Cabaret Convoitise 「Fonnie AU」

Deux

Ninguno de los dos dijo algo durante el camino a casa de Frank pero ambos sabían lo que iban a hacer y ninguno se oponía a aquello, no era más que hacer lo suyo y ya.
Al llegar, el joven quedó impresionado al ver semejante lugar, claro, no era que él viviese en una caja de cartón a lado del río porque tiene una buena situación económica debido a lo que hace, pero definitivamente ese patio delantero era más grande que su casa.

Bonnie al principio se había asustado un poco por el rostro serio de Frank cuando lo vio bien al salir del escenario, aunque habían tipos peores, él realmente lo había asustado. Frank no intentó nada con Bonnie durante el trayecto y eso le sorprendió al joven, al igual que en ningún momento había sido grosero con él.

Pero a una parte de él eso le molestaba.

Siempre había deseado cumplir su fantasía sexual de tener un Daddy como le había comentado Tyler, pero ese chico estaba en la categoría de Sugar Babies y por eso podía tener a cualquier hombre que quisiera, claro que esa es una categoría en la cual, si su Daddy deja de prestarle atención a su Baby, el pequeño pasará a tener otro y así. Después de todo, los hombres que son llamados Daddy's tienen que cumplir todo lo que quieran sus Baby's para recibir algo gustoso durante el sexo.

Bonnie estaba en la categoría de los Twink. Chicos que a veces superaban los 20 años pero seguían teniendo cuerpo y cara de chicos menores de edad. Y ese era su caso, y es imposible tener 22 años y no tener vello facial, no porque se afeite, sino porque simplemente no le salía. Esa era una ventaja.
Su cuerpo no era ni muy delgado ni muy relleno, pero tenía una piel blanca que varios morían por probar y unas piernas largas que cualquiera desearía recorrer.

No sabía porque no era como Toy Chica o Puppet.

Claramente no tenía el encanto de ninguna de las dos, y definitivamente tenía pene en vez de vagina.
Pero se esforzaba mucho, podría decir que era de los que más se esforzaba por complacer a los clientes. Y todo para que apenas lo tomaran en cuenta. Él deseaba con toda su alma ser como ellas.

Mordió su labio mientras seguía al pelirrojo hasta la puerta principal, la cual fue abierta por una linda chica rubia que no sobrepasaba el metro sesenta.
La rubia frunció su ceño al ver la ropa del joven junto a su jefe. Ambos entraron, pero antes de que el pelirrojo pudiese guiar al chico de pelo morado a las escaleras, fue detenido por la voz de la rubia.

-Frank, ven un momento- el nombrado fue hacia ella de mala gana y se agachó un poco. -¿Quién es él? No me digas que vas a seguir trayendo prostitutas a casa, mira que la última vez yo estuve distrayendo a Toby para que no suba y te encuentre con la de hace tiempo- susurró entre dientes.
-Es culpa de Toby por dejarme tanto tiempo sólo- se defendió. -Ni que estuviera casado con él-
-Pero Tobías sabe lo que es la lealtad, cosa que tu no, quien sabe con cuantas te haz acostado cuando no estoy- la chica parecía realmente molesta. Él más alto chasqueó la lengua.
-Si llama dile que estoy trabajando... Y Chica, no te sigas metiendo en lo que hago, te recuerdo que yo te saqué de uno de esos lugares por lo jodida que estabas- la rubia retrocedió apretando su mandíbula y se perdió por los pasillos. Eso le había dolido.
-Vamos- el pelirrojo subió las escaleras tomando con cuidado al joven del brazo, haciendo que suba también.

Había lastimado a Chica con sus palabras y lo sabía. A ella le avergonzaba hablar de eso y él era completamente consciente de ello. Pero ahora mismo quería ocuparse de ese chico, quizás le pediría disculpas luego.