Besos húmedos y roces de pieles era todo lo que se oía en la habitación del pelirrojo, el joven estaba sobre sus piernas utilizando sólo una braga de alta calidad que parecía quedarle pequeña porque una mitad se perdía entre sus nalgas, haciéndolo ver realmente sexy. Ninguno quería detenerse, ni siquiera Frank, que sabía que estaba mal, pero era la culpa de su ingenuo novio por dejarlo solo para irse con sus padres unas semanas, lo que para Frank significaba tener que llevar a alguien a casa para satisfacerse y aunque esta era sólo la tercera vez que lo hacía desde que sale con Toby no significaba que antes de él no lo hiciera, es sólo el vacío que quieres llenar por el abandono de nuestros padres es lo que siempre dice Alice, su única hermana. Y por un lado, ella tiene razón.
-Mierda...- gruñó el chico sobre él cuando mordió su labio. -¿Qué quieres que haga?-
-Lo que quieras, lo disfrutaremos de todos modos- bajó sus manos hasta la tela que cubría la intimidad del joven y la movió hacia un lado dejando descubierta esa entrada que deseaba ser penetrada.
-No necesito que me prepares, puedo hacerlo yo o simplemente puedes metérmela así, no me va a doler- respondió rápidamente levantándose de las piernas del pelirrojo y dándole una vista de su pálido cuerpo.
El mayor relamió sus labios deleitándose con lo que veía; ese chico tenía un gran parecido con su novio, excepto que era un poco más alto y con el cabello morado en vez de celeste, pensar en tu novio cuando estás a punto de tener sexo con otro tipo es algo raro ¿No?
El joven comenzó a quitarle lo que le quedaba de ropa a su contrario, preguntándose si podría ser un Sugar Baby sólo esta vez. Negó varias veces y se centró en su trabajo, le bajó el bóxer y tomó su miembro una vez que quedó a la vista, haciendo gruñir de placer al mayor. Una sonrisa traviesa se coló en los labios del chico de pelo morado mientras bajaba hasta esa latente erección, pasó su lengua por toda su extensión sin meterla a su boca, disfrutando de los sonidos que salían de la boca de Frank, los cuales lo alentaban a seguir.
Bonnie metió el miembro de Frank en su boca, rodeándolo con su lengua y succionando de vez en cuando, sentía su cabello ser acariciado y una que otra vez su cabeza era empujada delicadamente para que meta un poco más de aquel pedazo de carne. Relajó su garganta logrando así meter una gran parte, estimulando las bolas de este con su mano libre, moviéndola al ritmo en el que movía su mano derecha sobre su propio pene para satisfacerse; en ningún momento despegó su mirada de la del pelirrojo, aunque a veces los cerraba un poco cuando el pene del contrario chocaba muy bruscamente con su garganta. Su cuerpo tembló y sintió un cosquilleo en su bajo vientre, estaba en su límite y vaya que se le pasaban ideas por la cabeza, todas relacionadas con su obsesión. Se alejó rápidamente del miembro que estaba chupando y acabó en un sonoro orgasmo, manchando su mano y parte de la alfombra; mientras recuperaba el aliento fue obligado a levantarse del suelo quedando frente al mayor.
-Oye...- jadeó quitando sus bragas y sentándose en las piernas del pelirrojo luego de que el mayor se pusiera un condón. -Sé que me pediste porque soy un twink pero... ¿Puedes concederme ser mi Daddy esta noche?- Frank sonrió, nunca creyó encontrar a alguien que le interesara el Daddy Kink. Se limitó a asentir y comenzar a besar el cuerpo del opuesto provocando reacciones inmediatas en el cuerpo del menor.
Bonnie agarró el miembro del pelirrojo alineándolo con su entrada y sentándose sobre el, jadeando por el intruso en su interior. Cuando logró meterlo por completo, comenzó a moverse de arriba a abajo mordiendo su labio para no gemir, su cuerpo reaccionaba a cada movimiento, haciéndolo ver como un chico virgen e inocente.
-Daddy...- gimió el de pelo morado aumentando la velocidad con la que saltaba sobre el pene del mayor. -Oh mierda-
Frank apretó la cintura del joven enterrándose más en ese necesitado círculo de músculo, recibiendo gustoso los gemidos que salían de la boca del chico; el pelirrojo se recostó en la cama dejando que el menor lo monte a su manera.
-¡Más fuerte!- chilló el joven desesperado saltando rápido, haciendo gruñir y gemir a Frank.
-Sigue bebé...- apretó las nalgas del menor y luego lo nalgueó unas cuantas veces.
-¡Daddy! ¡Mierda!- Bonnie arqueó su espalda, apretando sus paredes sintiendo como el pelirrojo hacía un mayor esfuerzo para llegar al punto g del joven. -¡Daddy, por favor!-
Frank entendió perfectamente a lo que se refería, eso pasa cuando lees mucho Daddy Kink pero sólo lo practicas en el sexo. Sí, algún día tendría a su verdadero Sugar Baby.
Embistió unas cuantas veces más al joven logrando que este tuviese un segundo orgasmo, manchando su abdomen y un poco del abdomen del contrario. Minutos más tarde, el pelirrojo acabó llenando por completo el condón, jadeando e intentando recuperar la respiración.
Sólo se tomaron unos minutos para recuperarse de aquellos orgasmos, porque ninguno quiso detenerse en todo lo que quedaba de noche.
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Cabaret Convoitise 「Fonnie AU」
Fiksi Penggemar"Aquí puedes pedir a cualquier bailarina, Frank" "Quiero esa, pero en mi casa, en mi cama" "No puedes sacarlas de aquí, tenemos habitaciones" "Freddy, dile que estoy dispuesto a pagar medio millón de dólares para que esos ojos rojos me m...
