Era viernes, la semana siguiente teníamos vacaciones, lo que me alegraba pues así no sería tan difícil ignorarla.
Saliendo de su clase me llamó, tragué saliva y me acerqué a su escritorio.
-¿Quieres hacer algo en las vacaciones?
-No.-Quedó sorprendida, no le di tiempo de reaccionar y me fui.Al fin del día llegué a casa y tomé mi teléfono, lo había olvidado esa mañana.
Amy: Cariño ¿pasa algo?
Amy: ¿Que pasó?
Amy: ¿Te encuentras bien?
Amy: ¡Sabrina!
Amy: Te amo ¿lo sabías?Me partió el corazón, quería responderle, pero no podía... la dejé en visto.
La mañana siguiente revisé el teléfono, tenía aún más mensajes de Amy.
Bajé a desayunar y estaba toda mi familia en el comedor.
-Cariño, hablé con tu maestra.-Dijo mi madre, mi padre y yo la volteamos a ver confundidos-La invité a cenar hoy.
-¿A la guapa?-Preguntó mi padre, descarado.
-Si.-Dijo mi madre con un aire de enfado.Sin desayunar subí a mi habitación, me encerré.
Sabrina: No puedes venir.
Amy: Por fin respondes ¿pasó algo?
Sabrina: No puedes venir.
Amy: Estoy preocupada.
Sabrina: Pues no lo estés.
Amy: Voy a ir, no hay discusión.Estuve en mi cuarto todo el día. A las tres de la tarde mi madre llegó a mi habitación con un plato de comida.
-Cariño no has comido en todo el día.
-No tengo hambre.
-¿Que pasa?
-Nada.-Todo, tenía ganas de gritar, de llorar.
-Tú maestra me llamó. Está preocupada por ti. Por eso viene.
-Estoy bien mamá.Se fue, me dejó la comida.
A las siete volvió a subir.
-Llega en una hora. Arréglate.
-Pero...
-Y cómo no bajes te juro que te voy a castigar como nunca.-Rodeé los ojos.Me bañé, me arreglé y bajé. Ella estaba en la sala con un vaso de whisky platicando con mi padre. La saludé su sonrisa me perdía. Tenía tantas ganas de jalarla y besarla, de decirle que la amaba.
Cenamos, apenas hablé, apenas habló, apenas la vi, apenas me vio. Al final de la velada la llevé a su auto.
Estando ya solas, me jaló del brazo hacia ella, intenté separarme.
-Amy.
-¿Mmm?
-Basta.-Logré por fin separarme
-¿Qué te pasa Sabrina?
-No vuelvas a hablarme, por favor.
-No entiendo.-Me separé y me fuiSubí a mi habitación a llorar.
Últimamente no soy feliz, no puedo sonreír. Todo lo que hago me aburre, estoy harta.
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Amy.
RomanceElla tenía 23 años. Ella tenía 16 años. Ella era su maestra. Ella era su alumna. Ellas se amaban.