Cafetería.

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Llegamos a la cafetería y escogimos un lugar, al lado de la ventana, ya que Alex adoraba eso.
Hablamos un rato sobre nuestro día entre otros temas, pero decidí hablarle sobre lo que realmente me interesaba, así que interrumpí su conversación y le dije:
–Emm, Alex, ¿recuerdas que quería hablarte sobre algo?
–Ah, si amor, perdóname, lo olvidé por completo.
–Bueno, tú sabes que estoy muy nerviosa por el tema de la universidad y todo eso, y quiero hablar sobre nuestra relación.
–Si, lo sé y sabes que tienes todo mi apoyo, pero, ¿porqué nuestra relación tendría algo que ver?
–Justamente por eso, porque ambos nos iremos a distintas universidades, nuestros caminos se van a separar.
–Mery, estamos todo el día juntos, eso no cambiará tanto, solamente tendremos distintas prioridades, tranquila.
–No Alex, tú no entiendes, yo no voy a estudiar en Montevideo.
–¿Qué?
–Quizás me vaya un poco lejos.
–Mery, tienes que estar bromeando, ¡dime que estás bromeando!
Alex se alteró al escucharme decir eso, golpeó la mesa y me gritó:
–¡Si vas a irte, olvídate ahora mismo de mí!
En ese momento, mi corazón se endureció, y lentamente, se rompió un poco, jamás hubiera pensado que Alex me hubiera hablado de esa manera.
Pero no respondí nada, sólo me retiré de la cafetería llorando.
Esa había sido nuestra primera discusión, y dolió, enserio, dolió muchísimo.

Después del primer amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora