El primer pensamiento de Cass al despertar fue Lucas, tenía ganas de verlo y la noche anterior había notado algo extraño en él cuando le habló por teléfono.
Cuando le había preguntado si ella se encontraba bien, su voz tenía una inquietud inexplicable.
Así que cerca del mediodía lo llamó.
-Hola –contestaron y ella pudo percibir voces en el fondo, por lo visto estaba trabajando. Cass sintió un ataque de timidez, no recordaba la última vez que ella había tomado la iniciativa.
-Hola, yo ...¿Estás muy ocupado? –preguntó.
-Hola Cassandra, me temo que sí. ¿Necesitabas algo?-preguntó y su voz sonó algo distante.
-No .Sólo quería hablar contigo.
-Eso es bueno.-dijo él y ella pudo percibir un cambio en su tono.
-Sí, lo es.
-¿Y tú, estás muy ocupada?
-Un poco tengo que preparar algunas cosas para el trabajo – dijo mirando los planos que tenía dispersos sobre la mesa.
-¿Ese del que no podemos hablar?
-Ese, aunque tengo que resolver unas cosas en unos días y entonces la próxima vez que nos veamos ya podré contarte –dijo ella pensando que después de la reunión con el cliente de Tom ya habría tomado una resolución sobre su vida laboral.
-Eso me gusta más aún, prometo que aun así no te aburriré con cuestiones laborales ¿También se acaba la veda en cuanto a asuntos familiares?
-No, eso aún no.-contestó ella pensando en los terribles deseos de cometer fratricidio. Intentaba acercarse a Lucas, por lo tanto mencionar a un entrometido quinteto de hermanos mayores no era buena idea.
-Bueno, algo es algo –dijo él y a ella le pareció adivinar que estaba sonriendo.
-Supongo que sí.
-¿Y mañana? ¿También estás ocupada?
-Sí, me temo que tengo un compromiso –contestó ella recordando que sus hermanos le habían pedido que los acompañara a cenar o algo así y que ella estaba demasiado distraída mirando tele por lo que había aceptado casi sin darse cuenta.
-Entonces, ¿cuándo podremos vernos?
-El viernes estoy libre –sugirió ella.
-Perfecto, entonces Cassandra Calahan ese día eres toda mía-dijo él y Cass se sonrojó, por suerte estaban al teléfono porque él hubiera tenido muy mala idea de ella al ver como se ponía ante aquellas palabras dichas al azar.
-Es un trato-contestó la chica y después de saludarlo cortó la comunicación.
Con una sonrisa, Cass se puso a trabajar nuevamente .En ese momento Garreth se asomó a su cuarto.
-¿Quieres algún bocadillo? Dylan se preparó unos sándwiches muy tentadores, puedo robar un para ti-propuso con una sonrisa endiablada.
-Sí, tengo un poco de hambre.
-Y estás sonriendo, parece que de verdad necesitabas volver a trabajar –comentó y ella no lo sacó de su error. Su sonrisa no se debía al trabajo.
"Algo huele mal en Dinamarca" – se dijo Cass a sí misma la noche siguiente.
Sus hermanos habían hablado de llevarla a cenar, pero algo no cerraba.
Le habían dicho que a las 9 .30 debía estar lista y llevaban un rato urgiéndola a que se arreglara, sin mencionar que todo el día habían estado insoportables.
ESTÁS LEYENDO
Operación Cupido
Literatura KobiecaCassandra ha pasado momentos difíciles y ahora sólo quiere un poco de tranquilidad, peros sus hermanos, el quinteto O'Bannon, tienen planes diferentes. Ellos están decididos a interferir en la vida amorosa de su hermanita y encontrarle al hombre id...