegando sus labios a los de ella, besándolos lentamente.
Ella le correspondió de inmediato rodeándole el cuello con sus brazos.
Luego la temperatura aumentó cuando profundizaron el beso y las caricias aparecieron.
Ella se quería perder con el, pero recordó que Lexa la mataría si la descubría haciendo algo indebido.
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El pequeño murió.
De TodoParecía ser un niño tierno, dulce, un chico del que cualquiera se podría aprovechar, ingenuo, indefenso, delgado, pequeño, fácil de molestar y así lo hacían sus compañeros. Ella lo rescató y lo ayudó a crecer, a ser fuerte. Ambos se enamoraron, todo...