Cabaret Convoitise 「Fonnie AU」

Trente

Ambos guiaron sus miradas hasta el lugar del cual provenía aquella voz femenina que conocían muy bien, sólo que esta vez, esta no estaba sola.

-Frank y Bonnie, tan empalagosos como siempre, ¿Qué se siente saber que esa boca también ha pasado por mi pene?- se burló Jeff sarcásticamente.
-¿De qué mierda estás hablando, hijo de puta?- el pelirrojo dejó de ser alguien amable para dar paso a alguien que solía ser bastante caótico.
-No te hagas el que no sabe nada Frank, después de todo Bonnie no es el único que ha estado jodiendo su relación- la chica de cabello negro de la última vez sonrió al ver la expresión de Bonnie. -¿Por qué no son sinceros con ustedes mismos?-
-¿Realmente creíste que esta putita te sería fiel? Que patético- Brian se detuvo frente a Bonnie. -Aunque es cierto que es muy bueno en la cama-

Bonnie retrocedió un paso atrás cuando la mirada interrogatoria de su novio se posó en su aterrada mirada.

-Que decir de Frank, él también es bastante bueno en la cama- comentó la misma chica de antes.

Bonnie miró hacia atrás para pedir ayuda a los gemelos, pero ellos ya no se encontraban ahí. Frank estaba teniendo un lío mental, ¿Bonnie estaba pagándole con la misma moneda?

-¿Nada que decir? Oh... Ya veo, están dudando de que si lo que decimos es cierto- Jeff sonrió sacando el móvil de su bolsillo y abriendo un archivo de vídeo. -Mira que tenemos aquí, Bonnie, tu querido Frank teniendo sexo con Lyra... ¿No es suficiente? Porque hay más-

El teñido tembló, no podía reclamar porque el había estado haciendo lo mismo durante bastante tiempo sin pensar en los sentimientos de su novio.

Ninguno de los dos había pensado en el otro cuando iban a acostarse con distintas personas todas las veces que podían.

-No sólo tenemos vídeos de Frank, sino que Bonnie también está con otras personas- la chica le puso play a otro vídeo. -Bonnie y Brian, ¿No dirás nada, Frank?-

Los dos chicos quedaron completamente mudos, no podían reclamarle al otro por hacer tal cosa porque sin darse cuenta, estaban haciendo lo mismo. Ambos se miraron, pero esta vez no se miraban con amor como solían hacerlo antes, se estaban mirando con repulsión, no sólo el uno por el otro, sino que también sentían repulsión por ellos mismos.

-Parece que les comió la lengua el ratón- bromeó Jeff, sin dejar de reproducir el vídeo una y otra vez.

Frank gruñó y su puño fue a estrellarse en la nariz del de cabello negro con tal fuerza que posiblemente se la había quebrado. Sus acompañantes lo ayudaron y el pelirrojo aprovechó de escapar de ese lugar, intentó huir de Bonnie y huir de sus problemas, de todo lo que había pasado. El teñido lo siguió gritando su nombre; no tenía nada que explicar porque en el fondo no se arrepentía de haberse acostado con distintas personas. Corrió hasta el pelirrojo y trató de detenerlo, pero Frank no hacía caso a los llamados de Bonnie.

-Aléjate, Bonnie- espetó con odio cuando Bonnie fue capaz de atraparlo. -Hagamos como que no nos conocemos, por favor...-
-Frank...-

El nombrado volvió a caminar hacia la casa que compartían para poder tomar las cosas más importantes y mandarse a cambiar. No estaba huyendo porque Bonnie lo había engañado, estaba huyendo porque él había comenzado todo y tal vez Bonnie se dio cuenta, y empezó a hacer lo mismo para sentirse querido.

El teñido corrió tras Frank, no podía arreglar las cosas porque todo estuvo mal desde que decidieron estar juntos. Su relación no funcionaría, pero aún así quisieron estar juntos. Lo único que fallaba en ellos dos era que estaban tan acostumbrados a acostarse con distintas personas que seguirían haciéndolo vayan donde vayan. Ninguno de los dos era capaz de dejar ese instinto.

Frank se metió al auto que nunca vendió, subió la gran mayoría de sus cosas y antes de que Bonnie pudiese alcanzarlo, él encendió el auto e intentó dejar todo atrás.
Bonnie no pudo hacer nada, limpió las lágrimas que amenazaban salir de sus ojos e intentó calmarse como siempre lo hacía; no pudo calmarse y comenzó a respirar agitadamente mientras las lágrimas caían por sus blancas mejillas. Gritó varias veces hacia la nada, sin importarle hacer el ridículo.

Lo hecho, hecho estaba.

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Frank condujo por alrededor de nueve horas sin parar, sin dejar de llorar y sin dejar de sentir que toda la culpa era de él. Se detuvo en una ciudad de la cual nunca en su vida había oído; estacionó su auto en un terreno abierto y lleno de hierba seca, para finalmente descansar un poco. Se secó las lágrimas y respiró profundo, quería dormir y despertar en el inicio de toda esa locura, quería despertar y encontrarse a Bonnie a su lado, sonriendo mientras esperaba a que el auto se pusiese en marcha para ir a ese tan anhelado lugar.
Le costó dormirse, pero lo único que pasaba por su mente en ese momento; al igual que por la mente de Bonnie que aún yacía llorando en la cama; era un profundo deseo que pedían con todo su corazón.

Ambos pedían empezar otra vez...