Cáncer
Lo primero que llega a mis oídos, es el sonido estruendoso y atronador de un grito, no sé si es de terror, pero no me detengo a pensarlo. Simplemente dudo si ir en aquella dirección o buscar ayuda. Por alguna razón que aún no termino de comprender, mis piernas se mueven, llevándome hasta la habitación donde se encuentran Piscis y Acuario. Antes de que se me permita abrir la puerta y entrar, Aries y Sagitario son quienes hacen esta acción. Ambos con armas en manos, dispuestos a atacar a aquello que haya causado esa reacción en uno de los signos, sin embargo se detienen cuando admiran la escena. Mis ojos se clavan en Libra y Géminis, ambas frente a los otros dos signos quienes les miran... esperen, se están moviendo. ¡Han regresado!
— ¡Vaya! Hasta que al fin llegan. — Bromea el chico de cabello blanco. Primero clavando su mirada en las dos chicas frente a él y luego en nosotros. — ¿Cuánto tiempo más nos iban hacer esperar?
— ¿Cuánto—Comienza Libra. —... llevan así?
—Casi una semana. — Suspira mi hermana. — Pensé que vendrían antes o algo así.
— ¿Qué? ¿Si ya habían regresado, por que no fueron a encontrarnos? ¿Qué hacen aun ahí?— Interroga la de cabellos azules y entiendo que este un poco histérica.
—No podemos movernos. — Declaran ambos signos, permaneciendo en la misma posición. De rodillas frente a una pared. Han estado así desde hace bastante tiempo, desde que Poseidón los mando a hacer aquel juicio.
— ¿En serio no pueden moverse?— Cuestiona Sagitario.
—No, bueno, un poco, como ves, podemos mover todo lo que esta para arriba de nuestro cuello y ya podemos mover un poco los dedos y las muñecas, pero no es gran cosa.
—Además— Continua Piscis. —, es como si nuestro cuerpo estuviera dormido.
—Debemos decirle a Poseidón. — Murmuro aunque no en voz suficientemente baja como para solo escucharlo yo, pues todo el mundo clava sus ojos en mí. — Él debe saber que les ocurre y así ayudarles a recuperar el movimiento.
Los demás cruzan una mirada cómplice y luego asienten en dirección a mí, dándome a entender que aceptan la idea.
—Vuelvo enseguida. — Afirmo y comienzo a correr por los pasillos como si algo me estuviese persiguiendo.
Después de cruzar largos pasillos y tropezarme un par de veces, llegue donde el Dios del mar para explicarle lo que estaba sucediendo. Me sonríe de manera amable y puedo notar que está muy calmado. Ambos regresamos a la habitación, ahora yo con un paso más ligero. Entramos al lugar donde los dos signos permanecen en sus posiciones.
Poseidón los revisa, les interroga un poco y después de lo que me parecen un par de minutos, les mira con cierto orgullo.
—Listo, el juicio ha sido cumplido. — Dice. — Ya podrán usar la caja que les he dado.
— ¿Qué hay con nuestro cuerpo?— Cuestiona Acuario.
—Nada de lo que deban preocuparse. Su cuerpo esta adormecido por el juicio, después de un par de días más se pasará el efecto y ustedes podrán moverse tanto como quieran.
—Qué alivio. —Escucho a Piscis suspirar.
—Entonces solo debemos encargarnos de ellos ¿no?— Habla Sagitario y Poseidón asiente. — Yo no soy niñera de nadie.
—Nombre, se nota que me quieres. — El azabache mira al signo de aire con una sonrisa inocente ante su comentario. Es obvio que solo están bromeando.
Por alguna razón, una pequeña sonrisa se abre paso en mi rostro. Luego, suspiro hastiada por el hecho de que esto está comenzando a pesar sobre mis hombros. No será fácil cuidar de Piscis por mi cuenta, mucho menos con el hecho de que estará inmóvil durante un tiempo, pero bien, tengo que ayudar a mi hermana. No estoy cansada, no estoy rota, puedo hacerlo, yo sola y nadie más. Soy fuerte, soy capaz de sostenerme a mí y a mi hermana.
Ojala pudiera creerme.
Aries
Después de descubrir que Acuario y Piscis han logrado superar cualquier cosa que Poseidón les hubiera hecho hacer, no puedo evitar que mi cuerpo vibre ansioso de comenzar a crear un plan para poder atacar a Ofiuco y recuperar nuestro hogar, con todo aquel que habita ahí. Sin embargo, no puedo hacer nada, no hasta que esos dos chicos estén completamente recuperados, en todos sus sentidos y en condiciones óptimas.
No soy fan de la espera y Sagitario tampoco, eso se nota a leguas. Además, no quiero ni imaginar lo ansiosa que Leo estará en cuanto les informemos a los demás. Sé que está preocupada, tanto como lo están las chicas de agua, después de todo Escorpio y ella no eran solo amigos, a decir verdad.
Paso mi mano por el cabello en un gesto de desesperación, cosa que Sagitario nota de inmediato.
—Yo también estoy irritado. — Declara con un tono demasiado serio en él. — No podemos hacer nada ¿no? Solo debemos esperarlos y pronto haremos nuestros preparativos.
—Sí, tienen que ser buenos, lo suficiente como para evitar cualquier falla o baja, además, debemos crear varios planes por si alguno no va como se pensó.
—Sí. Esto será grande, es lo que pienso. — Su voz ahora suena más animada.
Sonrío de soslayo.
—Preparemos esta fiesta.
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Problemas en el Olimpo
FantasiHasta que punto llevaria alguien su venganza. Los signos del zodiaco tendran que enfrentarse a circunstancias peligrosas todo para evitar que la colera desatada de uno de ellos caiga en los demas. Lo veran desde los distintos puntos de vista de...