Cabaret Convoitise 「Fonnie AU」

Vingt et Sept

Frank suspiró agotado mientras subía al pequeño bote algunos pescados que habían quedado atrapados en la red. Ese día era uno de esos muchos en los que llegaba gente de las afueras de la pequeña ciudad para pasar aunque sea una agradable tarde en aquel lugar, por lo tanto el trabajo aumentaba y tanto él como sus compañeros pescadores se encargaban de adentrarse en el mar durante unas horas bien entrada la mañana, mientras que algunas chicas, Bonnie y otro chico se quedaban en el restaurante limpiando y arreglando todo para los clientes. Bonnie perfectamente podría haberse adentrado con Frank al mar, pero le asqueaban los pescados cuando los sacan del agua e intentan golpearte para volver al mar, Bonnie era muy diva como para ensuciarse las manos con esos animales.

Volvieron cerca de tres horas después al igual que todas las veces, sólo que ahora era los pescados eran problema de los encargados de la cocina y el turno de los pescadores de descansar. Frank se estiró sintiendo como sus huesos sonaban por aquella acción; hizo sonar los huesos de sus dedos y se quitó el salvavidas que llevaba puesto para dejarlo en el mismo lugar de siempre. No era la gran rutina, pero estaba conforme.
Bonnie lo vio entrar y como no tenía nada más que hacer fue a su lado para así poder besarlo bajo la atenta mirada de una de las chicas. Ambos se separaron diciéndose unas cuantas palabras melosas hasta que Carrie interrumpió entre ellos, mandándolos a trabajar ya que no tenían mucho tiempo para que la gente comenzase a llegar.
Bonnie fue puesto a pelar vegetales mientras que Frank tuvo que volver al mar con sus compañeros "sólo por precaución", como si no fuese suficiente lo que habían pescado. El teñido vio como Maggie se acercaba corriendo al restaurante, así que no dudó en dejar lo que estaba haciendo e ir a recibirla.

-¡Bonnie! ¡Vas a...!- la chica tosió intentando recuperar la respiración. Cuando finalmente sintió que sus pulmones estaban llenos de aire, volvió a hablar. -¡En dos días es cuatro de julio! ¿Irás al festival?-
-¿Festival? ¿Qué festival?- preguntó el teñido ladeando su cabeza un poco.
-¿Qué? ¿Carrie no te lo dijo? Por la independencia del país hacemos un festival con fuegos artificiales, música, baile y de todo, es muy genial- Bonnie era capaz de notar como a la pelirroja le brillaban los ojos de sólo mencionar aquel festival. -También es algo romántico, deberían ir-
-Oh... No lo sé, creo que habrá mucho trabajo ese día-
-¿Trabajo? Pff, los cuatro de julio este restaurante se cierra, no me creo que Carrie no les haya contado nada, que aguafiestas- la chica sonrió en dirección a Carrie quien la miraba fulminantemente. -Si desean ir, Matt y yo los esperamos fuera de la tienda a las cinco, ¡Va a ser genial! ¡Ni te olvides de decirle a Frank!-

Maggie salió corriendo dejando a Bonnie con las palabras en la boca, mientras observaba como su amiga se alejaba. Volvió a su trabajo pensando en la propuesta de Maggie, nunca había ido a un festival y si Frank quería podían ir... Aunque Bonnie tenía a otras personas con las que ir si su novio no quería.

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-¡Me duelen los pies!- se quejó el teñido caminando de la mano con su pareja, en dirección a la casa de ambos.
-Te cargaré- el pelirrojo soltó la mano del menor.
-No tienes que hacerlo, no me voy a morir por caminar-
-No te lo estaba preguntando- Frank alzó a Bonnie y lo cargó como si fuese una princesa, ignorando el cansancio de sus brazos.

No demoraron mucho en llegar y cuando estuvieron en casa, Bonnie le avisó a su novio que iría a darse una ducha. Frank sólo asintió, observando como su novio se encerraba en el baño. Tuvo intenciones de irse a su habitación, pero a mitad del camino la puerta sonó, así que se vio obligado a volver. Al abrir se encontró con una de sus compañeras de trabajo, salió de la casa rápidamente y cerró un poco la puerta antes de poder dirigirle la palabra.

-Um... Venía a decirte que no nos podremos ver mañana por la mañana... Carrie quiere que haga turno doble- murmuró ella jugando con su negra cabellera. -Lo siento...-
-No te preocupes, puedo ir a buscar a cualquiera de las chicas y divertirme- la chica frunció el ceño. -¿Y por qué esa cara? Ni que fueras mi novia-

La chica bufó antes de irse, dejando a Frank con una sonrisa estampada en su rostro, como si le hiciese feliz molestar a otras personas. Entró nuevamente intentando hacer el menor ruido posible y esta vez llegó a su habitación sin que nadie lo distrajese. Se quitó los pantalones y los tiró por ahí, estaba tan cansado que no le importaba acostarse apestando a pescado; pero no lo hizo porque sabía que Bonnie lo regañaría y eso provocaría que su descanso fuese menor.
Minutos después de que su pareja saliese del baño, él entró y se quitó lo que le quedaba de ropa, pero en cuanto se quitó la camiseta y vio su reflejo en el espejo se encontró con marcas de labial en su clavícula. Al meterse a la ducha se aseguró de que aquella marca desapareciese al igual que intentó que el agua relajase sus tensos músculos. Cuando salió del baño y volvió a su habitación se encontró a Bonnie sobre la cama, completamente dormido por el cansancio; sonrió y le dejó un beso en la mejilla antes de taparlo un poco y meterse a la cama también.

Al día siguiente se repitió la rutina de todos los días, Bonnie se levantó ya que le tocaba el turno de día y se fue luego de despedirse de su novio con un ardiente beso que lo dejó tambaleándose unos segundos. Por su lado, Frank se quedó en la cama hasta que hora y media después decidió levantarse a desayunar.
Prendió la televisión mientras comía sentado en el suelo, pero no encontró nada bueno que ver, así que sólo se quedó viendo caricaturas hasta que dieron las tres de la tarde. Se cambió de ropa y salió de la casa en busca de algo con que divertirse, pero antes que nada decidió ir a la tienda para comprar algunas cosas que faltaban.

Responsabilidad por la casa siempre.

Cuando fue a pagar las cosas se encontró con Maggie quien estaba literalmente a punto de explotar por alguna razón.

-¿Entonces vendrán?- preguntó rompiendo el silencio mientras cobraba las cosas.
-¿Ir dónde?-
-¿Bonnie no te dijo? ¡Pero si le dije que te dijera!- la pelirroja soltó un suspiró y dejó las cosas a un lado, esperando a que Matt las guardase en una bolsa. -Mañana es cuatro de julio y aquí en la ciudad hacemos un festival con fuegos artificiales, música, todo bien romántico y lindo-
-Y también hay mucha carne deliciosa- Frank le tomó el doble sentido al comentario de Matt.
-Pues supongo que iremos, creo que algo le oí a los chicos- el mayor se encogió de hombros, entregándole el dinero a la chica. -Supongo que será un buen inicio para conocer gente nueva y estar con Bonnie, aunque ya llevamos bastante aquí-
-¡Entonces está decidido! Mañana a las cinco los esperaremos aquí fuera- Maggie sonrió, entregándole sus cosas a Frank. -La pasarán genial-

El mayor le devolvió la sonrisa, tomó sus cosas y salió de la tienda, se puso en rumbo a su casa y no demoró nada en dejar las cosas en la cocina y baño. Volvió a salir de casa, esta vez con la intensión de ir al restaurante, quizás no había encontrado diversión en los minutos anteriores, pero el turno de Bonnie estaba a punto de terminar y comenzaría su turno de trabajar. Y tal vez alguna de sus compañeras necesitaba ayuda.

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Se acerca el drama, agarren sus calzones