Sin máscaras...

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«Vas a estar bien Chat solo aguanta un poco más»

Marinette trataba de encontrar un lugar seguro para Chat Noir mientras lo llevaba a rastras por todo Paris. Era lo mínimo que podía hacer por él después de dejarlo solo ante Lady Silence y el perder la voz era un precio bajo a pagar.

Tuvo que ir por callejones para evitar ser vista por Lady Silence para al fin llegó a la panadería de su familia, ahí podía estar segura y tratar las heridas de Chat Noir. Para su suerte sus padres parecían no estar en casa así que llevó a Chat hasta su cuarto, lo puso sobre el sillón que tenía mientras corría al baño buscando algo de alcohol.

Lo bueno de los trajes es que protegían al portador de la mayoría del daño que recibían pero (y como las muchas veces que le pasó a ella) siempre había uno que otro raspón o moretón después de las batallas por lo que ya tenía su botiquín lleno de curitas y con algo de alcohol.

Tomó un trapo, lo empapó con el alcohol y suavemente empezó a curar al pobre felino, tenía unos cuantos raspones en su mejilla pero parecía que nada serio.

« Viéndolo de cerca siento que lo he visto antes»

Aunque no se detuvo a pensar mucho en eso y siguió buscando más heridas del gato pero le era difícil ya que el traje no se abría y no podía ver debajo de el mismo así que se conformó con tratar las heridas que podía ver y rogar de que Chat no estuviera peor de lo que parecía.

Ding‼ Ding‼ Ding‼ Ding‼ Ding‼ Ding‼


La azabache estaba tan concentrada tratando las heridas del felino que el sonido repentino casi le causa un infarto.

— ¡Marinette!— Le gritó la pequeña Tikki. — Está a punto de acabar la transformación de Chat Noir.

Y era verdad, las marcas del anillo de Chat Noir estaban a punto de desaparecer lo que significaba que estaba a punto de des transformarse y revelarle su identidad a la azabache. Aunque parte de ella tenía curiosidad por saber quién era la persona con la que batallaba casi a diario y conocer a la persona que la amaba no podía hacerlo, no era justo para Chat Noir así que lo llevo al baño y dejo que se des-transformara ahí.

Mientras cerraba la puerta detrás de ella no pudo evitar mirar a su compañero una vez más mientras una pequeña lágrima recorría su mejilla.

« Si tan solo me vieras sin el traje Chat, estoy segura que dejarías de amarme.»

Marinette se tumbó de espaldas contra la puerta del baño mientras dejaba salir toda la frustración que tenía en ese momento y aunque su llanto no se oyó el sonido de sus lágrimas fue más que suficiente para que Tikki se acercara y la abrazara.

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— ¿...?— Adrien abrió los ojos sintiéndose desorientado. — ¿Qué pasó? ¿Dónde estoy?

— Hasta que al fin despiertas— Le dijo Plagg mientras volaba por todo el cuarto.

— Vaya que nos dieron una paliza.

El joven rubio empezó a recordar la pelea con Lady Silence y como esta lo había vencido completamente, toda la frustración que sentía hizo que golpeara la pared que estaba a su lado con tal fuerza que lastimó su mano y aunque la derrota le dolía el hecho de que Ladybug no llegó nunca le dolía aún más.

Pero antes de que pudiese pensar en por qué no llego Ladybug fue interrumpido por unos golpecitos que venían de la puerta del cuarto donde estaba y aunque esperaba que alguien le hablara solo vio un trozo de papel que pasó debajo de la puerta.

"Perdón Chat. Vi que estabas en peligro y no pude quedarme quieta así que te traje a mi casa para que estés a salvo de Lady Silence. Tuve que meterte en el baño de mi cuarto porque estabas punto de des-transformarte.

Si necesitas algo solo dime.

PD: No puedo hablar por que perdí mi voz así que te escribiré."

Cuando termino de leer el joven rubio no pudo evitar pensar que Marinette era diferente a cualquier persona que haya conocido, no le importó su propia seguridad con tal de salvarlo sin siquiera saber quién era debajo del antifaz.

Gracias My Princess...

— Pregúntale si tiene algo de Camembert— dijo Plagg ignorando el momento.

— Vaya que eres molesto, no puedes esperar un poco.

— Podría...pero te recuerdo que hay un Akuma suelto

— Marinette, ¿segura que estas bien?— decía Adrien ignorando completamente a Plagg. — No tenías que salvarme, pudiste salir lastimada.

Después de unos segundos una hoja pasó debajo de la puerta:

"Era lo menos que podía hacer. Tú siempre me has ayudado cuando lo necesitaba así que esto es como devolverte el favor"

— Sabes, si te muestras tan amable conmigo podría terminar enamorándome de ti — Dijo en tono de burla mientras reía.

"Pero tú ya tienes a Ladybug"

— ¿Se nota tanto?— dijo en un tono burlón. — Esa pequeña mariquita es la persona más importante para mí.

"Aunque te dejó solo contra Lady Silence"

— Escucha, puede que no sepa quien está debajo de ese antifaz pero si de algo estoy seguro es que Ladybug nunca me abandonaría sin un buen motivo— Adrien no pudo evitar pensar que talvez algo le pasó a su amor.

Aquellas palabras aunque sin mala intención hicieron que la azabache se sintiera aún más culpable de no haber estado ahí para su compañero.

— Por cierto, podrías traerme algo de queso Camembert. Tengo algo de hambre y quisiera pelear con el estómago lleno.

Marinette se apresuró hasta la cocina de la panadería, creía recordar que su padre trajo un poco de Camembert el día anterior; cuando lo encontró subió lo más rápido hasta llegar al baño donde estaba su compañero, golpeó la puerta para avisarle a Chat que traía su queso.

— Gracias Marinette— dijo Adrien mientras sacaba su mano por la puerta para tomar el queso. Parecía que Plagg no podía aguantar un segundo más sin su Camembert ya que se lanzó sobre el plato y tomo los pedazos llenándose la boca.

Cuando estuvo listo salió del cuarto de baño en busca de su princesa, quería darle las gracias por haberlo cuidado y más aún por no ver cuando volvió a ser Adrien Agreste.

« Talvez si no hubiese conocido a Ladybug te hubiese mostrado como soy en verdad. Puede que me aceptes así, como soy en verdad o que no aceptes que el Adrien que amas no existe en verdad.»

— My Princess, Gracias por cuidar de este gatito— Dijo Chat mientras se caminaba hacía la azabache. — Sabes, podría venir aquí más seguido en mejores circunstancias.

—...— La azabache parecía intranquila mientras abrazaba el cuaderno con el que le escribió a Chat.

— Tranquila voy a barrer el piso con esa villana y recuperar tu voz. Te lo prometo.

Marinette parecía no escuchar lo que Chat le decía, es más, parecía estar en shock, cuando el héroe trató de tomar su mano para despedirse con un beso se escuchó un gran estruendo que venia del centro de la ciudad.

— Y esa es la señal para irme. No te preocupes My Princess en un momento recuperare tu voz.

Pero antes que Chat Noir pudiese salir por el balcón escuchó algo que lo detuvo en seco.

— ¿Adrien? — la voz de la azabache parecía un susurro.

— ¿Eh?— El joven Agreste no supo cómo reaccionar ante su propio nombre.



CONTINUARA...

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