Capitulo 39

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Los ojos de Ana expresaron sorpresa y él solo lloraba como niño pequeño. Ella le hizo seña para que se acercara, le tomó su mano con suavidad y lo frotó con delicadeza para luego acercarlo lentamente hacia ella y él se dejaba llevar. Él sin más la abrazó con cuidado y ella quedó paralizada ante el acto para luego responderle al abrazo

-No quiero perderte, no importa si no te conocía en persona solo no quiero perderte- dijo él con lentitud y dejando correr sus lágrimas

-No me perderás- ella le respondió para separar el abrazo con una sonrisa mientras le limpiaba con cuidado sus lágrimas

Querida Alma GemelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora