Los merodeadores: Lunático, Colagusano, Canuto y Cornamenta

Hasta otra, Hogwats

Éste capítulo va dedicado a @l13camila13l ¡Gracias por leer!
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— Sirius, no creo que... — decía Remus seriamente.

—Demasiado tarde — interrumpió Sirius.

BOOM.

Remus suspiró y miró a su amigo, levantando las cejas.

—¿Tú crees que la mejor broma de final de curso es volar por los aires el aula de historia de la magia?

—Pues claro —dijo James, que llegaba corriendo del pasillo en el que se encontraba el aula que había explotado —. Ellos nos han hecho sufrir todo el curso, tenemos derecho a hacer lo mismo —razonó.

—Claro... Sí, sí, tiene razón, Remus —decía Peter asintiendo.

—¿Ves? —dijeron James y Sirius al unísono.

—Está bien —cedió —. Ahora, no os giréis, pero McGonagall se acerca, así que podéis salir corriendo o disimular.

—Fueron ellos, profesora, lo juro —decía Snivellus, mientras caminaba al lado de McGonagall.

—Señores Potter, Black, Lupin y Pettigrew... ¿Saben a qué se refiere el señor Snape? —preguntó la profesora.

—¡Pues claro que no! —exclamó James —. Profesora, usted no lo creerá, ¿verdad?

—¿Qué le hace pensar eso, señor Potter? —dijo ella, mirándolo severamente a través de sus gafas.

—Pues que... Él es una serpiente, nosotros somos de Gryffindor —argumentó Sirius, rascándose la nuca.

—Slytherin ganó la copa de las casas gracias a que vosotros habéis hecho que Gryffindor pierda incontables puntos, ¿se cree que voy a confiar en ustedes, señor Black? —dijo la profesora, con el entrecejo fruncido.

—Ah... —dijeron James y Sirius.

—Eso pensaba. No os puedo castigar porque el curso ha terminado, pero cumpliréis vuestro castigo al volver de las vacaciones —dijo ella —. Usted, señor Snape, puede retirarse.

Los cuatro chicos empujaron sus maletas hasta llegar al Hogwarts Express, dónde hablaron de todo lo que habían hecho ese curso.

Seguían sin descubrir por qué su amigo desaparecía una vez al mes, pero seguramente lo descubrirían en su segundo año.

Sirius debería volver con su horrible familia, pero James lo invitó a pasar unos días en su casa.

Y Peter... Él les dijo que durante el verano estaría con su familia y que ya les contaría todo por carta.

Cuando llevaban más o menos una o dos horas de viaje, Evans y Snape pasaron por delante del compartimiento de los cuatro chicos.

—Sev, ya has oído a McGonagall, tendrán su castigo —decía la pelirroja.

—Lo sé, lo sé... Pero, ¿y si se le olvida? —se paró, no parecía haberse dado cuenta de que las personas de las que hablaban los estaban escuchando.

—Entonces se lo recordarás —intentó zanjar Lilly.

—Son tan molestos... Cuando los vuelva a ver... —dijo Snape, sin darse aún cuenta de que su conversa no era privada.

—Sin tin milisitis... Ciindi lis viilvi i vir... —imitó James, y sus amigos tuvieron que taparse la boca para no reírse.

—¡Eh, Quejicus! ¿Què nos querías decir? Porque, ¡fíjate, estamos aquí delante! —gritó Sirius.

Snape abrió la boca para replicar, pero Lilly se acercó y cerró la puerta del compartimiento con un portazo.

—Vamos —dijo ella, con la voz amortiguada por la puerta. Parecía cansada.

Aún así, los cuatro amigos rieron un buen rato.

Al llegar a King's Cross, se aseguraron de que se habían dado sus direcciones y las comprobaron para poder escribirse durante el verano.

Los padres de Sirius, por una parte, no le dijeron nada cuando llegó. Se limitaron a empujarlo por la estación.

Todo lo contrario sucedió con James, al que sus padres llenaron de besos, abrazos, elogios...

A Peter le sucedió una cosa parecida.

Y a Remus, sus padres lo recibieron con un gran abrazo.

Hasta el nuevo curso, Hogwarts.

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Bueno, aquí está el final del primer curso. Siento haber tardado en actualizar, de verdad que lo siento.

Aprecio muchísimo que leáis mis historias, de verdad.

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