Los merodeadores: Lunático, Colagusano, Canuto y Cornamenta

LA SALA DE TROFEOS

- ¡James! - le gritaba Remus mientras le golpeaba con la almohada - ¡James!

- ¿Qué? ¿Qué? ¿QUÉ? - le respondió él des de la cama.

- ¡QUE LLEGAMOS TARDE!

- ¿A dónde...?

- A limpiar la Sala de Trofeos - le dijo Peter que lo observaba.

- Ah... Sí... - dijo James mientras se tapaba más con la manta.

- ¡Vamos! - le dijo Remus mientras lo golpeaba otra vez con la almohada.

- Está bien... Está bien... - le contestó James mientras se levantaba, se ponía las gafas y cogía su ropa del baúl.

•••

- Llegamos tarde por tu culpa - le reprochaba Remus mientras cruzaban el Gran Comedor.

- Venga, pero si solo son 10 minutitos de nada... - le dijo James haciendo un puchero.

- ¡10 minutitos! ¡Hemos salido de la habitación cuándo pasaban 10 minutitos de las diez, y ahora són y media!

- Si habéis desayunado lentamente no es mi culpa - dijo James arrogantemente.

- Sí que es tu culpa porque te hemos despertado a las 9:15, has tardado casi una hora en vestirte - le recordó Sirius divertido.

- Bien, vosotros ganáis - dijo James levantando las manos.

•••

En ese momento los cuatro chicos se encontraban fregando los trofeos de la sala a lo muggle.

- ¡Puaj! ¿Cuándo fue la última vez que limpiaron esto? - preguntó James asqueado.

- En el año 80 a.C, me parece - contestó Sirius mientras se ponía una mano en la barbilla, fingiendo que pensaba.

- Sirius, en ese año Hogwarts no existía... - explicó Remus - Creo - rectificó.

- Pero que aburrimiento, odio a Dumbledore... - lloriqueó Peter.

- No, Peter, a Dumbledore no lo odies, nos podríamos haber perdido el partido pero prefirió que no nos lo perdiéramos - dijo James -, y solo nos ha castigado un día.

- Sí, sí, quería decir que odio limpiar...

Siguieron limpiando hasta la hora de comer, porque Dumbledore vino y les dijo que ya habían limpiado demasiado.

- ¡Al fin! - gritó Sirius eufórico - ¡Ya me comenzaba a doler todo!