Estos son los escritos del primero de los Inquisidores, en una época tan antigua y oscura que nadie recordará jamás. Palabras para los supervivientes de la masacre, aquellos que se alzaron contra el Mal y prevalecieron; los herederos del nuevo futuro que se nos ha otorgado.
Escuchadme, reyes de la tierra; inclinad vuestros oídos a mis palabras, gobernadores de todas las naciones. Porque de ella saldrán verdad y sabiduría, conocimiento para que no erréis por los mismos caminos que vuestros padres.
Ciertamente estas palabras no perecerán ni serán eliminadas hasta el fin de los tiempos, pues no hablo por mí mismo, sino de lo que veo y escucho, eso hablo. Y lo que atestiguo es veraz, pues la misma arma que usé contra vuestros asesinos, esa os es cedida ahora a través de estas líneas.
La sabiduría edificó su casa. Ella labró sus siete columnas, preparó su carne, mezcló su vino, aderezó su mesa y llamó sobre los lugares altos de la ciudad: "Quienquiera que sea simple, venga aquí. Abandona toda simpleza, vive y anda en la senda del entendimiento. El que corrige al burlador, logra para sí vergüenza, y el que reprende a un hombre malo consigue para si baldón. No reprendas a un burlador, no sea que te odie. Reprende al sabio, él te lo agradecerá; si tú eres sabio, eres sabio para ti, y si te burlas, sólo tú lo soportaras".
Está en el camino de la vida el que acepta la instrucción, pero yerra el que se aparta de la reprensión. El que ama el conocimiento ama la reprensión, pero el que es bruto odia la reprensión.
En la multitud de palabras no falta transgresión, pero el que refrena sus labios es sensato; la lengua del justo es como plata fina. El corazón del malvado vale poco. Los labios del justo alimentan a muchos, pero el tonto muere por falta de comprensión. El hombre justo tiene en consideración la vida de sus animales, pero las compasiones de los inicuos son crueles.
Es como una diversión par el insensato el mal hacer, y del mismo modo la sabiduría para el inteligente.
Las riquezas de nada sirven en el día de la ira, mas la justicia libra de la muerte. El que confía en sus riquezas caerá, pero el justo florecerá.
La rectitud del sincero enderezará su camino, mas el inicuo caerá por su propia iniquidad. La rectitud del justo los librará, pero el impío será atrapado en sus mismas tretas.
El que desprecia a su prójimo carece de entendimiento, pero el hombre inteligente se mantiene en paz. El que anda chismeando revela secretos, pero el que es de espíritu fiel los sabe guardar.
Donde no hay dirección sabia, el pueblo cae; pero en la multitud de consejeros hay seguridad. Al que retiene el trigo, el pueblo le insultará, pero serán las alabanzas sobre la cabeza de quien lo vende justamente.
La firme rectitud tiende a la vida, pero el que anda tras el mal encontrará la muerte y justo juicio. ¡Mi mano sea sobre él! El malvado no saldrá sin castigo, pero los justos escaparán de él.
El que labra su tierra tendrá abundante pan, pero el que sigue tras cosas vanas carece de entendimiento, pues va tras su desdicha. El hombre perezoso no cazará su presa, pero la riqueza más preciosa de un hombre es su diligencia.
El que estas cosas entienda y haga, comenzará a seguir la sabiduría y la rectitud, pues en el camino de la rectitud está la vida, y en su sendero no hay muerte.
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sobre el autor:
"...llevo más de tres años a pleno rendimiento en el mundo de la escritura. Aunque mi "iniciación" a lo artístico comenzó con el dibujo ( de ahí que todos mis escritos tengan dibujos) fui decantándome más por la parte de literatura, siendo los poemas y la narrativa algo que me apasiona realmente..." lee más en @CentralCovenant
