Opposite worlds (h.s)

Capítulo 10: Cruda verdad.

LUCY

—Vaya nerd me tienes alucinado...

Cada molécula de mi organismo responde de una manera sumamente contradictoria, por una parte me sobresalto entrando en estado de alerta máxima pero la otra está completamente complacida por el logro y quiere quedarse. ¿Debería huir o sigo bailando? Honestamente su contacto genera calor y electricidad en mi cuerpo, algo que yo jamás he experimentado antes. Trato de imaginarme que sucedería si me quedara donde estoy y cediera a la corriente, ¿nos reiríamos, podríamos conversar como personas civilizadas? Difícil de saber, Harry es voluble y yo no puedo actuar como si nada ha pasado, nunca he compartido un baile con un muchacho y no sé qué protocolo hay que seguir. Por otra parte no puedo ignorar lo que sucedió hace una hora atrás y tampoco puedo ignorar el sentido común que me alerta que él no es de fiar, tiene ese aire de peligro y misterio y yo estoy cayendo como todas las otras chicas. Una más del montón.

Mi moral y mi sentido común optan por demostrar la primera opción, suelto un grito y casi me desgarro al zafarme de su potente agarre. Retrocedo torpemente chocando con una pareja.

Harry permanece en el sitio donde lo he dejado, su mirada felina es una mezcla de rabia, confusión y hasta parece ¿ofendido? No tengo tiempo para analizarlo en profundidad estoy demasiado nerviosa. ¡Es que no me la creo que le haya bailado a él! ¡Supuestamente iba a evitarlo! ¿Lo tengo alucinado? Debe estar bromeando, no le creo.

Trago saliva audiblemente cuando empieza a avanzar hacia mí, con pasos lentos como si yo fuese su presa y él fuera a atacarme en cualquier momento.

—Lucy...ven aquí—lo escucho alto y claro.

Un instinto me grita que corra y eso es exactamente lo que hago. Lo escucho gritar mi nombre y eso provoca que acelere el paso. No soy la más ágil y menos la más rápida pero logro esquivar a las figuras bailarinas resbaladizas y aparezco al solitario estacionamiento. De vuelta en el inicio.

Corro hacia el coche de mi hermano, me escondo sentándome en el suelo en la zona del maletero. Cojo mi teléfono para llamar a James y no responde. No quiero llamar a Cassie, estoy molesta con ella. Entiendo que le guste Harry pero soy su amiga y ella sabía que yo quería evitar más drama por esta noche, sin embargo, me dejó en bandeja en la boca del lobo.

Mi organismo nerd y soso ya ha sido sometido a muchos acontecimientos, esta ha sido la noche más agitada de mi vida y no sé si debería reír o llorar por esa declaración.

Sé que no encajo aquí, los intentos de sentirme cómoda fallaron. Ya he tenido suficiente drama, tengo mucho que pensar y estoy cansada. Sin darle muchas vueltas comienzo a alejarme de la fiesta. Camino rápido, a los minutos estoy a dos cuadras de distancia y la tensión sobre mis músculos comienza a disminuir.

En los bolsillos tengo mi billetera, las llaves de la casa y mi móvil así que me puedo ir tranquila. Le envío un mensaje a mis dos amigos y a mi hermano avisando que me fui y que estoy bien. Dejo el móvil en silencio y lo guardo en mi bolsillo.

Las calles están desiertas, excepto por algunos perros callejeros. Cinco minutos después logro alcanzar una avenida, aunque estoy asustada cojo un taxi a mi casa pero para mí buena suerte llego vivita y coleando.

*

Abro los ojos de golpe cuando llaman a mi puerta, tocando más fuerte de lo necesario. Aturdida me incorporo y permanezco cegada momentáneamente por la luz.

—Adelante—hablo con la garganta seca.

La puerta se abre revelando a un Elliot muy enojado. Él ya va vestido y se ha duchado...y yo acá pareciendo un trapo ¿qué hora será?