EL LIMBO

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Han pasado más de tres semanas desde que llegué a Dencin (ese es el nombre de la ciudad), la escuela apesta, digo todo está fácil siempre se me a hecho fácil pasar todas las materias, está algo abandonada la ciudad, muy pocos lugares a donde ir y los que hay solo son esos típicos centros nocturnos donde van solo las personas básicas, sin ofender cierto?

Esa chica, Nicol, se ha hecho mi amiga supongo, solo se junta conmigo, es rara, y para que yo diga que alguien es raro, jaja bueno eso es muy difícil, aunque creo que me sienta bien tener una amiga.

(Nicol)–Oye Alan, que harás el viernes por la noche?

–Supongo que nada, solo me quedaré en casa y miraré la televisión o algunas películas, lo que sea.

(Nicol)–Oh bueno, no te gustaría ir conmigo a el club Red Grave?

–Te soy sincero?, La verdad no me gusta salir a esa clase de clubes, prefiero más quedarme en mi casa y ver Netflix, algo por el estilo.

(Nicol)–Oh ya veo, ok por qué no hacemos eso pero en mi casa, creeme estará genial- dijo casi rogándole que saliera un día con ella.

–Bueno está bien, iré.-dije para que dejará de hablar.

(Nicol)–¡Si!, Genial no te arrepentirás, compraremos palomitas, papas fritas, Cheetos, Takis, Doritos, mucho alcohol y tendremos películas, juegos y música no te defraudaré!– grito con gran enjundia justo cuando la profesora de idiomas estaba detrás nuestro, a la muy idiota la mandaron a la sala de detención jaja.

Revise mi horario de hoy miércoles y casualmente nos tocan las mismas clases juntos, al parecer la vida me odia, ella no para de hablar nunca carajo jaja.

Ella tiene un cabello algo descuidado de un color marrón claro, usa lentes que no dejan ver bien sus ojos color miel, mide alrededor de 1.64 más o menos, su voz no es del todo irritante pero si tiene mucha personalidad, es inteligente debí de reconocerlo y lo acepto es muy linda pero yo solo la veo como una amiga.

Las horas pasaron lentamente hasta que llegó la hora de salir, en la entrada de mi edificio nos despedimos y cada uno se fue por su lado, por suerte mi casa no queda tan lejos, pero aún así me gusta desviarme y recorrer la ciudad a la que tanto nos habíamos intentado alejar.

Es una ciudad muy grande, me sorprende lo mucho que han construido aquí, casi no hay lugares viejos o antiguos, excepto una zona repleta de casas como del 1800,pequeño pero pintoresco es ese lugar.

Hay una gran iglesia quemada en una pequeña colina, siendo sincero si Lucía algo aterradora, los cuadros religiosos quemados, con la cara de sufrimiento plasmadas en los óleos, las figuras estaban quemadas de ciertos lados, había madera chamuscada, vigas, puertas, todo estaba quemado.

Hay una parte donde los padres se preparan para dar su sermón matutino todos los domingos, decidí ir atrás para ver qué más había, mi madre y yo no somos del todo religiosos, por lo que no vamos a misa los domingos, pero aún así respetamos la religión,como sea solo seguí caminando.

No había gran cosa, solo sotanas polvorientas y algo quemadas, había un escritorio que tenía muchas biblias, demasiadas, cuando me disponía a irme, algo llamo mi atención, el escritorio tenía visagras, en la parte donde se ponen los papeles,computadora, libros etc.

Cuando quite todas las biblias de la madera ví que había un candado en forma de alas que impedía abrirlo, tomé una viga que estaba cerca y le di un golpe a el candado y lo hubiera roto, de no ser que una puta astilla se clavó en mi mano.

-Ah!, Puta madre! mierda! Ouch!.

-Al carajo me largo de aquí maldita sea.

Puse mi mano sobre el escritorio para salir de allí, mi sangre escurrió hacia el candado, ya cuando estaba en la puerta escuche que algo callo, me devolví para darme cuenta que el candado se había abierto por alguna razón.

-Okey esto es raro- dije altamente confundido, no le di gran importancia pero si se me hizo demaciado raro.

En fin, abrí el escritorio, había una gran capacidad de polvo, como si años tuvieron que haber pasado hasta que yo lo abrí, en el centro solo había un libro, lo tome y sople para quitarle el polvo que tenía, era azul con una gran V en el centro, lo abrí y redactaba cosas de angeles, demonios, el paraíso y el infierno, cruza de especies, era muy raro, demaciado como para estar en una iglesia antigua.

Lo que decía primero que nada era esto:

AQUELLOS QUE NO ENCUENTREN SU LUGAR EN EL CIELO Y EN EL INFIERNO VAGARAN ETERNAMENTE EN EL LIMBO, SU PERDIDA ALMA SERÁ ARRASTRADA PARA SERVIRLE A EL AMO DE LA OSCURIDAD.

En el momento en que termine de leer eso todo volvió a pasar, otra vez estaba en ese lugar, todo era igual, solo que ahora me sentía algo diferente, de pronto esas palabras se volvieron a dibujar en las paredes, MATEN A NATHIEL!.

De pronto, esas cosas comenzaron a brotar del suelo, eran pesadillas encarnadas, sus cuerpos eran horribles, sus rostros parecían máscaras rotas de bebés, tenían afiladas hojas de metal en lugar de brazos, comenzaron a perceguirme hasta que me acorralarón en un callejón, creí que iba a morir, sentía como mi corazón se aceleraba.

-No no no, no me maten!! yo no e hecho nada!, ni siquiera se que hago aquí, por favor no lo hagan se los ruego!- estaba asustado, jamás había sentido tanto temor en mi vida, ese era mi fin, eran muchos contra un insignificante chico de preparatoria.

Uno me atacó, sentí como su navaja se clavaba en mi pecho, sentí como mi corazón poco a poco se detenía, mis ojos se nublarón, mis fuerzas se fueron.

Ellos se desaparecieron, me dejaron moribundo, me arrastre  para encontrar alguna posibilidad de vivir, de pronto sentí como todo se movía en mi interior, sentí como si la vida volviera a mis venas, estaba furioso, con rabia, odio, me levanté como si nada, tome la hoja que estaba en mi pecho y la saqué de un solo golpe, ví como más de esas cosas llegaban, no lo dude, no corrí, no escape, no me escondí, yo luche, luche contra esas cosas, uno a uno caían, ahora ellos me rogaban piedad, mate a todos y cada uno de los que llegaban hasta que dejaron de hacerlo, solo tenía mis puños y una rabia enorme en mi, un sentimiento de poder que no puedo describir.

-Vamos!, no hay nada más?!, podría hacer esto todo el puto día!!.

-Acaso ya les dió miedo?!, no sean cobardes y vengan a matarme?!, Háganlo, inténtelo, vengan por mi vamos?!.

Todo comenzó a desvanecerse, y una voz susurro "GANASTE", una luz me iluminó totalmente, estaba otra vez en la iglesia, ví mi reloj y solo habían pasado 2 minutos, no sé que pasó, no sé cómo explicarlo, cuando revise mi pecho solo había una pequeña cicatriz de la herida, y mi collar estaba brillando. Tome el libro y lo metí a mi mochila, salí a toda velocidad a mi casa.

Unas horas más tarde...

Llegué a mi casa y mi mamá estaba preparando la cena, comí y luego hice mi tarea, cuando mi madre se fue a dormir tome el libro y comencé a hojear lo, decía muchas cosas, una más extraña que la otra, hablaba de una guerra entre angeles y demonios, como un grupo de rebeldes de ambos bandos se revelaron contra sus respectivos ejércitos e intentaron hacer paz entre un reino y otro, terminaron siendo expulsados a la tierra e hicieron una nueva raza llamada los Nefilin, mestizos de angeles y demonios con un poder colosal, suficiente como para derrotar a un rey oscuro que comando en la guerra cielo e infierno, cuenta que los Nefilin son guerreros excepcionales, con una habilidad para destruir demonios como ninguna otra especie.

El el libro encontré un mapa, que marca zonas específicas de Dencin donde la fibra de el limbo y el mundo real es más frágil, tanto como para ir  y venir de el una y otra vez.

El libro tiene unas páginas arrancadas , al parecer tenía información sobre el limbo que alguien quería que nadie supiera.

Tengo planeado ir a los lugares marcados en el mapa, solo iré e investigar un poco, quiero descubrir porque yo puedo entrar y salir de el limbo sin morir antes, y aún me queda descubrir porque aún sigo vivo, digo no es cosa de todos los días que te atraviesen el pecho con una espada y te la quites como si nada, mañana me espera un largo día.

De algo de lo que estoy seguro es que mi vida se comienza a tornar un tanto... extraña, y creo que me gusta.

                            

  
 

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Alan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora