Ellos Se Levantarán.

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Lo perdieron todo, la vida se encargo de recordarles lo infelices que eran cada dia.


A él, las personas que le dieron la vida, su própia sangre.... Su niñez, su adolescencia, su adultéz, le fueron arrebatadas dejándole solo marcas de dolor e impotencia, huellas en la piel, huellas en el alma...


A ella, la persona que amaba, la persona que la llevó al altar  y que le juró amarla y respetarla; fue humillada, sobajada, ultrajada, le fue arrebatada su sonrisa, su alegría, su amor propio, dejándole huellas dolorosas en su piel y en todo su ser..

Ambos, marcados de manera dolorosa, menospreciados y señalados por aquellos que no comprendían su situación, sometidos a siempre agachar la cabeza ante los demás, pues no se sentían dignos de mirar a nadie.


Todo les fue arrebatado o ni siquiera les fue otorgado.


Se tuvo que ir al infierno el mundo para que les cambiara la vida, y aún así, les fue arrebatado el último lazo de sangre que les quedaba, el último trozo de su vida anterior, quizás lo único bueno que les dejaron esas marcas, este nuevo y asqueroso mundo, tambien se los arrebató.

Se quedaron solos, pero ya no lo estaban más. Es gracioso, tuvieron que perder todo, se tuvo que acabar el mundo para que sus caminos se cruzaran. Y de pronto, ya no estaban solos, se tenían el uno al otro, sin darse cuenta ya eran importantes para el otro, y cuando menos lo pensaron, ya estaban sosteniendose por la perdida de una hija y sosteniendo sus manos por la perdida de un hermano.


Dulces sonrisas, roces cási inocentes, pero tan llenos de sentimientos como un beso apasionado, miradas cómplices, silencion llenos de comprensión.

Éste mundo, el nuevo, tambien era traicionero y tambien les ha quitado lo que han ido consiguiendo, incluso se ha encargado de separarlos una y otra vez, y pensando que se habían perdído para siempre, el mismo destino los volvía a unir, reencontrandose una y otra vez con la misma intensidad.

Pero tambien han tenido miedo, han adquirido nuevas cicatríces y cada día se sienten consumidos, sobretodo ella, el dolor en su alma la consume, la aniquila, pero ahí está él como siempre ha estado, a su lado en silencio, pero con miedo de perderla de nuevo, porque conoce el dolor que hay en esos ojos azules, no la quiere perder, sabe que ella quiere huir y desaparecer.

Pero hay sentimientos tan fuertes, que no es necesario decirlos, él se iría con ella si fuera necesario.

Su mundo está lleno de tantos caminos pero ellos siempre transitan por el mismo.


EL FUEGO SOLO TE CONSUME.... Pero ahí está él, mirándola, tratando de leer sus pensamientos, tratando de absorver su dolor, de aliviarla, de reconstruir su alma. NO SOMOS CENIZAS.... Él tambien se sentía igual, pero por ella era capáz de consumirse entero y resurgir de las cenizas si así lograba que fuera la de antes. Silencios, preguntas sin respuestas, miradas profundas que decían todo y a la vez nada, por un momento, parece que no existe nadie más que ellos, pero esto no es así, los peligros siempre están al frente.

Eso poco importa si están juntos, la muerte siempre está cerca y claro, el miedo siempre está, no el miedo a morir, sino el miedo a no verse más.... Y a punto de caer, nuevamente están ahí, consumidos por el dolor pero juntos, rozando sus manos, si es que van a morir, quieren ser lo último que toquen y sus ojos lo último que vean. De nuevo, a punto de perderse y en una súplica de no me sueltes y  un sujetate bien que más bien es un no me sueltes tampoco, que no te soltaré.

RELATOS Y OTRAS FANTASÍAS CARYL/MCREEDUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora