Honmei-Choco

660 51 5
                                    

Pareja: Haru x Tsuna    

Honmei-choco

Había llegado ese día, no es que lo odiara pero el hecho de que este en su despacho solamente con dos enormes pilas de papeles que debían ser revisados y firmados no le alegraban en lo absoluto, suspiro mientras trataba de terminar por lo menos una parte antes de que Reborn regresara de su viaje, no deseaba pensar en lo que le haría de ser lo contrario, y entre todos los papeles encontró una foto de una joven de cabellos azabaches que le llegaban hasta la cintura vestida con un kimono de colores oscuro, era su prometida, mejor dicho la que hubiera sido su prometida si no la hubiera rechazado una vez que se conocieron, pero sin importar eso ella había decidió formar una alianza con Vongola, convirtiéndose así en una de sus amigas recordaba lo que le había dicho hace un par de días.

"- Tsunayoshi deberías decirle lo que realmente sientes – dejo de ver los papeles que sostenía para ver aquella joven de cabellos azabaches justo en el momento en que esta se levantara de su asiento acercándose a la puerta – estas muy distraído, vendré otro día para hacer legal la alianza de nuestras familias y una cosa mas no dejes que el miedo te domine solo por creer que podrías perderla, sabes que somos jefes de familias mafiosas siempre tendremos enemigos y nuestra vida correrá peligro pero eso no nos impide el poder ser felices – sabía que era verdad lo que le decía, ella no es una persona que demuestre sus sentimientos fácilmente, pero cuando lo hacía era al estar preocupada por sus amigos, la vio marcharse sin que pudiera decirle nada dejándolo pensando en sus palabras."

Después de ese día lo estuvo meditando por mucho tiempo le haría caso a su amiga y le diría lo que realmente siente pero tendría el valor de decírselo o escuchar su respuesta, apoyo su cabeza en el escritorio no podía concentrarse y fue que escucho unas explosiones, volvió a suspirar esta vez en frustración, claro el sabia que aquellos ruidos no eran un ataque enemigo, se acerco a la ventana del despacho, viendo a los culpables de aquello "mas papeleo para el" pensaba y ahí estaban.

Una pelea entre su guardián de la nube y la niebla, escucha la sonrisa única de Mukuro "Kufufufu~" y las amenazas de Hibari "te morderé hasta la muerte" junto con gritos EXTREMOS por parte de su onii-san, además de que también podía ver como Gokudera era sujetado por Yamamoto quien solo sonreía ante la escena, realmente tenía una familia única y justo antes de que volviera a su escritorio vio como una joven de cabellos cafés se acercaba a ellos, se quedo quieto mientras una sonrisa se formaba en sus rostro, la cual desapareció de inmediato siendo reemplazada por su ceño fruncido.

Apretaba los puños contra la ventana mientras veía lo que estaba sucediendo, Haru se acercaba a Yamamoto y Gokudera entregándoles un pequeño paquete a cada uno con una sonrisa, Yamamoto le agradecía, tan alegre como siempre mientras Gokudera apenas aceptaba el presente mientras desviaba la mirada sonrojado.

Su furia iba en incremento.

Después de una pequeña discusión entre Gokudera y Haru ella había decidido intervenir en la pelea de Hibari y Mukuro, y al ver que el azabache estaba por irse ella lo sujeto de la mano entregando su regalo sonriéndole cálidamente antes de dejarlo ir, un tic en su ojo apareció cuando veía como el ilusionista se acercaba por detrás de la joven sorprendiéndola para después darle el mismo regalo, lo que provoco que digiera algunas cosas que logro escuchar la alondra provocando una nueva pelea entre sus guardianes.

Y lo que rompió todo su autocontrol fue ver como su onii-san le daba un abrazo EXTREMO por el regalo.

Tsuna ya no pudo soportar ver aquello, salto por la ventana acercándose a pasos apresurados, todos sus guardianes se quedaron quietos al sentir aquel aura asesina rodear a su amigo-jefe, mientras la joven castaña ignorando todo se acerco rápidamente a él con la más hermosa sonrisa que pudo haber visto.

– ¡Tsuna-san! ¡Que alegría que Haru te encontrara! – la alegría que irradiaba lo calmaron un poco pero ver aquella canasta que habían estado conteniendo los regalos que les dio a sus guardianes lograron que su enojo volviera.

– Que les diste – dijo lo más tranquilo que podía estar.

– ¡Hahi! A que te refieres Tsuna-san – la duda en ojos cafés de la joven era muy clara – Haru solo entregaba chocolates por San Valentín – y ahí se esfumo toda su paciencia, se acerco a sus guardianes con una sonrisa en el rostro, sonrisa que hizo temblar a todos aunque unos no lo demostraban.

– Chicos serán congelados – declaro con una sonrisa mientras las llamas de voluntad hacían aparición en su frente, y aunque algunos quisieron resistirse no lograron contar con la velocidad del castaño, se acerco a Haru quien no entendía que es lo que estaba ocurriendo, la tomo de la mano alejando de ese lugar donde se podía apreciar cinco bloques de hielo.

– ¡Tsuna-san por que hizo eso! – le reclamaba, aun siendo jaloneada por los pasillos, no recibía respuesta.

Entraron a su despacho cerrando la puerta, el silencio era totalmente incomodo, Haru se había quedado junto a la puerta mientras Tsunayoshi estaba cerca de la ventana.

"Chocolates de San Valentín" era la única frase que repetía una y otra vez en su cabeza.

Haru dejo la canasta en el suelo mientras sacaba un paquete totalmente distinto al que le había dado a los chicos, respiro hondamente dándose valor para lo que estaba por hacer, con pasos decididos se acerco a él – Tsuna-san esto es para ti.

Dejo de mirar por la ventana, para ver como delante de él había un paquete, solo lo miraba creyendo que era el mismo que le había dado a sus guardianes, Haru se dio cuenta de su mirada tan distante, ya no estaba tan segura de lo que haría – son los mismos que les diste a los chicos – abrió grandemente sus ojos antes las palabras del castaño, veía la tristeza al decir eso entonces una pequeña esperanza creció en su corazón, ella negó con la cabeza acercándose más a él.

– El chocolate de Tsuna-san es muy distinto – no pudo evitar reírse ante la expresión que había puesto – el chocolate que Haru le entrego a los demás es un fami-choko*.

– ¿fami-choko?

Ella asintió – Haru hizo muchos chocolates para la familia, pero Haru puso mucho más esfuerzo en el chocolate de Tsuna-san – agarro la mano del castaño depositando ahí su regalo – porque el de Tsuna-san es un Honmei-choko* - sus mejillas eran invadidas por un sonrojo

Tsuna se sorprendió mas mientras empezaba a reírse, confundiendo a la joven, no podía creer que se hubiera puesto de esa manera por unos fami-choko debía pedirles una disculpa a sus amigos aunque si lo pensaba mejor ellos eran culpables de su castigo al ser tan cercanos a Haru.

"Tsunayoshi deberías decirle lo que realmente sientes"

La veía tan confundida por sus acciones se acerco a ella para agacharse a su altura y darle un pequeño beso, uno que trasmitía todos sus sentimientos.

– Te amo Haru – le dijo una vez se separaron, la veía ahí paralizada sin saber que hacer su cara se tornaba de un color rojo saliendo humo de su cabeza, para después ver como saltaba encima de él provocando que ambos se cayeran al suelo y empezaran a reírse.

Se dieron otro beso y otro y otro.

No sabe cuánto tiempo estuvieron haciendo eso, por lo menos sabia que ninguno de sus amigos lo interrumpirían y sobre el papeleo lo haría al día siguiente sin importarle las consecuencias que habría, lo único que deseaba era estar así con ella.

Con Su amor verdadero.
.
.
.
.
.
.
.
Y este es el último, el viernes veremos quién gana si mi amiga o yo, en el caso que gane a las personas que comentaran mi historia les daré un regalo de una historia de la pareja que quieran, sin más que decirles además de agradecer que leyeran esta historia me despido.

Fami-choko* chocolates que se dan a los miembros de la familia
Honmei-choko* Chocolate que se da a esa persona especial tu amor verdadero.

cielo di primaveraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora