Cabaret Convoitise 「Fonnie AU」

EXTRA

N/A: Esto no afectará la historia original.

7 años después.

Frank se levantó de su asiento luego de colgar la llamada, había recuperado su amistad con Toby hace algunos meses e incluso estaba invitado a la boda de su ex pareja con su actual prometido, Blake. Caminó un poco por el parque hasta que divisó una cabellera morada en la calle contraria, se negó a creer que se trataba de Bonnie, a pesar de que habían pasado años, él seguía sin superar por completo a aquel chico. Sintió como su corazón dejó de latir cuando el chico se volteó, dejando ver esa pálida piel y esos orbes bicolor que tanto había admirado alguna vez en su vida. Bonnie estaba frente a él nuevamente.
El chico teñido soltó la caja que tenía en sus manos cuando cruzó miradas con el pelirrojo y su boca se abrió en una perfecta "o". Luego de unos cuantos segundos se armó de valor y cruzó la calle para asegurarse de que lo que estaba viendo era real; se detuvo a escasos centímetros del pelirrojo admirando cada rasgo de este, dándose cuenta de que había cambiado bastante, de que ya no tenía esa aura que lo había caracterizado en su momento.

-Bonnie...- murmuró luego de minutos mirándose mutuamente.
-Estás...-
-¡Papá!- gritó una niña de cabellos rubios y enormes ojos azul cielo.

La niña de seis años corrió hasta llegar a lado de Frank y se aferró con fuerza a su pierna. Ignoró a Bonnie por completo e intentó trepar por la pierna de su papá.

-¡Hay un señor vendiendo helado! ¿Puedes comprarme uno?- miró al pelirrojo haciendo una expresión de cachorrito para ablandar el corazón de este.
-Bien, bien, ya voy, sólo dame un momento- pidió, tomando a su pequeña. -Mira, este es Bonnie, es... Un viejo amigo-
-¡Ah! ¡Papá tiene una foto contigo en su móvil! ¡Eres el niño con el que papá suele hablar!- exclamó.
-No, Zelda, Toby es el chico con el que hablo, luego te explicaré, vamos a comprar tu helado- acomodó a su hija en sus brazos antes de mirar a Bonnie nuevamente. -¿Vienes? Me gustaría seguir hablando contigo-

El teñido asintió, acompañó al que una vez había sido su ex pareja, y luego de que la niña obtuviese su helado y fuese a jugar otra vez, se sentaron a hablar.

-No pensé que te habías casado...- comentó, con un poco de decepción en su tono de voz.
-Sí, tengo una bella esposa la cual me quiere mucho- miró de reojo la reacción del teñido y volvió a hablar. -Es broma, no lo hice, la adopté casi un año después de haberme ido de... Ya sabes...- pasó una mano por su cabello, acomodándolo. -Fue un desastre al principio, no sabía ni siquiera como cargar a un bebé, además ninguna de las personas con las que quería salir aceptaban a mi hija y...- miró a su opuesto antes de cambiar de tema. -Uh... ¿Qué ha sido de tu vida?-
-Nada importante, trabajo en una librería hace tres años y tengo un hámster, ese es el resumen de mi vida estos últimos años- se encogió de hombros restándole importancia. -Cuéntame más de tu hija, se ve que es bastante alegre-
-Lo es, sólo que a veces piensa en que los demás niños tienen mamá y se siente triste, incluso llegó llorando un día porque uno de sus compañeros de mierda le dijo que si no tenía mamá iba a... ¿De qué te estás riendo?- frunció el ceño un poco, sintiendo como su corazón latía un poco más rápido al oír aquella risa.
-Suenas demasiado a... No lo sé, me causa gracia que quieras protegerla tanto, aunque también me da ternura- sonrió, como si nunca nada hubiese pasado entre ellos dos y sólo fuesen buenos amigos.
-La protejo lo suficiente, le enseñé que no siempre voy a estar para ayudarla y que debe aprender a superar las cosas sola, sé que sólo tiene seis, pero es mejor que lo aprenda ahora antes de que se apegue demasiado a mí y espere que le resuelva todo- el mayor mordió su labio con fuerza hasta que sintió el sabor metálico de la sangre en su boca. -Ojalá no cometa los mismos errores que yo...- comentó sin pensar, haciendo que Bonnie se ahogue con su propia saliva.
-Frank... Olvídalo-