—¡Tienen que estar bromeando! —me quejé dejando mi plato a un lado—. ¡Es una simple fiesta! ¿Cómo quieren que haga amigos si nisiquiera puedo ir a una?
—Tu madre ya te dijo, Ansley —dijo papá.
No podía creer que estuvieran diciéndome que no. Dejar a Castiel plantado allí ni siquiera era una opción, sobretodo considerado el hecho de que él estaba allí solo porque yo se lo había pedido. Y por pedir me refiero a molestarlo cada segundo de la semana pasada.
Di un bufido molesta y me pare rápidamente, mostrando lo que más pude mi enfado.
—Entonces...estaré en mi habitación ¡Y no me molesten! No quiero verlos... —dije dolida y subí por las escaleras corriendo hasta mi cuarto.
Al llegar aseguré la puerta con llave y miré por la ventana.
—Maldición... —mascullé al notar que eran varios metros, una caída desde allí no me mataría pero seguramente me dejaría algo aturdida.
Entonces me detuve un segundo para pensar en los pros y los contras. En el peor de los casos sería atrapada y mis padres me castigarían ¿Castiel lo valía? No estaba totalmente segura pero tenía que hacerlo, algo en mí me obligaba hacerlo. Así que con una sonrisa me cambié de ropa a algo más informal y cómodo para lograr saltar por la ventana. Me puse los guantes pues no quería aparecer con mis dedos azulados por ahí y me senté al borde de la ventana, la cual daba al patio así que mis padres no escucharían el ruido.
—Solo hazlo...—dije tratando de darme ánimos a mi misma, contuve la respiración y di un salto poniendo mis manos para amortiguar el golpe.
No fue tan terrible como esperaba, a lo más luego tendría algunos moretones, nada de que preocuparse realmente.
Corrí hasta la fiesta, llegué y trate de calmar mi respiración. Mire a los alrededores ignorando a todo el mundo, buscándolo solo a él. Iba tarde y temía que estuviera enojado por eso, o que se hubiese ido. Pero no...estaba allí...justo allí.
Mi pecho dolía y no por ver a Castiel, correr no había sido una buena idea y sentía que iba a desmayarme. Pero me contuve, me di fuerzas a mí misma y arreglando un poco mi ropa caminé hacia él.
ㅡ¡Finalmente! ㅡdice cuando me veㅡ. Creí que tus padres no te dejarían venir.
ㅡEllos creen que estoy en casa, durmiendo. ㅡdije con una sutil sonrisa.
ㅡ¿Así que te has rebelado? ¿Y cual es la razón?
ㅡTú. ㅡdije sin siquiera pensarlo, era la verdad y siempre iba a ser sincera con él.
ㅡNo creo que eso sea buena idea, niña. ㅡmovió la cabeza de un lado al otro dándole otro sorbo a su vaso. ㅡNo soy el tipo de chico del que deberías enamorarte.
ㅡYo tampoco soy el tipo de chica del cual tú deberías enamorarte y mírate. ㅡdije en un tono vacilon, con una sonrisa, y llevé una mano a mi propio pecho. ㅡTotalmente colado por mí.
Me gustaba tomarle el pelo y admirar sus reacciones. Podría vivir por estos momentos, pensé al ver como su rostro se puso serio y frunció el ceño mientras yo no podía borrar aquella estúpida sonrisa de mi rostro. Porque claro, estaba bromeando pero me alentaba saber que detrás de aquella broma podían haber palabras verdaderas.
ㅡ¿Qué pasa? ¿Te he dado un golpe bajo?Ahhh... ㅡdije asintiendo con la cabeza. ㅡSí, sí. Te he dejado sin palabras.
ㅡTienes agallas para decir semejante estupidez. ㅡsu expresión segura volvió a su rostro.
Di un par de pasos más quedando cerca de él, a tan pocos centímetros que casi podía respirar su aliento. Levanté la cabeza para mirarlo a los ojos y él miro hacia abajo haciendo que nuestros rostros quedaran aún más cerca, que nuestras narices casi se rozaran. Allí estábamos, solo tenia que alzarme un poco más y tocaría sus labios con los míos.
ㅡSabes que no es una estupidez. Puedo leerte como un libro, Castiel. ㅡdije suspirando. Él soltó una carcajada haciendo que su aliento chocara contra mí, olía a menta y a cigarrillos, había estado fumando.
ㅡLa que esta colada aquí entre los dos es otra, niña. ㅡ chasquee la lengua.
ㅡAnsley. ㅡdije mi nombre mientras la sonrisa seguía en mi rostro. ㅡ¿Qué pasa? ¿Te asusta decir mi nombre? ¿Podrías enamorarte más al hacerlo?
ㅡAnsley. ㅡrepitió él. ㅡ¿Estás segura de esto? ㅡno estaba segura sobre que me estaba preguntando pero solo asentí.
Lo próximo que noté fue a él moviendo su rostro aún más cerca del mio. Se estaba acercando, me iba a besar. ¡Dios mio! ¿Estaba realmente segura? Pues no, ni idea de lo que yo misma quería pero si me había escapado de casa por este chico haría que esta noche valiera la pena. Cerré los ojos y sentí una de sus manos acariciando mi mejilla, me sentía afiebrada.
ㅡ¿Segura? ㅡvolvió a preguntar susurrando, esta vez podía sentir su aliento en mis labios. ¿Qué le estaba tomando tanto tiempo? Volví a asentir.
Continué esperando su beso con los ojos cerrados por uno, dos, tres segundos, y nada. Fruncí el ceño y abrí los ojos para encontrarme con un celular en medio de nuestras caras y luego el flash que me dejo prácticamente ciega, seguido de una larga y energética carcajada de Castiel. Di un salto hacia atrás tapándome los ojos con las manos.
ㅡ¡¿Eres idiota?! ㅡgrité furiosa mientras él se seguía riendo.
ㅡ¿Realmente creíste que te iba a besar? ㅡdijo entre risas.
Abrí los ojos, no veía nada, solo podía distinguir una mancha roja moviéndose. Estaba cabreada pero aún podía escuchar su risa. Me refregué los ojos por un rato hasta que pude ver con mejor claridad, estaba parado frente a mí con una sonrisa de oreja a oreja.
ㅡNo le veo lo gracioso.
ㅡEs que no viste tu cara. Oh, espera ¿Quieres ver la foto? ㅡdijo burlándose y yo bufe. Idiota.
Estaba molesta, frustrada y avergonzada, muy avergonzada. Había hecho el total ridículo pensando que me besaría ¿A que jugaba? Lo miré seria.
ㅡVamos, es gracioso ¿Por qué no te estás riendo?
ㅡVolveré a casa. ㅡdije dándome la vuelta y comenzando a caminar.
Estaba molesta, un montón, pero no estaba herida como seguramente él pensaba, era solo que me sentía bastante ridícula y quería huir de allí, sin embargo, muy dentro de mí estaba rogando para que Castiel me detuviera.
Supe que mis plegarias fueron escuchadas cuando sentí su mano agarrar mi muñeca.
ㅡAnsley ¿Estas molesta? ㅡsu voz vino detrás de mí.
ㅡNo. ㅡ dije sin voltearme y seguí caminando mientras Castiel aún agarraba mi muñeca. ㅡTengo que volver a casa, ya es muy tarde.
ㅡPuedo acompañarte, si quieres.
ㅡHaz lo que quieres. ㅡdijo la parte de mí que aún estaba molesta.
ㅡPues quiero acompañarte. ㅡdijo en tono bajo, soltó mi mano y caminó detrás de mi en silencio por un buen rato.
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Corazón de melón: Please, don't love me
FanficSinopsis Él era el tipo de chico que rompía corazones, lo supe desde el primer momento en que lo vi, sin embargo mi corazón no tiene nada que temer de él ya que está lo suficientemente dañado como para importarle una herida más. Podria vivir con las...