El inicio del tormento

86 3 2
                                    


19. El inicio del tormento

Rose.

La joven Slytherin, llevaba toda la mañana pensando en que podía haber provocado una alucinación tan vivida como lo fue su visión y su conversación con el Mago del báculo. Según sus elucubraciones posiblemente en pociones aspirase polvo de Billywig y por ello dado a un extraño retraso de la llegada de las alucinaciones ella durante la clase de transformaciones tuvo esa alucinación... si seguro que todo era debido a eso. Por lo tanto no hacia falta decirles nada a los chicos ni inquietarles.

Al pensar en la posibilidad de inquietar a los chicos se dio cuenta de que todo el mundo miraba hacia Scorpius y Albus con... lastima.

Le pregunto a una compañera de quinto curso, y le paso un ejemplar de El Profeta de ese mismo día:

La misteriosa desaparición del señor Draco Malfoy en su mansión.

Hoy a primera hora de la mañana, un informador perteneciente al cuerpo de aurores del ministerio (que no quiere que su nombre salga a la luz para evitar problemas con sus melindrosos superiores) nos a entregado en primicia el informe sobre la desaparición de Draco Malfoy en su mansión.

Al parecer el cuerpo de aurores fue alertado por un elfo domestico de nombre Kreacher, (J.K dijo que Kreacher no volvió a vivir con los Potter pues Harry le concedió la libertad y el se lo tomo como su deber de servidumbre a su amo Draco) de que varios magos enmascarados habían superado las defensas de la mansión Malfoy y estaban entablando duelo con su amo.

Efectivamente cuando el cuerpo de Aurores liderado por Potter apareció en la entrada de la mansión, se encontraron con que la misma había sido lanzada hacia el interior de los jardines por una magia poderosa. Los signos de batalla se veían como miembros amputados por el camino a la entrada del edificio o grandes manchas de sangre, seguramente provocadas por hechizos trampa.

Pero para gran estupefacción de los autores la escena de la batalla dentro del vestíbulo de la mansión en el que encontraron cinco cadáveres de magos que se habían desangrado por distintas heridas mágicas (ningún indicio del maleficio mortal) y ninguno de ellos era el señor Draco Malfoy, quien a todas luces se pudo defender de sus agresores durante cierto tiempo pero finalmente el mayor numero le supero y se lo llevaron con el.

Ahora la pregunta que les hacemos a todos ustedes es:

¿Creen que Draco Malfoy, un mortifago convicto se merece tal destino?.

La indignación de Rose fue grande, pero más aún el miedo por cómo podía tomarse todo aquello Scorpius, de forma lenta y metódica se alejó de la mesa de Slytherin en dirección a sus amigos que eran tan felices en la ignorancia, portando con ella el periódico, para darle a su amigo la terrible noticia.

Cuando se encontraba detrás de los chicos sin ningún tipo de compasión o pudor le puso en las manos el periódico a Scorpius, quien rápidamente leyó el titular y todo rastro de sonrisa se borró de su rostro, le arrebato el periódico con prisa a su mejor amiga y leyó en silencio, sin dejar que ninguna emoción aflorase a su rostro de mármol, el artículo que versaba sobre el secuestro de su padre. Finalmente le paso el periódico a Albus quien a medida que lo iba leyendo iba abriendo los ojos hasta el límite impuesto por sus parpados.

— Scorp...

— Al fin a sucedido. Mi padre sospechaba que algo así podía suceder, con todos esos asesinatos a magos o Muggles que colaboraron con los mortifagos o estuvieron bajo sospecha de serlo. Finalmente se junto un grupo de insatisfechos con la política del Ministerio de Magia que creen poder tomarse la justicia por su mano. Padre sabrá que hacer, estoy seguro de eso.

— ¡Scorpius Hyperion Malfoy! —. Scorpius miro sorprendido a su amigo, poco acostumbrado a que este alzase la voz sea cual sea la situación—. Si crees que puedes encerrarte en un maldito bunker de frialdad Malfoy estas muy equivocado, vamos a hablar con mi padre ahora mismo y que el nos diga la verdad... no ese aguachirri que El Profeta toma por la verdad. ¡Sin rechistar!.

Scorpius abrumado fue dirigido por Albus y seguido a su vez por Rose al despacho de la Directora la cual no se mostro demasiado sorprendida de tener a los muchachos en la puerta de su despacho.

— Señor Malfoy, Señor Potter, Señorita Weasley/Granger, vienen justo en el momento indicado. Justamente iba a mandar a llamarles, el Jefe de Aurores— matizo en señal de que Harry se encontraba allí por trabajo y no como padre—. Se encuentra aquí para hablar con usted, señor Malfoy. Vosotros podéis esperar aquí.

Hizo pasar a Scorpius a su despacho, que conservaba el toque característico de Albus Percival Wulfrid Brian Dumbledore, con sus aparatitos de plata que soltaban pequeñas humaredas blancas, la percha de Fawkes el fénix que hace tantos años se fue y aun no había encontrado motivo para regresar. Aunque también habían añadidos nuevos como los montones ordenados de publicaciones de revistas sobre la transformación y un... ¿escalador para gatos?. Los retratos de los anteriores directores le miraron solemnes, hastiados y curiosos, en especial el de Severus Snape quien le miraba con brillo en sus ojos negros reconociendo al hijo de su ahijado. Harry se encontraba de pie hablando con el anteriormente mencionado y con el retrato de Albus Dumbledore, pero cuando se percato de su presencia dejo la conversación y les dio la espalda a los retratos.

— Scorpius, siento mucho todo lo que a sucedido, pero tengo poco tiempo. Serán unas preguntas, yo hare una y tu otra; ¿de acuerdo?.

— Si, señor Potter.

— ¿Tu padre a recibido amenazas en los últimos seis meses?.

— Desde el día en que el ministerio de magia decreto la absolución de su condena recibe cartas amenazantes, y no hay día en que los elfos quemen un par de decenas de esas cartas. Me toca, ¿Qué cree usted que a pasado, señor?.

— Creo que un grupo estimado de entre seis y diez magos asaltaron la mansión Malfoy, al menos uno de ellos tuvo que ser lo bastante poderoso como para poder derribar las defensas exteriores de la finca, tu padre un gran duelista tras años de entrenamiento pudo derribar a tres, otros dos murieron a causa de mutilaciones provocadas por las trampas defensivas del jardín. Finalmente la superioridad numérica se impuso y tu padre mando a Kreacher quien combatía a su lado a buscarme, esperando poder mantener su posición hasta que llegase con los aurores para apoyarle. Esto lo sabemos por Kreacher, también sabemos que tu madre y abuela se encuentran en parís visitando a unas amigas. Lamento no haber llegado antes, Scorpius, yo...

— Encuentre a mi padre, señor Potter, confió en usted para que lo encuentre y lo salve de esos locos.

— Lo hare. Directora Mcgonagall, me temo que debo irme en este mismo instante hacia el ministerio, hay mucho trabajo por hacer.

— Vaya Potter.

La directora miro al joven que desolado miraba la pared, sabiendo que dentro de poco todo respiro seria imposible y la intimidad un lujo, dejo entrar a sus amigos y se marcho, dándoles asi un rato de intimidad para asimilar la situación.

Lnm

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 11, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El fenix de Albus Severus PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora